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Vol. 78/No. 7      24 de febrero de 2014

 
Los 5 Cubanos: Quiénes son
 
POR MARY-ALICE WATERS  
Las 15 acuarelas llamativas que se reproducen en estas páginas no son obra de un pintor que fue a una escuela de arte o que estudió al lado de un artista renombrado. Antonio Guerrero aprendió a dibujar y pintar estando encarcelado en la penitenciaría federal de Florence, Colorado. Sus tutores fueron compañeros de cárcel y él mismo se instruyó con libros.

Los momentos de la vida carcelaria recogidos —y transformados— por su obra tocarán una fibra sensible entre millones de trabajadores y agricultores en Estados Unidos que han vivido experiencias semejantes en carne propia o que las conocen por las duras pruebas que han sufrido sus seres queridos, amigos y vecinos. Estados Unidos, con más de 2.2 millones de hombres y mujeres entre rejas en la actualidad, es el estado con el mayor nivel de encarcelamiento en el mundo. Ese sistema de “justicia” capitalista, organizado con el fin de deshumanizar y doblegar tanto a los presos como a sus familias, se ilustra en estas obras.

Sin embargo, lo que se pone de relieve ante todo en estas obras de Antonio Guerrero y en los comentarios acompañantes de sus hermanos de lucha, Gerardo Hernández y Ramón Labañino, es la creatividad y el sentido de humor con que ellos y otros resisten.

Antonio, Gerardo y Ramón, junto con Fernando González y René González, son conocidos mundialmente por millones de personas como los Cinco Cubanos. En 1998, cuando fueron arrestados por la policía federal norteamericana en redadas coordinadas en horas de la madrugada, estaban viviendo y trabajando en el sur de Florida.

¿Cuáles eran sus supuestas actividades criminales?

Estaban juntando información sobre los planes y las acciones de organizaciones contrarrevolucionarias cubanoamericanas, incluidos grupos paramilitares que actúan impunemente en territorio de Estados Unidos. Estos grupos e individuos que pertenecen a ellos tienen un historial de medio siglo de atentados dinamiteros, asesinatos y otros ataques contra cubanos y otros partidarios de la Revolución Cubana: en la isla, en Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, Panamá y otros países. Desde 1959, casi 3 500 cubanos han muerto en dichos ataques, que en su mayoría se originaron en Estados Unidos. La tarea de los Cinco era de mantener informado al gobierno cubano sobre las mortíferas operaciones que se fraguaban a fin de impedir que se materializara el mayor número posible de ellas.

Los Cinco fueron llevados a juicio y declarados culpables en un tribunal federal en Miami bajo cargos amañados, entre ellos conspiración para cometer espionaje y, en el caso de Gerardo Hernández, conspiración para cometer asesinato. Cada uno reconoció orgullosamente ante la corte y ante el mundo que estaban trabajando para el gobierno cubano para prevenir futuras acciones asesinas, y que gustosamente lo harían de nuevo si se lo pidieran.

Sobre sus cabezas erguidas la jueza impuso sentencias máximas, que oscilaban entre 15 años de prisión para René González y cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional para Guerrero y Labañino, y doble cadena perpetua para Hernández, quien dirigió el esfuerzo. Una corte federal de apelaciones anuló las condenas en 2005, pero las restituyó un año más tarde.

Después de un fallo judicial en 2008 que dictaminó que las sentencias contra tres de los cinco —Guerrero, Labañino y Fernando González— excedían las pautas federales, la sentencia contra Guerrero fue reducida de cadena perpetua sin libertad condicional a 21 años y 10 meses. Si cumpliera toda su sentencia, no sería excarcelado hasta septiembre de 2017.

La reducción de las sentencias mostró las presiones que el gobierno estadounidense está sintiendo a raíz de las crecientes denuncias internacionales del juicio y de las sentencias bochornosas impuestas a los Cinco Cubanos. En la audiencia judicial en 2009 donde Guerrero fue resentenciado, los fiscales federales reconocieron que pretendían “calmar las aguas de conflictividad” y el “ruido” que se arremolinaban en torno al caso a nivel mundial.

En mayo de 2013, René González fue el primero de los Cinco en regresar a Cuba, tras cumplir toda su sentencia: más de 14 años y medio bajo la custodia de las autoridades norteamericanas. Fernando González completará su sentencia en febrero de 2014. No obstante, mientras uno solo de sus hermanos siga entre rejas, ninguno estará “libre”.

¿Por qué los Cinco han pasado siquiera un solo día en la cárcel? Porque son hijos ejemplares de la Revolución Cubana, de los hombres y las mujeres que crearon y que defienden “el primer territorio libre de América”. Los tienen de rehenes como castigo por la audacia del pueblo trabajador cubano que osó hacer una revolución socialista en lo que antes había sido prácticamente un protectorado colonial de Estados Unidos: hombres y mujeres que hasta el día de hoy se niegan a someterse a los dictados de Washington.

La indoblegable entereza, dignidad, valentía y veracidad —y el sentido de humor— de cada uno de los Cinco, y el creciente conocimiento sobre el carácter consecuente de su conducta revolucionaria, desde Cuba hasta Angola y en las prisiones de Estados Unidos, están ganándoles cada vez más apoyo. Están ganándoles la admiración y el apoyo de artistas, parlamentarios y dirigentes religiosos, de trabajadores, agricultores y jóvenes en todos los continentes, y de miles de otros presos.

Para los que quieren saber “¿Quiénes son los Cinco Cubanos?” no hay mejor lugar para empezar que el elocuente testimonio de Yo me muero como viví. De ahí no hay más que dar un paso para formar parte de lo que Gerardo Hernández ha denominado “el jurado de millones” que los pondrá en libertad.

enero de 2014


 
 
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