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Vol. 81/No. 18      8 de mayo de 2017

 
(especial, reseña)

Linchamiento de Emmett Till inspiró lucha
contra segregación

 
The Blood of Emmett Till (La sangre de Emmett Till) por Timothy Tyson. 291 páginas. Simon & Schuster, 2017. En inglés.

POR ILONA GERSH  
Este nuevo libro relata la historia del brutal linchamiento de Emmett Till, un joven negro de 14 años de edad proveniente de Chicago que estaba pasando parte del verano de 1955 con parientes en Mississippi. La valiente respuesta a su asesinato, comenzando con la decisión de la madre de Till de que se exhibiera su cuerpo torturado en un ataúd abierto, ayudó a inspirar al movimiento de masas para poner fin a la segregación racial Jim Crow.

Ciertamente tuvo un gran impacto en mi vida, creciendo en un vecindario que era en gran parte negro en el South Side de Chicago, cerca de donde creció Till.

El 24 de agosto de 1955, después de trabajar en el campo, Emmett y otros jóvenes fueron a una tienda en la pequeña ciudad rural de Money, Mississippi. Lo atendió Carolyn Bryant, que era propietaria de la tienda con su esposo Roy Bryant. La historia que se difundió fue que Till la agarró y le silbó fuera de la tienda.

Cuatro días después, en medio de la noche, Roy Bryant y su cuñado, J.W. Milam, secuestraron a Till y amenazaron con matar a cualquiera que dijera algo. Lo golpearon con una pistola, le dispararon en la cabeza, ataron a su cuello un ventilador de 75 libras con alambre de púas y tiraron su cuerpo al río Tallahatchie.

Yo tenía 6 años de edad en 1955. El libro de Tyson describe lo segregado que era Chicago (y aún lo es). Recuerdo los ataques racistas contra los negros que vivían en el proyecto habitacional South Side Trumbull Park Homes y en las playas del lago Michigan. Un verano mis amigos, en su mayoría negros, y yo fuimos apedreados por adolescentes blancos en Rainbow Beach. Hubo grandes protestas en la comunidad negra contra este tipo de violencia racista. Participantes, incluyendo mi madre, se identificaban con el movimiento por los derechos civiles que estaba teniendo lugar en el sur de Estados Unidos.

El linchamiento de Till fue parte de una ola de terror racista que azotó al sur de Estados Unidos en respuesta a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Brown v. Junta Educativa de 1954 que prohibió la segregación racial en las escuelas públicas. El libro describe las actividades que con el consentimiento del gobierno, realizaban los miembros del segregacionista Consejo de Ciudadanos Blancos, quienes se oponían a la creciente lucha para acabar con la segregación racial Jim Crow, .

El movimiento por los derechos de los negros creció a pesar de las dificultades, aparentemente insuperables, y ganó. Las protestas respondieron a los linchamientos. El movimiento por los derechos civiles ganó apoyo en la clase trabajadora por todo el país. Las movilizaciones crecieron y comenzaron a llegar a todas las ciudades y pueblos del sur —y muchos del Norte. Los días de Jim Crow estaban contados.

En una entrevista con Tyson en 2008, Carolyn Bryant admitió que había mentido sobre Till. Que nunca la “agarró por la cintura y le dijo obscenidades”, como había dicho en el juicio de Bryant y Milam, que fueron declarados inocentes. “Dices estas historias durante tanto tiempo que comienzan a parecer ciertas”, le confesó a Tyson, “pero esa parte no es verdad”. Más de 50 años después del juicio Bryant admitió que, “nada de lo que ese chico hizo podría justificar jamás lo que le sucedió”.

Quiero creer que con el tiempo tuvieron un impacto en ella los efectos del fin de la segregación Jim Crow y el descenso del racismo en Estados Unidos.

Luchadores por dignidad humana

“Para los ojos de la minoría que son ricos y poderosos, y que se benefician del sistema Jim Crow en el sur, y los de los desmoralizados y depravados que los siguen, un negro que no tiene miedo, que cree que es un igual, es un enemigo envenenado que debe ser destruido”, dijo el Militant en un editorial del 23 de enero de 1956. “Los combatientes por la dignidad humana son los productos más finos que puede producir una nación”.

La historia de Emmett Till es una historia de la respuesta valiente de la gente común: su madre, Mamie Till-Mobley, mecanógrafa y maestra; su tío, Moses Wright, aparcero de Mississippi; Willie Reed, un joven aparcero; y otros.

El ataúd que contenía el cuerpo de Emmett Till volvió a Chicago clausurado con clavos y se le instruyó a la madre que no lo abriera. Ella le dijo a la funeraria que si no lo abrían, ella conseguiría un martillo y lo haría ella misma. “Dejen que la gente vea lo que yo he visto”, dijo.

Según el Chicago Defender, 250 mil personas hicieron cola en la iglesia en la que el ataúd abierto permaneció cuatro días. Mi madre me llevó allí; la cola serpenteaba a través del vecindario por cuadras y cuadras.

Tyson describe lo que el ataúd reveló: “La enorme lengua parecía como si lo hubieran estrangulado. Su ojo derecho estaba sobre su mejilla, colgando del nervio óptico, y no quedaba nada del ojo izquierdo. El puente de su nariz estaba hecho añicos, como si le hubieran dado con un hacha para cortar carne, y la parte superior de su cabeza estaba partida de oreja a oreja. El agujero de la bala detrás de la sien dejaba pasar la luz un lado al otro”.

Aunque estuvimos parados en la cola durante muchas horas como protesta contra el asesinato, mi madre no me llevó dentro de la funeraria. Al igual que muchos miles de personas, tenía miedo de lo que íbamos a ver. Más tarde, como millones de otras personas, vi las fotos que mostraban la mutilación de la cara de Till en la revista Jet.

Tyson describe una protesta en Nueva York. “Atascados en el distrito de la confección en la calle 36 entre la séptima y la octava, los veinte mil manifestantes rugieron su aprobación cuando Adam Clayton Powell, Jr. propuso un boicot nacional a los productos de Mississippi y una marcha en Washington en enero para exigir que el Congreso finalmente aprobara un proyecto de ley contra los linchamientos”.

Puede obtener más información sobre cómo se desarrollaron estas acciones y el crecimiento —y la victoria— de las batallas contra la segregación Jim Crow en las páginas del Militant. Se pueden encontrar en themilitant.com.

Ilona Gersh es miembro del Partido Socialista de los Trabajadores en Chicago.
 
 
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