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Vol. 74/No. 46      6 de diciembre de 2010

 
Washington despliega
tanques en Afganistán
(portada)
 
POR DOUG NELSON  
19 de noviembre—Las fuerzas bajo el mando de Washington están intensificando sus operaciones ofensivas en el sur de Afganistán en un esfuerzo por propinar golpes contundentes al Talibán antes del acostumbrado reflujo de combates durante el invierno. El uso de tácticas más drásticas, especialmente en la provincia de Kandahar, molesta a muchos afganos y ha provocado la crítica pública del presidente afgano Hamid Karzai.

El ejército norteamericano está usando por primera vez tanques M1 Abrams, comenzando con 16 en la provincia norteña de Helmand. Los tanques están equipados con cañones de 120 mm con la capacidad de demoler casas a una milla de distancia.

La ofensiva principal está centrada en los distritos que rodean a Kandahar, el lugar de origen y principal base del Talibán. Cerca de mil familias han huido de dos distritos al norte y al oeste de Kandahar en el último mes solamente. A medida que las tropas norteamericanas avanzaban y expulsaban a los combatientes del Talibán de nuevas áreas, les esperaban casas con bombas cazabobos. El ejército norteamericano ha respondido arrasando indiscriminadamente casas e instalaciones, que se estiman entre cientos y miles según el New York Times.

Los bombardeos aéreos y las repudiadas incursiones de comandos nocturnos en las casas de afganos han aumentado desde que el presidente Barack Obama remplazó al general Stanley McChrystal con el general David Petraeus como principal jefe militar. Las fuerzas especiales han llevado a cabo casi 1 600 incursiones de ese tipo en los últimos tres meses, aproximadamente un 200 por ciento más que en el periodo anterior al nombramiento de Petraeus, y seis veces más que el año pasado.

Las incursiones nocturnas y otras tácticas son pilares de la estrategia “contrainsurgente” de Petraeus dirigidas a reemplazar la influencia del Talibán por la de estructuras de poder locales y nacionales respaldadas por Washington.

Al sentirse presionado por muchos lados, Karzai pidió a Washington que reduzca sus operaciones militares, comenzando con el retiro de tropas el próximo año y el cese de las incursiones nocturnas. “Si se realiza alguna incursión, tiene que ser llevada a cabo por el gobierno afgano”, dijo en una entrevista con el Washington Post el 13 de noviembre.

Karzai también habló sobre las discusiones preliminares que tuvo con representantes de “muy alto” nivel del Talibán varios meses antes. “Se sienten como nosotros nos sentimos aquí, que mucha gente está sufriendo sin ninguna razón. Sus propias familias están sufriendo”. El mulá Mohammad Omar, ex jefe del gobierno Talibán en Afganistán, dijo que los informes sobre las conversaciones eran “rumores engañosos”.

Petraeus reprochó los comentarios de Karzai por debilitar los recientes logros contra el Talibán y no se presentó a una reunión programada con el presidente.

El ministro del exterior afgano Zalmay Rasoul también criticó la estrategia militar de Washington en una reunión reciente con el ministro del exterior iraní en Teherán que muestra los crecientes lazos entre los dos países, según informó el News Network International de Pakistán.  
 
 
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