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Vol. 78/No. 12      31 de marzo de 2014

 
Políticas ‘verdes’ en Inglaterra
causan inundaciones, ruina
(portada)
 
POR PAUL DAVIES  
MANCHESTER, Inglaterra—Las inundaciones masivas que están teniendo lugar en el sur de Inglaterra son, sobre todo, consecuencia de la política del gobierno influenciada por los autodenominados activistas del medio ambiente. Motivados por una ideología anticientífica y el desprecio hacia el pueblo trabajador, estas políticas han sido devastadoras para los agricultores, las tierras cultivables y la infraestructura —así como también para los hábitats naturales que dicen proteger.

Las peores inundaciones desde 2007 han dejado a 5 mil 800 casas inundadas y 80 mil hogares sin electricidad. Muchos trabajadores no pudieron llegar a su trabajo y los agricultores vieron perderse cosecha tras cosecha. Una línea ferroviaria que conecta a Cornwall y a gran parte de Devon con el resto del país no ha funcionado por semanas. Casas en Chertsey, reportan los residentes, han estado cubiertas de aguas de deshecho, mientras que en Basingstoke el agua de las inundaciones se ha mezclado con agua de deshecho.

“No hemos tenido agua de la llave y hemos estado inundados por cinco semanas y ni Thames Water o la Agencia Medioambiental han hecho nada para ayudar”, dijo Deborah Carter, en el cercano Wraysbury, al The Independent.

Las inundaciones empezaron en Somerset en diciembre y se extendieron a otras áreas del sur de Inglaterra después de lluvias récord en enero. Residentes en el suroeste se quejan de haber permanecido inundados por seis semanas antes de recibir cualquier ayuda gubernamental. El ministro Erick Pickles admitió que el gobierno debería haber dragado el área de Somerset Levels para acelerar el drenaje de agua. Sin embargo, por meses se pasaron por alto repetidas quejas de los agricultores.

El agua por la inundación ha venido subiendo en Somerset Levels durante los últimos años. Cuatro ríos principales que pasan por el área —donde se encuentra una quinta parte de las tierras de cultivo— quedaron tan atascados con sedimentos que el agua de las lluvias récord no podía escapar.

En 1996, la nueva Agencia del Medio Ambiente del Reino Unido asumió la administración de los ríos, reduciendo el papel de los organismos locales que habían organizado el control de las inundaciones por generaciones. Agricultores e ingenieros le dijeron a Christopher Booker, quien escribió un artículo sobre las causas del problema en la edición del 15 de febrero del Spectator, que este cambio coincidió con el descenso del dragado periódico, la desatención a las estaciones de bombeo y la explosión de nuevas regulaciones “medioambientales.

Gobierno reduce dragado, drenaje

El dragado fue reducido aún más en 2002 después de que el gobierno laborista nombró a la fanática de la vida silvestre Barbara Young, baronesa de Old Scone, como ejecutiva de la Agencia del Medio Ambiente. En 2008 la agencia detuvo el drenaje en Somerset Levels bajo la excusa de proteger la biodiversidad. “Para la vida silvestre instantánea, solo hay que agregar agua”, dijo en ese entonces Young, quien previamente encabezaba la Sociedad Real para la Protección de los Pájaros y la Naturaleza.

Los agrónomos estiman que los agricultores en Somerset Levels no podrán cultivar hasta por dos años como resultado de las inundaciones.

El impacto de las inundaciones también ha causado un coro de alarmismo de parte de los comentaristas liberales. Un artículo de primera plana del New Statesman advirtió que “el Reino Unido enfrenta la posibilidad de escaseces de alimentos, más inundaciones, olas de calor extremas y cantidades masivas de refugiados”.

En vez de enfocarse en las prioridades del gobierno y las condiciones sociales que encaran los pequeños agricultores y las condiciones sociales en las áreas afectadas, el periodista del Guardian y el autodenominado medioambientalista George Monbiot los culpa, alegando que el gobierno les paga a los agricultores “por el privilegio de exterminar nuestra flora y fauna, devastar nuestros cerros con el pasto, contaminar nuestros ríos e inundar nuestras salas”.

La realidad que enfrentan los agricultores pequeños fue descrita en una entrevista telefónica con el productor de leche de Surrey Youleite Parkes. “El efecto de tener que comprar más alimentos para el ganado a precios más altos debido a las inundaciones estará con nosotros por algún tiempo”, dijo. Describió cómo las regulaciones gubernamentales impiden que los agricultores saquen aguas de los ríos y que drenen zanjas en sus tierras con la frecuencia necesaria.

Para muchos pequeños agricultores el seguro de inundaciones para sus tierras es “es demasiado caro”, dijo.

Las compañías de seguro predicen alzas en los precios de primas. El Times publicó un artículo titulado, “Ganancias por las nubes, la industria de seguros debe amar las inundaciones”.

Para proveer subsidios a compañías de seguro, el gobierno anunció un nuevo impuesto a todos los que tienen seguro de casa a través del Reino Unido.
 
 
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