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Vol. 80/No. 27      25 de julio de 2016

 
(especial)

Persiste impacto de recortes de Clinton a
asistencia social

 
POR ARLENE RUBINSTEIN
Hace veinte años, el presidente William Clinton cumplió su brutal promesa de “terminar con la asistencia pública tal y como la conocemos”. La nueva ley estaba dirigida especialmente a las mujeres solteras de clase trabajadora. A pesar de que Clinton dijo que la ley las “ayudaría a hacer la transición de la asistencia pública al trabajo”, sus consecuencias ha sido más pobreza, inseguridad y crisis social para millones de mujeres de la clase trabajadora y sus hijos.

La Ley de Reconciliación de la Responsabilidad Personal y la Oportunidad de Trabajo de 1996 fue tomada en su totalidad —incluso su nombre— del llamado Contrato con América promovido por el congresista republicano Newt Gingrich. Fue solo una de varias leyes aprobadas en 1996 que forman parte del legado anti obrero de Clinton. Para los gobernantes capitalistas de Estados Unidos, esta ley es, hasta ahora, su logro más importante en sus esfuerzos para socavar el sistema de Seguridad Social.

La ley resultó en la abolición de la llamada “Ayuda a Familias con Hijos Dependientes”, legislación creada para “proteger contra infortunios” como parte clave de la Ley de Seguridad Social de 1935. Esta ley se ganó como un subproducto de las luchas de los trabajadores en ese entonces y se extendió como resultado de la presión del movimiento por los derechos civiles y las protestas de masa que realizaron los afroamericanos en la década de 1960.

La ley fue reemplazada con el programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas, que estableció un límite máximo de cinco años para poder recibir asistencia, aunque cada estado podía establecer un límite aún más corto. La nueva legislación requería que la mayoría de los adultos que recibieran asistencia tenían que trabajar al menos 30 horas a la semana, con o
sin salario.

A diferencia de Ayuda a Familias con Hijos Dependientes —de acuerdo a la cual el gobierno federal asignaba más dinero si aumentaba el número de personas que necesitaba ayuda— bajo la nueva ley se le daba a los estados una subvención fija. En lugar de entregar toda la ayuda en forma de dinero, se le permitía a los estados usar un porcentaje creciente de los fondos para programas para prevenir “embarazos fuera del matrimonio” y fomentar la formación de “familias que cuenten con dos padres.”

La nueva ley resultó en una reducción dramática del número de familias recibiendo asistencia social monetaria, de 4.7 millones en 1996, a 1.7 millones en 2014. Esta fue la primera vez que una categoría entera de trabajadores —madres solteras y sus hijos —dejo de recibir las protecciones garantizadas desde que se aprobó la ley en 1935.

En 2008 el entonces candidato presidencial Barack Obama dijo en un foro que inicialmente se había opuesto al proyecto de ley, pero quedó “absolutamente convencido” de que “la reforma de la asistencia pública” tiene que continuar siendo una “pieza central de cualquier política social”.

Hillary Clinton no vaciló. “Ahora que hemos dicho que estas personas ya no son holgazanes —de hecho, ahí están siendo productivas— ¿Cómo las mantenemos allí?”, dijo en 2002.

En un editorial el 28 de mayo el Washington Post afirmó que la reforma de los Clinton “ha sido ampliamente vindicada y goza de un amplio apoyo bipartidista” y que ha resultado en un aumento en el empleo de mujeres. El Post admitió que “la tasa nacional de pobreza ha aumentado gradualmente al nivel que tenía antes de la reforma, y que gran parte del aumento ha ocurrido entre los más pobres de los pobres”.

El Post no menciona que estos trabajos eran en su mayoría de salarios bajos, no sindicalizados, o que cualquier aumento en el número de mujeres solteras que trabajan se debió al aumento de la contratación en general. El aumento no duró mucho. La tasa de participación laboral de las mujeres alcanzó el 60 por ciento en 1999, por arriba del 59.1 por ciento en 1996, pero para 2010 ya estaba por debajo del nivel de 1996 y desde entonces ha ido disminuyendo hasta alcanzar el 56.8 por ciento hoy en día.

Solo el 26 por ciento de las familias que se encuentran por debajo del nivel oficial de pobreza en Estados Unidos reciben ayuda monetaria hoy en día, muy por debajo del 68 por ciento en 1996.

Algunos gobiernos estatales no estaban satisfechos con el límite de cinco años. El gobernador de Kansas, Sam Brownback, redujo el límite en ese estado a 24 meses este pasado mayo. En 2015 Arizona fue el primer estado en imponer un límite de 12 meses. La asistencia mensual máxima en Arizona es de 278 dólares para una familia de tres. En Mississippi es solo 170 dólares.  
 
 
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