El Militante (logo)  

Vol. 80/No. 47      19 de diciembre de 2016

 
(portada)

Caravana de la Libertad moviliza a millones en Cuba

 
POR MAGGIE TROWE
A través de su ejemplo, Fidel Castro demostró al pueblo cubano —y por extensión, al pueblo trabajador del mundo— “que sí se pudo, sí se puede y se podrá superar cualquier obstáculo, amenaza o turbulencia en nuestro firme empeño de construir el socialismo en Cuba”, dijo Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente del Consejo de Estado y de Ministros, dijo a la masiva concurrencia en Santiago de Cuba el 4 de diciembre. El acto fue celebrado en homenaje a la vida y obra del dirigente revolucionario cubano Fidel Castro, quien falleció el 25 de noviembre. (Ver discurso en esta edición.)

El evento fue la culminación de una semana durante la cual millones de trabajadores y jóvenes reafirmaron su compromiso con la revolución y discutieron sobre cómo mantener sus valores de internacionalismo, solidaridad e incondicional oposición al imperialismo norteamericano.

En el acto también hablaron dirigentes de las organizaciones de masas del pueblo cubano. Los jefes de estado de Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Sudáfrica estaban entre los invitados internacionales en la tribuna. La administración de Barack Obama, la undécima administración norteamericana que ha intentado derrocar a la Revolución Cubana, no envió un representante.

“Fidel defendió incondicionalmente las ideas revolucionarias y los principios de justicia social”, dijo Ulises Guilarte, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, a los presentes.

“La clase trabajadora cubana no solo encontró solución a sus reivindicaciones laborales” a través de la revolución dirigida por Fidel, dijo Guilarte, “sino que se convirtió en un actor protagónico de las transformaciones que demandaba la construcción del nuevo proyecto social”.

“Los jóvenes cubanos asumimos una sola orden: Cuidar siempre esta revolución”, dijo Susely Morfa, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas. “Juramos luchar mientras exista el imperialismo y con la guía certera de nuestro partido no fallaremos”.

“Nos impulsaste a unirnos y a organizarnos para constituirnos en una fuerza multiplicadora de todo nuestro potencial”, dijo Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas. “‘Una revolución dentro de la revolución’. Así definiste la participación de las mujeres”.

La revolución proporcionó a las mujeres cubanas “la posibilidad de convertirnos en seres humanos plenos”, dijo la dirigente, arrancando de raíz los “lustros de discriminación, exclusión e ignominia”.

“La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana seguirá consolidando la unidad generacional de los combatientes”, dijo el General de División José Antonio Carrillo, presidente de la asociación. “Con los pinos nuevos y los pinos viejos, formando un formidable haz”. Esta organización agrupa alrededor de 300 mil combatientes cubanos de la luchas revolucionarias en Cuba e internacionalmente.Rafael Ramón Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Jennifer Bello, presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria, Miguel Barnet, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y Carlos Rafael Miranda, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución, también hablaron en el acto.

“Ante los restos de Fidel”, dijo Raúl Castro al concluir, “¡Juremos defender la patria y el socialismo”. (La plaza resonó con gritos de “¡Juramos!)

Citando las palabras de Antonio Maceo, Castro agregó: “¡Quien intente apropiarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha!”

El homenaje en Santiago tuvo lugar al final de una Caravana de la Libertad de cuatro días que trajo las cenizas de Fidel desde La Habana, siguiendo en reversa la ruta tomada en enero de 1959 por unidades del victorioso Ejército Rebelde dirigidas por Fidel Castro después de que el dictador Fulgencio Batista huyó derrotado.

La lucha revolucionaria comenzó cuando Fidel Castro, Raúl Castro y decenas de otros combatientes asaltaron el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953, con el fin de movilizar al pueblo trabajador en una lucha revolucionaria contra la dictadura. Decenas de ellos fueron abatidos y Fidel fue capturado y enjuiciado. Su alegato, sacado de contrabando de la cárcel y ampliamente difundido bajo el título, “La historia me absolverá”, fue utilizado por los revolucionarios para forjar el Movimiento 26 de Julio, el cual dirigió la lucha por el poder hasta su victoria.

Millones de personas salieron a saludar la caravana. Miles se alinearon en las calles de Santa Clara, Camagüey y otras ciudades y otros se colocaron en posición de firmes a las orillas de la carretera en las áreas rurales. Algunos vinieron montados a caballo.

El Miami Herald tuvo que admitir el 3 de diciembre que “había un entusiasmo palpable” en Santiago y en los pueblos a lo largo de la carretera central donde se alineó la multitud para recibir la caravana.

La Revolución Cubana sirve de ejemplo para los trabajadores, agricultores y jóvenes del mundo.

Una carta enviada a Raúl Castro por Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores concluye diciendo, “Con inquebrantable confianza en la clase trabajadora y sus aliados, seguiremos organizando y actuando de acuerdo con la trayectoria que Fidel presentó sin vacilación al mundo en 1961, un mes antes de la victoriosa batalla de Playa Girón: ‘Primero se verá una revolución victoriosa en los Estados Unidos que una contrarrevolución victoriosa en Cuba’”.
 
 
Artículos relacionados:
Cuba seguirá su empeño por construir el socialismo
Tributo a Fidel fortalece la revolución
Raúl: ‘Fidel demostró que sí se puede y sí se podrá’
 
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto