En ocasión del 60 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea… [a]firmamos nuestra solidaridad con la República Democrática Popular de Corea y con la lucha del pueblo coreano por restaurar una Corea unida y soberana, dividida a la fuerza por Washington en 1945.

Nos oponemos al curso arrogante y hostil de Washington—bajo el manto de las llamadas conversaciones entre seis partes—de presionar a la RDPC para que renuncie a su derecho de desarrollar la tecnología e instalaciones nucleares requeridas para impulsar un desarrollo agrícola e industrial acelerado. Los países imperialistas de Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania y el Reino Unido—que juntos producen cerca del 70 por ciento de toda la electricidad mundial generada con energía nuclear—tratan con desdén los más elementales derechos de soberanía nacional, conforme decretan cuáles países pueden, y cuáles no, desarrollar formas particulares de producir energía….

Hoy, desde dentro de la vanguardia de la clase trabajadora, observamos un cambio en la situación política de Estados Unidos, a medida que números crecientes de trabajadores—tanto quienes ya están sindicalizados, como los que buscan organizar sindicatos, y aquellos que simplemente deciden que es hora de luchar y defenderse o de ser aplastados hasta morir—resisten las consecuencias demoledoras que la competencia capitalista cada vez más intensa tiene sobre sus salarios, condiciones de trabajo, sobre el derecho a la atención médica y las prestaciones de jubilación. Junto a otros trabajadores y agricultores, así como a jóvenes que se ven atraídos a esta resistencia, estos trabajadores hacen más que buscar vías eficaces para poner coto al menoscabo de los niveles de vida y condiciones de trabajo que desde hace años realizan los patrones. También se muestran cada vez más receptivos hacia respuestas proletarias claras, hacia respuestas comunistas sobre por qué los ataques patronales contra el pueblo trabajador y contra el movimiento laboral se siguen acelerando: no solo dentro, sino también fuera del país. Receptivos hacia el hecho de que los trabajadores pueden llegar a ser hacedores de la historia, no solo simplemente sus víctimas.

El Partido Socialista de los Trabajadores y la Juventud Socialista explicamos que las condiciones de depresión que se esparcen y las guerras y preparativos de guerra en expansión, que hoy día enfrenta la humanidad, son resultado inevitable del funcionamiento del sistema capitalista mundial. Y señalamos a la persistente partición impuesta a su país como un resultado de la culminación sangrienta y rapaz de la última crisis de envergadura del imperialismo mundial: que concluyó en la dominación fortalecida de Washington sobre sus rivales Aliados tras concluir la Segunda Guerra Mundial.

En ocasión del 60 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea, exigimos el fin de las amenazas por parte de Washington y demás potencias imperialistas contra la RPDC, el retiro de las tropas estadounidenses y de las armas nucleares estadounidenses de todo tipo de su suelo y de sus aguas, el apoyo a su llamado por la desnuclearización de la península coreana, y el cese del uso de los alimentos y de la energía como armas políticas contra el pueblo coreano. Estamos comprometidos en apoyar la restauración por el pueblo coreano de un país unido y soberano y seguimos estando seguros de que ¡Corea será una!  
 
 
Front page (for this issue) | Home | Text-version home