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Vol. 81/No. 47      18 de diciembre de 2017

 
(portada)

Incremento en empleos puede llevar a más
unidad obrera

 
POR TERRY EVANS
Se ha llegado a “una nueva etapa” en la expansión económica capitalista de nueve años, dijo el Wall Street Journal el 29 de noviembre. Pero para la mayoría de los trabajadores los últimos nueve años no han sido años de expansión, ya que el estándar de vida de la clase trabajadora ha bajado, millones de personas han sido expulsadas de la fuerza de trabajo y cada vez más trabajadores se ven afectados por una creciente crisis social.

Alguna expansión indudablemente sería algo bueno para los trabajadores. De hecho, hay indicios de que está en marcha un aumento en la producción y el comercio capitalistas. Un alza en lo que el gobierno llama producto interno bruto ha alcanzado su nivel más alto en tres años. Una medida de esto es el aumento en el índice Seco del Báltico, considerado un indicador importante del crecimiento económico. Alcanzó 1 587 puntos el 30 de noviembre, subiendo del punto más bajo en la historia en que se encontraba en febrero de 2016. Pero todavía está muy por debajo de su punto más alto de 11 793 puntos alcanzado en 2008.

Si bien los patrones no tienen manera de evitar el declive a largo plazo de las ganancias, la producción y el comercio capitalistas, y cualquier crecimiento de la manufactura y la contratación es algo bueno para la clase trabajadora, ya que los trabajadores adquieren confianza para luchar por aún más mejoras.

La disminución de las cifras de desempleo en los últimos años oculta cómo la crisis capitalista ha profundizado las divisiones en la clase trabajadora. La tasa de participación en la fuerza de trabajo —que mide la fracción de trabajadores que están trabajando activamente o están buscando trabajo— ha cambiado poco comparado a la cifra alcanzada el año pasado —la más baja en la historia— reflejando el número creciente de personas que han cejado en su empeño de encontrar trabajo. Además, la proporción de trabajadores empleados como temporales o a tiempo parcial, con peores salarios y peores condiciones, alcanzó un máximo en octubre.

Los trabajadores que han sido expulsados de la clase trabajadora activa ven pocas perspectivas para escapar de la catástrofe que los rodea. La adicción a los opiáceos ha alcanzado niveles récord.

Sin un aumento más sustancial en el crecimiento económico que comience a reincorporar a los que han sido descartados del mercado laboral, es más difícil enfrentar las divisiones que los patrones fomentan en la clase trabajadora.

Los prestamistas capitalistas se benefician endosando la enorme deuda de los trabajadores, y luego los presionan a que la paguemos con intereses. La deuda familiar en Estados Unidos ha aumentado un 16 por ciento desde 2013, alcanzando casi 13 billones de dólares. Pero esto disfraza el impacto enormemente diferente que esto tiene en las diferentes clases y las onerosas consecuencias para los trabajadores.

Los trabajadores que entran en mora en préstamos para vehículos se encuentran haciendo pagos al préstamo años después de que les quitaron su carro; frecuentemente porque sus sueldos fueron embargados por un tribunal. Actualmente, 107 millones de personas en Estados Unidos, cifra record, tienen una deuda de préstamos para automóvil, para un monto total de más de 1.1 billones de dólares. Y el monto de los préstamos pendientes a estudiantes superan 1.4 mil millones de dólares.

La deuda doméstica de 13 mil millones de dólares es más grande que el producto interno bruto de todos los países del mundo, salvo el de Estados Unidos.

Los costos del cuidado médico continúan aumentando a la vez que se hace cada vez más difícil obtener atención médica. Los trabajadores mayores de 65 años de edad son el grupo de más rápido crecimiento entre las nuevas contrataciones, ya que les resulta imposible vivir de la Seguridad Social o pensiones que son cada vez menores. Los alquileres y las hipotecas siguen subiendo, así como también las bancarrotas y la incidencia de personas sin hogar.

Independientemente de las ganancias inmediatas que registren los patrones con el crecimiento de su economía, no pueden revertir el declive en las tasas de ganancias industriales que los capitalistas han enfrentado desde fines de la década de los 60. Eso requeriría la imposición de derrotas masivas a la clase trabajadora, y antes de que esto suceda tendremos la oportunidad de tomar el poder político.

Pero la producción y el comercio están creciendo hoy en día. Y eso ayuda a la clase trabajadora.

Más trabajos = confianza a luchar
Cuando los trabajadores se han mantenido firmes y han luchado contra los patrones en años recientes, sus luchas en gran medida se han quedado aisladas. Los funcionarios sindicales no han hecho nada para organizar a los trabajadores para que dependamos de nuestra propia fuerza, ni para movilizar el poder sindical para resistir los ataques de los patrones. Nos dicen que dependamos de los demócratas o los republicanos o de algún político capitalista “independiente”.

Pero la longevidad de la crisis y los ataques de los patrones en múltiples frentes hacen que más trabajadores estén hoy interesados en discutir cómo podemos eliminar estos obstáculos y organizarnos para resistir lo que los patrones y sus partidos, los demócratas y republicanos, nos imponen. A medida que el desempleo aumentó después de 2008, los patrones y sus políticos trataron de enfrentar a los empleados contra los desempleados, los nativos contra los inmigrantes, para dividir y debilitar aún más a la clase trabajadora.

Cuando el desempleo disminuya lo suficiente como para que los trabajadores en Virginia del Oeste, partes de Ohio, las comunidades negras a través del país y otras áreas donde las pérdidas de empleos han sido extensas, y los trabajadores comiencen a ver a vecinos y amigos de vuelta en el trabajo, cuando las necesidades de producción de los patrones den lugar a una nueva ola de inmigración, entonces la clase trabajadora estará en condiciones para un nuevo aumento en la sindicalización y el uso del poder sindical para luchar por nuestros intereses de clase.  
 
 
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