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Vol. 73/No. 49      21 de diciembre de 2009

 
Miles de estudiantes
protestan en Irán
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
Decenas de miles de estudiantes y sus partidarios realizaron manifestaciones en contra del gobierno en muchas ciudades de Irán el 7 de diciembre. Eran muchos más que el número de partidarios del régimen que salieron a las calles. Las protestas fueron parte de las movilizaciones populares que jóvenes iraníes han estado realizando para exigir más derechos democráticos y libertades políticas.

El 7 de diciembre se celebra el Día de los Estudiantes desde el año 1953, cuando tres estudiantes de la Universidad de Teherán fueron muertos por tropas leales al shah de Irán. Tres meses antes, la CIA había ayudado a organizar un golpe de estado para reinstaurar al poder al shah, el rey. Los tres estudiantes protestaban la visita tras el golpe del entonces vicepresidente norteamericano Richard Nixon.

Este año, en vísperas de la movilización anual, el régimen detuvo a muchos líderes estudiantiles y advirtió públicamente que no se tolerarían manifestaciones de oposición. El 5 de diciembre la policía en Teherán arrestó a más de 20 mujeres cuyos hijos habían sido muertos por las fuerzas de seguridad durante manifestaciones de oposición el verano pasado, informó el New York Times. Las madres organizan una vigilia cada sábado en el Parque Laleh. Los activistas no desistieron, y prepararon protestas para el 7 de diciembre centradas el los recintos universitarios, donde se prohíbe la entrada a las fuerzas armadas.

La agencia de noticias France-Presse reportó que un grupo estudiantil de la Universidad Amir Kabir en Teherán, que se llama “Estudiantes verdes de las universidades iraníes”, emitió a través del internet un llamado al público general a que participara en las protestas estudiantiles. Verde fue el color de la campaña electoral presidencial de Mir Hossein Mousavi, quien retó al presidente Mahmoud Ahmadinejad en las elecciones del junio pasado. Manifestaciones exigiendo derechos democráticos y contra el fraude electoral estallaron después de que el gobierno declaró que Ahmadinejad había ganado las elecciones, y han continuado desde entonces, sobre todo en días festivos nacionales.

Tuvieron lugar manifestaciones en ocho universidades en Teherán, además de muchas otras ciudades, incluyendo Tabriz, la capital de Azerbaiján Oriental, territorio del pueblo oprimido azeri. Mil personas se manifestaron en la universidad de Sanandaj y otros tantos en Kermanshah, ambas ciudades kurdas. Videos en YouTube también mostraron una protesta en una escuela secundaria para mujeres en Isfahan.

El Wall Street Journal reportó que “según informes, miles de ciudadanos comunes en Tehran, Shiraz e Isfahan se congregaron afuera de las recintos universitarios coreando a los estudiantes adentro, ‘No teman, no teman, estamos con ustedes’”.

Los manifestantes corearon consignas no solo contra el presidente Mahmoud Ahmadinejad sino también contra Ali Khamenei, conocido como el Líder Supremo, y el personaje de mayor autoridad del régimen. Desde 1979 ha sido tabú cuestionar, y mucho menos criticar, cualquier acción del Líder Supremo. Pero una de las consignas el 7 de diciembre fue “Khamenei es asesino —su gobierno es ilegítimo”.

Otras consignas exigían la libertad de los presos políticos. Alrededor de 80 de los detenidos durante las protestas de este verano han recibidos condenas de hasta 15 años. Cinco han recibido la pena de muerte.

Algunos manifestantes corearon “separar le religión y la política: ésta es nuestra demanda”. Muchos llevaban banderas iraníes sin el emblema religioso islámico que fue añadido por el gobierno capitalista dominado por clérigos que asumió el poder después del shah.

Las acciones también se destacaron por su desafío al Basij, una milicia “civil” que opera bajo el mando de las fuerzas de seguridad del país, y que se utiliza para atacar a manifestantes. En una universidad, los estudiantes ondulaban billetes frente a los matones del Basij y gritaban, “¡Que se vayan los mercenarios!”

La mayoría de la prensa iraní trató de descartar la envergadura y militancia de las protestas.

Más de 200 personas, entre estas unas 50 mujeres, fueron arrestadas el 7 de diciembre, según un anuncio de la policía. El procurador principal de Irán, Gholam Hossein Mohsen, anunció que “no habrá tolerancia” para más manifestaciones de oposición y que se castigarían a los manifestantes y a sus familias.

Es poco probable que las amenazas intimiden a los que se oponen al régimen, cuya confianza en si mismos ha aumentado. Se esperan marchas antigubernamentales a mediados de diciembre, un periodo de festividades religiosas, y en febrero durante la celebración anual de la revolución de 1979.  
 
 
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