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Vol. 71/No. 7      19 de febrero de 2007

 
‘¿No papeles? ¡No problema!’
Inmigrantes, otros trabajadores en Texas resisten
ataques contra derechos por patrones y gobierno
(portada)
 
POR JACQUIE HENDERSON
Y STEVE WARSHELL
 
HOUSTON—"No papeles?, No problema!", dicen unos rótulos frente algunos de los complejos de apartamentos en esta ciudad que se encuentran solicitando nuevos inquilinos. Los rótulos son evidencia del creciente tamaño y del mayor peso social y político de un creciente sector de la clase trabajadora en Estados Unidos, los inmigrantes indocumentados. Un número cada vez más grande de ellos viven y trabajan a ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México y muestran su determinación de luchar por sus derechos.

Según funcionarios del estado, la cantidad de inmigrantes indocumentados en Texas ha aumentado en 270 mil en los últimos cinco años, alcanzando un total de aproximadamente 1.4 millones, o el seis por ciento de la población del estado.

El amplio sentimiento de que estos inmigrantes son trabajadores, y no criminales, se expresa de muchas formas. “Aceptamos pesos” dice un letrero en un restaurante popular en esta ciudad, Pizza Patron. Con base en Dallas, hay cinco de ellos en Houston. “A muchas personas les gusta poder usar sus pesos [mexicanos] aquí,” comentó Francisco Gutiérrez, “y les gusta el trato también”. El letrero también ha causado que algunos reaccionen sugiriendo que esos clientes “deberían regresarse a México”, dijo Gutiérrez, quien trabaja en Pizza Patron.

Cuando Uriel Aguirre recogió su pizza en el restaurante el 1 de febrero, le dijo al Militante que él ha vivido en Houston, trabajando en la construcción por casi seis años y que recientemente había regresado a su casa en Querétaro, México. “Pensé que regresaría aquí en un par de semanas”, dijo, “pero resultó ser casi un año trabajando en una fábrica de materiales eléctricos alla y ayudando en la casa hasta que la salud de mi papá mejoró”.

Aguirre habló sobre la redada y arresto de 53 trabajadores inmigrantes el 31 de enero en la compañía Solid Waste Management en Humble, un suburbio de Houston. (Ver foto en la página 3). “La migra llega con carros blindados y helicópteros y ¿qué es lo que logran?” preguntó. “Separan a los padres de sus hijos y tratan de aterrorizarnos y humillarnos a todos. La gente necesita tomar acción de nuevo”, dijo en referencia a las masivas manifestaciones y paros laborales de la primavera pasada.

Trabajadores inmigrantes indocumentados, que vienen principalmente de México y América Central, pagan 1.58 mil millones de dólares al año en impuestos y honorarios, según un informe reciente del controlador estatal, quien también concluyó que la ausencia de los inmigrantes “ilegales” reduciría 17.7 mil millones de dólares al año del producto bruto estatal. El informe afirma que la presencia de trabajadores indocumentados le costó al estado 1.16 mil millones de dólares en 2005: 968 millones en educación, 50 millones en servicios de salud, y 131 millones en costos de cárceles.

Cerca del 70 por ciento de los 23 mil partos en los hospitales públicos de Houston y Dallas en 2005 fueron de madres inmigrantes indocumentadas. Actualmente hay 135 mil niños indocumentados en las escuelas públicas de Texas.

Una docena de propuestas de ley de inmigración están pendientes en la legislatura estatal. Entre estas se encuentran medidas que le negarían acceso a los programas de servicios sociales estatales a los niños nacidos en Texas de padres inmigrantes indocumentados, prohibiría las matrículas estatales a los hijos de residentes indocumentados, requeriría prueba de ciudadanía para poder votar, e impondría un impuesto al envío de dinero de Texas a México o América Latina.

El año pasado los mexicanos que trabajan en el exterior enviaron una cantidad record de 25 mil millones de dólares al país, principalmente desde Estados Unidos, según un informe publicado el 2 de febrero por el Banco Interamericano de Desarrollo. La cifra representa un aumento del 25 por ciento respecto a la cifra del 2005 y un 80 por ciento a la del 2003.

Actualmente a los inmigrantes sin documentos de residencia legal, se les niega acceso a los servicios de Medicare y Medicaid, asistencia monetaria, el Programa de Seguro Médico para Niños de Texas, estampillas de comida, Ingreso de Seguro Social suplemental, vivienda pública, cuidado de niños y programas de empleos para los de bajo ingreso.

En Farmers Branch, un suburbio de Dallas con 27 mil residentes, el consejo de la ciudad votó unánimemente en noviembre prohibir el alquiler de apartamentos a inmigrantes indocumentados a partir del 12 de enero. Ante las protestas, la medida fue bloqueada el 11 de enero cuando un juez estatal emitió una orden de restricción temporal al procesar una de las cuatro demandas legales que fueron sometidas en contra la ley. El 22 de enero el consejo de la ciudad aprobó una modificación que exime a los niños y a los ancianos de la prohibición. Esta debe ser ratificada por un voto general de la ciudad en mayo.

Cómo parte de la respuesta contra estos ataques un número de inmigrantes simplemente se han mudado al otro lado de la carretera a Dallas, en donde los caseros han estado pasando volantes que declaran "¿No papeles? ¡No problema!"

“Estas leyes y estas redadas no cambian el hecho de que estamos aquí”, dijo Bernardino Flores en una entrevista el 3 de febrero. “Me han deportado dos veces, y ahora estoy aquí para quedarme”.  
 
 
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