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Vol. 74/No. 8      1 de marzo de 2010

 
Washington exige sanciones
internacionales contra Irán
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
Mientras las celebraciones que tenían lugar en Iran el 11 de febrero de la revolución de 1979 que derrocó al monarca Mohammad Reza Pahlavi quien contaba con el apoyo de Washington, Washington anunció más sanciones internacionales contra Irán por su programa nuclear.

Las potencias imperialistas se han opuesto al proceso de enriquecimiento de uranio como parte del programa nuclear en Irán, que según ellos con el tiempo será utilizado para fabricar una bomba nuclear.

El día de la manifestación en Teherán, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones contra cuatro compañías iraníes supuestamente pertenecientes a los Pasdaran, la fuerza militar dominante del país. La acción del Tesoro congela activos que las cuatro compañías tienen en Estados Unidos y prohíbe que compañías norteamericanas tengan relaciones comerciales con ellas.

Los senadores John McCain y Joseph Lieberman introdujeron un proyecto de ley en el Congreso para sancionar los “abusos de los derechos humanos” en Irán. Los senadores Sam Brownback y John Cornyn introdujeron la Ley de Transición Democrática de Irán, que proveería ayuda no militar a grupos de oposición en Irán.

Cientos de miles de personas salieron las calles en ciudades iraníes para las celebraciones oficiales. Las fuerzas de seguridad lograron bloquear a la mayoría de los participantes que respondiendo a un llamado por políticos de oposición, planeaban presentar demandas por más derechos democráticos.

En la manifestación principal en Teherán, el presidente Mahmoud Ahmadineyad dio el discurso de apertura, enfocándose en el derecho de Irán a la energía nuclear y la libertad de la dominación imperialista. Dijo poco sobre los representantes de la oposición que compiten por gobernar el país capitalista y exigen la eliminación de restricciones sobre derechos democráticos.

Ahmadineyad declaró que Irán ya es un “estado nuclear”, diciendo que en los últimos días los científicos iraníes habían logrado 20 por ciento de enriquecimiento de uranio y eran capaces de enriquecerlo hasta en un 80 por ciento. Una bomba nuclear requiere uranio enriquecido a un 90 por ciento.

“Cuando decimos que no manufacturamos la bomba, lo decimos en serio”, dijo Ahmadineyad en el mitin. “La nación iraní es lo suficientemente valiente que si un día quisiéramos fabricar bombas nucleares lo anunciaríamos públicamente”.

La Agencia de Energía Atómica Internacional de Naciones Unidas dijo a reporteros que está monitoreando el proceso de enriquecimiento de 20 por ciento, pero sus inspectores no sabían si el enriquecimiento había tenido éxito.

El vocero de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo, “No creemos que tiene la capacidad” de enriquecer al 20 por ciento. El canciller francés Bernard Kouchner dijo que su gobierno no creía que Irán pudiera llegar al enriquecimiento del 80 por ciento por el momento. Pero tanto Washington como París señalaron al discurso de Ahmadineyad como una razón para acelerar la adopción de más sanciones de la ONU contra Irán.

Mir Hossein Mousavi y Mehdi Karroubi, ambos contrincantes de Ahmadineyad en las elecciones del pasado junio, habían llamado a sus partidarios a protestar el 11 de febrero para demandar la libertad de los prisioneros políticos y de la prensa, el derecho a formar partidos políticos y elecciones libres.

El gobierno iraní hizo un llamado por la “unidad” el día del aniversario mientras amenazaba medidas enérgicas contra cualquiera que mencionara el tema de los derechos democráticos durante los eventos. Varias personas fueron arrestadas en los días previos al aniversario, algunas acusadas de conspirar para interrumpir el aniversario de la revolución impulsado por Estados Unidos, una medida destinada a intimidar a los manifestantes.

Varios sitios web de grupos de oposición informaron que fuerzas pro-democracia se presentaron en las ciudades de Shiraz, Ahwaz, Isfahan y Mashhad. En Teherán, las fuerzas de seguridad bloquearon la entrada al lugar oficial de la reunión para la mayoría de los sospechosos de simpatizar con la oposición y dispersaron a grupos de manifestantes antes de que crecieran. Grupos de cientos, cuando más, se reunieron y corearon consignas, según los medios de prensa. Es la primera vez desde que la oposición empezó a usar celebraciones nacionales para organizar manifestaciones, que el gobierno ha logrado movilizar más personas que ellos.  
 
 
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