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Vol. 76/No. 30      13 de agosto de 2012

 
Agricultores pequeños son los
más afectados por la sequía
(portada)
 
POR DAVID ROSENFELD
Y ELLEN BRICKLEY
 
DES MOINES, Iowa—Los agricultores pequeños son los más afectados por la sequía actual, la más extensa en medio siglo, combinada con una fuerte ola de calor, la cual ha estado destruyendo cosechas en los estados del medio oeste.

“Esta es la tercera vez en mi vida que he pasado por una sequía como esta”, dijo Ga rry Klicker al Militante. “No puedes superar lo desastroso que uno se siente cuando lo has perdido todo”. Klicker, de 66 años de edad, es dueño de una pequeña granja en el sur de Iowa. En años previos ha criado y vendido ganado.

“Ahora mismo, el maíz está sufriendo mucho daño. Me falta heno. Tengo que transportar agua para las vacas. No sé si a largo plazo tendremos maíz para el pienso”, dijo Gary Hoskey en una entrevista. Tiene 50 vacas y cultiva maíz en 100 acres en Montour.

Nadie sabe cuánto tiempo durará la sequía, pero actualmente el 88 por ciento del maíz y el 87 por ciento de las semillas de soya en Estados Unidos se encuentran en áreas afectadas por la sequía. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció el 18 de julio que actualmente 1 297 condados en 29 estados califican para recibir asistencia por desastre debido a las severas condiciones de sequía.

Por primera vez, el precio al por mayor del maíz rebasó los 8 dólares el bushel —un aumento de un 50 por ciento de lo que valía hace solo un mes. Entre los más afectados por los altos precios del maíz se encuentran los agricultores de vacuno para leche y ganado, quienes dependen del maíz, heno y otros granos para el pienso para sus animales.

“Vamos a tener que comprar 30 mil dólares de heno para sobrevivir hasta el otoño”, dijo Jerry Harvey, un productor de leche en Promise City. Harvey ayudó a organizar una protesta de agricultores productores de leche en 2009, cuando él y otros agricultores estaban perdiendo dinero en cada galón de leche que producían y estaban al borde de perder sus granjas. “Tomamos prestados 60 mil dólares y nunca nos recuperamos”. Ya que el precio del pienso para sus 60 vacas es muy alto, dijo Harvey, “vamos a tener que vender algunas novillas. Pero todo el mundo está vendiendo, y por lo tanto el precio está bajando”. Agregó que se considerará afortunado si recibe la mitad del precio que recibió el año pasado por una vaca.

Los agricultores de ganado “están siendo forzados a vender una gran parte de sus rebaños porque no podrán comprar pienso para el invierno”, explicó al Militante Edward Dunkle, un agricultor jubilado y guardabosques cerca de Benkelman, Nebraska.

Klicker dijo que los agricultores pequeños necesitan tener acceso a “préstamos de bajo interés y precios justos. Pero el gobierno y las corporaciones manipulan los precios”. El es cauteloso de la asistencia financiera del gobierno “porque en el pasado, la asistencia solo ha alimentado las grandes operaciones a costa de los agricultores pequeños”.

Los medios de comunicación han estado repletos de informes sobre la sequía y de fotos de agricultores en medio de campos de maíz secos, marchitos y marrones. Muchos artículos afirman que los agricultores de maíz y de semilla de soya no sufrirán porque tienen seguros sobre sus cosechas. La mayoría de los agricultores de maíz y semilla “son forzados a comprar un seguro para la cosecha para poder calificar para préstamos y otros programas de la USDA”, dijo Dunkle. “Las primas de seguro son muy altas, mientras que los pagos al agricultor cubren solo parte de las pérdidas”.

“Es cierto que los agricultores de productos lácteos, ganado, fruta y vegetales han sido afectados más duro que los agricultores de cultivos de surco”, dijo Klicker. Pero el seguro para agricultores de cosecha de surcos no es “ninguna panacea. El pequeño agricultor no puede costearse la compra de un seguro”.

Harvey está de acuerdo de que el seguro no hubiera resuelto sus problemas. “Muchos agricultores pequeños piensan que nos están vendiendo tantos seguros que nos están arruinando. No podemos pagarlos”.

Mientras los agricultores pequeños están siendo destruidos entre la sequía destructora de cosechas y los altísimos precios del pienso, los trabajadores pronto sentirán las consecuencias de este desastre en sus bolsillos. Se espera que el costo de la carne, el pollo y la leche subirá más tarde este año. Se estima que los precios de combustible también subirán, porque el 10 por ciento de casi todo galón de gasolina contiene etanol, un aditivo, producto de destilación del maíz.

Mientras tanto, los especuladores de mercancías de alimentos están celebrando el aumento de los precios, las acciones de la agroindustria están subiendo en anticipación de las ventas de semilla avanzada, y los grandes agricultores capitalistas que pueden aguantar la sequía, están ya planeando comprar ganado y tierra de los que están amenazados con irse a la ruina.  
 
 
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