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Vol. 74/No. 24      21 de junio de 2010

 
Corte debilita protección ‘Miranda’
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Dando un golpe contra los derechos de los trabajadores la Corte Suprema falló el 1 de junio en un dictamen de 5 a 4 que individuos que estén siendo interrogados por la policía deben afirmar verbalmente su derecho a permanecer en silencio, o de lo contrario la policía puede presumir que se abstienen de usar su “derecho de Miranda”. Esta decisión socava aún más la protección constitucional contra la auto incriminación y le otorga a la policía una libertad de acción más amplia durante las interrogaciones.

A consecuencia de un falló de la Corte Suprema de 1966, en el caso de un trabajador con el nombre de Ernesto Miranda, un sospechoso tiene el derecho a permanecer en silencio cuando este siendo interrogado por la policía y tiene el derecho a un abogado, incluso uno pagado por el estado si el acusado no puede costearlo. La policía debe informar a la persona de sus derechos antes de iniciar la interrogación. Si no lo hace, la información obtenida es inadmisible ante un tribunal.

En la decisión en el caso Miranda, la Corte Suprema hizo mención particular de los numerosos casos que habían escuchado sobre policías coaccionando “confesiones” por medio de golpizas y otras formas de intimidación.

En el caso actual, Van Chester Thompkins fue arrestado bajo sospecha de cometer un asesinato en Southfield, Michigan, y se le informó de sus derecho de Miranda. El optó por permanecer en silencio y no firmó una declaración descartando su derecho de Miranda. Sin embargo la policía lo siguió hostigando con preguntas por casi tres horas. Thompkins no les respondió.

Finalmente, respondiendo a tres preguntas: “¿Cree en dios?” “¿Oras a dios?” y “¿Oras a dios para que te perdone por matar a ese muchacho?,” Thompkins respondió “Sí”. Esta palabra se convirtió en la “prueba” que se usó en su juicio que lo declaró culpable de homicidio en primer grado. Luego una corte federal falló que el uso del comentario de Thompkins era inadmisible ante un tribunal. Sin embargo la Corte Suprema anuló esta decisión.

En la declaración de la mayoría del tribunal, el juez Anthony Kennedy dijo, “El hecho que Thompkins hizo una declaración tres horas después de recibir la advertencia Miranda, no supera el hecho que actuó de tal forma que indicaba que no iba a usar su derecho”. También dijo que la policía “no está obligada a obtener una renuncia” de un acusado “a su derecho a permanecer en silencio antes de interrogarlo”.

En una columna publicada en huffingtonpost.com, Charles Weisselberg, un profesor de derecho en UC Berkeley escribió, “La Corte Suprema ha transformado formalmente a Miranda de una regla que pretende proteger a los acusados a una que protege a la policía. Las protecciones de Miranda para los acusados ahora son en su mayor parte simbólicas. Mientras la policía haga sus advertencias, sus métodos de interrogación serán básicamente inmunes a una revisión legal”.

Weisselberg también observó que cuando Elena Kagan, la persona nombrada por el presidente Barack Obama para un puesto en la Corte Suprema, era procuradora general ella presentó una declaración de apoyo al Departamento de Justicia respaldando el uso de la “prueba” obtenida en la interrogación de Thompkins.

El dictamen de la Corte Suprema tuvo lugar unos meses después de otro fallo que declara que la policía puede realizar una segunda interrogación de un sospechosos que ha invocado sus derechos Miranda, si se realiza dos semanas después de haber sido puesto en libertad.  
 
 
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