Vol. 74/No. 8      1 de marzo de 2010

En 1999 los agricultores negros ganaron un acuerdo en una demanda colectiva que acusaba al USDA de haberles negado préstamos y otros servicios que estaban disponibles a agricultores blancos. Se le ordenó a la agencia gubernamental que pagara 50 mil dólares a cada agricultor negro perjudicado, le cancelara sus deudas y le diera un trato preferencial en futuras solicitudes de préstamos. El gobierno estafó a un 86 por ciento de los agricultores, negándoles el dinero con el pretexto de que no habían cumplido con la fecha límite para presentar sus documentos.

Los agricultores siguen reclamando lo que se les debe. En 2008 hasta 100 millones de dólares fueron incluidos en la Ley de Alimentos, Conservación y Energía para indemnizar a los agricultores que no cumplieron con la fecha límite. Pero ni siquiera estos fondos, que representan mucho menos que los 50 mil dólares por agricultor que había ordenado la corte, han sido aprobados en una ley de autorización de gastos públicos. El presidente Barak Obama presentó una solicitud de 1.15 mil millones de dólares para pagar a los agricultores, pero no ha dado seguimiento al asunto.

Las prioridades de la administración Obama son claras. El está solicitando agresivamente 159 mil millones de dólares para hacerles la guerra a los pueblos de Afganistán e Iraq. Su nuevo programa de “empleos” se centra en fondos de rescate para los bancos comunitarios y reducciones de impuestos para las empresas. Mientras los pequeños agricultores se esfuerzan por conseguir préstamos para poder continuar labrando la tierra, la administración Obama permite que los bancos pidan préstamos de la Reserva Federal con un interés de casi cero por ciento.

Al ponerse de pie y luchar, los agricultores negros están dando un ejemplo importante para otros agricultores que enfrentan la discriminación del USDA. Agricultores latinos, indígenas y mujeres han presentado demandas contra el USDA por haber cometido violaciones semejantes a las confrontadas por los agricultores negros. Una victoria para los agricultores negros será un avance en su lucha, y en la lucha de todos los pequeños agricultores por el derecho al crédito a bajo costo y el fin a las ejecuciones hipotecarias de sus tierras.
 
 
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