Vol. 79/No. 45 14 de diciembre de 2015
(artículo principal)
Washington y París atacan derechos políticos
Utilizando los ataques terroristas del 13 de noviembre en Francia perpetrados por el reaccionario Estado Islámico como pretexto, París, Washington y otras potencias imperialistas europeas continúan su asalto contra los trabajadores, especialmente aquellos que son musulmanes o árabes, e intensifican la intervención militar en el Medio Oriente.
Desde que se impuso un estado de emergencia en Francia, la policía ha allanado dos mil viviendas, detenido a 212 personas para ser interrogadas, presentado cargos contra 250 y puesto a 312 personas bajo arresto domiciliario.
La Manifestación de Paris por el Clima el 29 de noviembre, organizada con el apoyo de los sindicatos, que habría tenido lugar en vísperas de la cumbre del clima de Naciones Unidas, fue prohibida. Dos decenas de ecologistas han sido puestos bajo arresto domiciliario durante la duración de la cumbre, dijo el ministro del interior francés Bernard Cazaneuve, “porque han sido violentos durante manifestaciones en el pasado y porque han dicho que no respetarán el estado de emergencia”.
El 29 de noviembre miles de personas, entre ellas muchos trabajadores ferroviarios del sindicato Solidaires, desafiaron la prohibición. Los policías atacaron a la multitud con gases lacrimógenos y detuvieron a 317 personas.
En Estados Unidos tanto republicanos como demócratas afirman que el Estado Islámico está creciendo rápidamente, que más ataques son inminentes y que operativos del Estado Islámico están infiltrados entre los refugiados sirios que buscan entrar en el país. Treinta y un gobernadores estatales han dicho que los refugiados sirios no son bienvenidos en sus estados.
En Nueva York el alcalde Bill de Blasio y el comisionado de policía William Bratton anunciaron la creación de un Comando de Respuesta Crítica de 500 policías para luchar contra el terrorismo.
En Estados Unidos muchos candidatos presidenciales se han unido al coro, responsabilizando a los musulmanes.
Hillary Clinton, la principal contendiente del Partido Demócrata, se ha distanciado de la negativa de Obama a comprometer tropas de tierra en el Medio Oriente. En el segundo debate entre los candidatos demócratas el 14 de noviembre, el día después del ataque en París, dijo que el Estado Islámico “no puede ser contenido, tiene que ser destruido”.
“Vamos a tener que mirar a las mezquitas. Vamos a tener que mirar muy, muy cuidadosamente”, dijo Donald Trump, que lidera el Partido Republicano en las encuestas, el 19 de noviembre y agregó que no descarta registrar a los musulmanes-americanos con “una forma especial de identificación que denote su religión”.
De hecho, la gran mayoría de musulmanes consideran detestable al Estado Islámico. Es un culto reaccionario que ha sido capaz de establecerse en Siria e Iraq como consecuencia del vacío dejado por décadas de derrotas lideradas por partidos estalinistas en la región y el agotamiento de las fuerzas burguesas y pequeñoburguesas nacionalistas.
El Consejo de Relaciones Americano-Islámicas, una organización musulmana de derechos civiles, dijo el 24 de noviembre “que ha tenido más informes sobre actos de discriminación, intimidación, amenazas y violencia dirigidos a estadounidenses musulmanes (o aquellos percibidos como musulmanes) e instituciones islámicas en la última semana y media, que durante cualquier otro período de tiempo concreto desde los ataques terroristas del 11 de septiembre”.
El Consejo emitió un comunicado el día de los atentados de París, diciendo, “Estos ataques salvajes y despreciables contra civiles, ya sea que ocurran en París, Beirut o cualquier otra ciudad, son indignantes y sin justificación”.
En Peterborough, Ontario, la mezquita Masjid al-Salaam sufrió un atentado con bomba de fuego el 14 de noviembre. La junta de la cercana sinagoga Beth Israel votó por unanimidad invitar a la congregación musulmana a utilizar sus instalaciones, lo que el grupo musulmán aceptó.
Se extienden agresiones imperialistas
El presidente francés, François Hollande, que lanzó ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico en Siria después de los atentados en París, visitó Moscú el 26 de noviembre. El viaje se produjo después de una reunión con Obama en Washington para conseguir apoyo para una “gran y única coalición” para aumentar los ataques.El esfuerzo fue retrasado el 24 de noviembre, cuando Ankara derribó un avión de guerra de Rusia que dijo había entrado en territorio turco. Moscú respondió con la imposición de sanciones contra Ankara. Moscú alega que está bombardeando al Estado Islámico, pero la mayoría de sus ataques se han dirigido a los opositores de Assad, incluyendo las fuerzas turcomanas en la zona de la frontera entre Siria y Turquía, donde el avión fue derribado.
El 1 de diciembre el secretario de defensa estadounidense Ashton Carter anunció la formación de una nueva fuerza de fuerzas especiales “expedicionaria” para llevar a cabo ataques en Iraq y Siria. “Esto pone a todos sobre aviso en Siria de que por la noche no vas a saber quien va entrar por la ventana”, dijo en una audiencia ante el Congreso.
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