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Vol. 78/No. 23      16 de junio de 2014

 
Mineros turcos: ‘Urge fuerza sindical’
para tener seguridad
(portada)
 
POR SETH GALINSKY  
“Lo único que les importa es el carbón, carbón, carbón”, dijo el minero Sezai Yildirim a Bianet, un sitio de noticias turco en la Internet. “Ya sabes que dicen que la seguridad es lo primero; pues, eso es una mentira”. Dos de los hermanos de Yildirim murieron en el incendio del 13 de mayo que mató a más de 300 mineros en la mina Eynez operada por la empresa Soma Holding Corp.

Yildirim trabaja en Ata Bacasi, otra de las minas de la empresa en Soma. Cuando le preguntaron sobre el adiestramiento para la seguridad respondió, “¿Qué adiestramiento? En la mañana nos dieron el casco y las botas y nos llevaron bajo tierra”.

Los mineros en las minas Ata Bacasi, Eynez e Isiklar de Soma se han negado durante varias semanas a regresar al trabajo hasta que se mejoren las condiciones de seguridad.

“Al principio los administradores dijeron que los mineros estaban de licencia hasta el 1 de junio y que iban a recibir su salario. Pero los trabajadores insistieron en medidas de seguridad”, dijo al Militante Cafer Alp, un dirigente de la Confederación de Sindicatos Progresistas de Turquía, durante una entrevista telefónica el 30 de mayo desde Izmir, a un par de horas de distancia en carro desde Soma. “Había tanta presión de los trabajadores que el gobierno tuvo que decir que las minas son inseguras” y las cerró por tiempo indefinido.

“Los mineros no quieren morir en la mina”, dijo Alp, quien ha ido dos veces a Soma desde que sucedió el incendio para hablar con trabajadores que quieren afiliarse a la confederación.

La mayoría de los trabajadores en las minas de Soma están bajo contrato, dijo Alp, a quienes se les paga la mitad de lo que reciben los permanentes y reciben menos beneficios.

Los trabajadores permanentes en las minas de Soma pertenecen al sindicato minero Maden-Is, pero muchos trabajadores lo ven como un sindicato empresarial y obligaron al presidente a renunciar la semana pasada.

Más trabajadores se están dando cuenta que “necesitan un sindicato poderoso, un sindicato que pueda detener la producción si las condiciones no son seguras”, dijo Alp.

Soma Holding ha tenido un contrato de arrendamiento de las tres minas —que son propiedad del gobierno— desde el 2005, cuando el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo privatizó la producción en las minas de todo el país.

La producción de carbón de lignito creció a nivel nacional diez veces entre 2003 y 2012, según el diario Hurriyet Daily News. En 2012 el dueño de Soma Holding se jactó de que había reducido los costos de extracción del carbón de 130 dólares por tonelada en 2005 a 23.80.

Un informe de la Cámara de Ingenieros de Minería de Turquía del 2010 advirtió sobre los peligros en las minas subterráneas de lignito y en la minería por todo el país.

“Pero el gobierno nunca nos escuchó”, dijo al Militante el portavoz de la cámara Ragip Varol por correo electrónico. “El ‘accidente’ en Soma no fue un accidente”.

Varol comentó que los oficiales de seguridad de las minas no tienen la autoridad para cerrar la mina si existen condiciones inseguras. “Pero ellos son empleados del dueño de las minas”, explicó. “Si reportan una condición insegura, el dueño puede despedirlos”.

La mina Eynez tenía muchos “problemas, como un sistema de ventilación muy mal diseñado, mal diseño y operación del pozo de la mina, una falta de mecanismos de control y cañones mal sellados”, dijo.

La Cámara de Ingenieros de Minería ha estado luchando para cambiar una serie de reglas mineras, incluyendo una que impide a los trabajadores bajo contrato afiliarse a un sindicato.

Ya existen leyes, aunque no lo suficientemente estrictas, que tratan sobre la seguridad en el trabajo, dijo Varol. “Pero no se aplican en la vida real, porque le cuestan mucho dinero a las empresas”.

Es por eso que los mineros tienen que unirse a “sindicatos de trabajadores independientes”, dijo Varol. “Si no se unen, nadie les va a dar sus derechos”.

Mientras tanto, otro minero murió en el trabajo en la provincia sureña de Kahramanmaras el 1 de junio.  
 
 
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