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Vol. 76/No. 18      7 de mayo de 2012

 
Alto a ataque del gobierno
contra los inmigrantes
(artículo principal, declaración de los candidates del PST)

La campaña electoral del Partido Socialista de los Trabajadores en Illinois llama a los trabajadores a unirse a los actos del Primero de Mayo como una manifestación de solidaridad obrera.

El Primero de Mayo es el Día Internacional de los Trabajadores, celebrado en todo el mundo. Se originó en 1886 en las luchas obreras por una jornada de ocho horas, y los mártires de la clase obrera en Chicago que fueron acusados falsamente por la policía por su participación en esta lucha. En Estados Unidos, el espíritu obrero de este día fue rescatado en 2006 cuando casi dos millones de trabajadores inmigrantes y partidarios de sus derechos tomaron las calles para exigir el cese de las deportaciones y la discriminación.

En los últimos años el gobierno de Estados Unidos ha provocado el despido de miles de trabajadores indocumentados a través de “redadas silenciosas”, ha establecido la revisión por la migra de las huellas digitales de cualquiera que se encuentre bajo custodia de la policía y ha conducido detenciones coordinadas y deportaciones de trabajadores que califican de “criminales”.

Hay que reconocer que este programa es parte de la criminalización de la clase obrera por los gobernantes capitalistas.

El ataque de la clase explotadora contra los trabajadores es una reacción a la crisis cada vez más profunda del sistema capitalista. Esta ha comenzado a engendrar resistencia, y por eso los patrones tratan de socavar nuestra unidad y solidaridad. Sus ataques contra aquellos de nosotros que no tienen “papeles apropiados” son un componente clave de esta ofensiva.

El blanco de su ofensiva anti-inmigrante son realmente todos los trabajadores. De la misma manera que usan el desempleo alto y persistente para aumentar la competencia por trabajos, usan a los nacidos en el extranjero como chivo expiatorio. Su meta es debilitar nuestra capacidad de montar una lucha eficaz contra su ofensiva para que carguemos con el peso de la crisis económica de su sistema capitalista y para intensificar el ritmo de explotación en todos los ámbitos y en el mundo entero.

Y mientras los dueños capitalistas intentan dividir y conquistar a los trabajadores en Estados Unidos para facilitar sus ataques contra nuestros salarios y condiciones de vida, buscan enfrentar a los obreros en Estados Unidos contra los de México o China, etcétera.

No es cuestión de inmigrantes contra los nacidos en Estados Unidos, o de trabajadores en Estados Unidos contra los de otros países. Es la clase de los patrones, la clase capitalista, apoyada por su ejército, su policía, y sus cortes, por un lado, y por el otro la clase obrera, los pequeños agricultores, y nuestros aliados —que representan la abrumadora mayoría de la humanidad.

Defender la lucha de los trabajadores inmigrantes en Estados Unidos —trabajadores que han demostrado ser una sección combativa de nuestra clase y cuyas experiencias fortalecen nuestras filas— es cuestión de vida o muerte para el movimiento obrero. Nuestra solidaridad a través de las fronteras nacionales establecidas por los capitalistas es la respuesta a la trampa que usan para enfrentar a un trabajador contra otro.

¡Legalización para los trabajadores indocumentados ya! ¡Extienda la solidaridad a todos los que luchan contra el enemigo común! ¡Un ataque contra uno es un ataque contra todos!  
 
 
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