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Vol. 73/No. 46        30 de noviembre de 2009

 
¡Retiren cargos contra Stewart!
(editorial)
 
El pueblo trabajador debe unirse a los que exigen que sean derogadas las convicciones y sentencias en contra de la abogada de libertades civiles Lynne Stewart y sus coacusados. El intento del gobierno federal de imponerles condenas draconianas es un ataque serio contra los derechos democráticos.

Stewart, el intérprete Mohammed Yousry y el ayudante legal Ahmed Abdel Sattar fueron enjuiciados en 2005 por haber distribuido un comunicado de prensa de un cliente encarcelado, el jeque Omar Abdel-Rahman. Abdel-Rahman quien fue acusado de cargos falsos de “conspiración” para atacar el World Trade Center y otros edificios en 1993. Sus juicios estuvieron repletos de violaciones flagrantes de sus derechos. Mucha de la evidencia estaba basada en escuchas telefónicas y videos de reuniones de los acusados en la cárcel, pisoteando los derechos constitucionales de acceso a asesoramiento legal y libertad de expresión.

Las acciones del gobierno federal en contra de Stewart y los otros coinciden con los planes de la administración de Obama de enjuiciar a cinco personas acusados de “conspirar a cometer los ataques del 11 de septiembre”. La prensa capitalista en Nueva York y a nivel nacional han estado haciendo campaña para usar el juicio controversial para justificar el rumbo de los gobernantes estadounidenses en contra de los derechos democráticos del pueblo trabajador.

Tal como dijo Stewart, estas convicciones y sentencias son una clara advertencia a abogados, ayudantes legales, traductores o cualquier persona que defiende a personas acusadas de “terrorismo”: ¡Lo mismo te puede pasar a tí!

Escuchas telefónicas y otra vigilancia policíaca y violaciones de la relación abogado-cliente no están dirigidas principalmente hacia los abogados sino hacia el pueblo trabajador. Muchos de los 7.3 millones de personas en cárceles norteamericanas o en libertad condicional saben que estos ataques hacen más difícil que los trabajadores y otros se defiendan de acusaciones gubernamentales.

El pueblo trabajador debe exigir que cesen estos ataques contra nuestros derechos. ¡Retiren los cargos contra Lynne Stewart y sus coacusados!
 
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