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Vol. 80/No. 18      9 de mayo de 2016

 
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Puerto Rico: para pagar la deuda aprietan a trabajadores

 
POR SETH GALINSKY
El gobierno colonial de Puerto Rico declaró un “estado de emergencia fiscal” el 5 de abril y autorizó al gobernador Alejandro García Padilla, la imposición de una moratoria en el pago de su deuda de 72 mil millones de dólares. La revista Fortune publicó un artículo con un titular en el que proclamaba “Puerto Rico ha decidido que no necesita pagar sus deudas”.

Pero la medida temporal es simplemente una maniobra para lograr un acuerdo más favorable que el llamado plan de rescate que se debate en el congreso de EE.UU. Propuesto por los republicanos y respaldado por algunos demócratas, este plan establecería una comisión de control fiscal nombrada por Washington, que decidiría qué deudas se tienen que pagar primero y tendría el poder de imponer “recortes de pelo” a los tenedores de bonos, el equivalente a una bancarrota.

La demanda principal de García es que un número mayor de capitalistas puertorriqueños estén representados en esta comisión.

“Muchos de los bonistas compraron [los bonos] a mitad de precio”, dijo por teléfono el trabajador hospitalario jubilado Luis Padilla, desde Aguadilla, Puerto Rico, el 9 de abril. “Pero quieren que les paguen al 100 por ciento. No va a quedar dinero para pagar a la policía, las pensiones de los maestros. No les interesa el pueblo”.

Algunos tenedores de bonos que se oponen a la bancarrota porque les preocupa que sus competidores reciban sus pagos primero, están amenazando con entablar una demanda. Pero Investor’s Business Daily aduce que Puerto Rico necesita un “alivio de la deuda”, señalando que la opción está “entre el orden y el caos”.

Un editorial en el Wall Street Journal el 7 de abril llamó al congreso a que “imponga amor doloroso a cambio de alivio”, una declaración bastante arrogante dado el historial imperialista de Washington en la isla.

Desde que el ejército de Estados Unidos tomó el control de Puerto Rico en 1898, el imperialismo norteamericano ha saqueado miles de millones de dólares de los recursos de la isla y el trabajo de sus trabajadores y agricultores.

Washington ha promovido la expansión de empresas azucareras norteamericanas, que han desplazado a muchos pequeños agricultores de sus tierras. Alrededor del 85 por ciento de las frutas y vegetales consumidos en la isla son importados de Estados Unidos.

En 1920 el congreso aprobó la ley Jones que obligaba que todo el transporte marítimo de mercancía a Puerto Rico se realice con barcos de propiedad norteamericana. Durante la década de 1940, Washington comenzó a otorgar a las compañías estadounidenses en Puerto Rico grandes reducciones en sus impuestos federales y locales.

Después de la victoria de la Revolución Cubana en 1959, la fama de Puerto Rico como “el pariente pobre del Caribe” se convirtió en una fuente de vergüenza para los gobernantes capitalistas de Estados Unidos. Washington extendió las leyes del salario mínimo federal a la isla y brindó reducciones de impuestos adicionales a las compañías norteamericanas allí, como parte de un intento para transformar a Puerto Rico en su “muestra de democracia” para combatir la atracción de los trabajadores y agricultores de la región hacia la Revolución Cubana. En 1976 el gobierno federal eximió completamente a las compañías norteamericanas en la isla del pago de impuestos corporativos .

De 1996 a 2005, Washington ha suprimido muchas de estas reducciones de impuestos, acelerando el impacto de la crisis económica mundial y subrayando una vez más que Puerto Rico es una colonia sin voz en sus propios asuntos.

Aunque Puerto Rico sigue siendo un centro mundial de la manufactura farmacéutica, las empresas de esta industria han reducido drásticamente su fuerza laboral de 20 mil trabajadores en 2000 a menos de 11 mil en 2014. El empleo total en la producción se ha reducido en más de un 24 por ciento de 2007 a 2012.

Puerto Rico nunca se recuperó de la recesión de 2006, y su economía se ha contraído nueve de los diez últimos años. El gobierno ha despedido a miles de empleados públicos, aumentó la edad de jubilación y los impuestos a las ventas al pormenor, recortó las pensiones y aceptó más préstamos para pagar la deuda.

Destripando los fondos de pensiones

Para continuar pagando a los tenedores de bonos, el gobierno ha recortado también sus pagos al fondo de pensiones. Según Reuters, el principal fondo de pensiones para 330 mil trabajadores y jubilados “está virtualmente sin un centavo … con alrededor de 1 800 millones de dólares en activos para pagar 48 mil millones en obligaciones”.

Más de 1 200 personas salen de la isla hacia Estados Unidos cada semana, especialmente jóvenes y profesionales de clase media.

“Un montón de fábricas se han ido y los jóvenes no tienen trabajo”, dijo el ganadero Armando Arcelay al Militante por teléfono desde Aguadilla, Puerto Rico, el 11 de abril. “Donde yo vivo, había 70 casas, ahora 10 están abandonadas. Los jóvenes emigran para Florida”. El desempleo oficial en Puerto Rico es del 11.8 por ciento, más del doble del promedio en Estados Unidos.

Hay miles de pequeños ganaderos en la isla, muchos de ellos cuentan solo con 20 a 25 cabezas de ganado, dijo Arcelay, pero los mataderos han comenzado a retrasar los pagos por su ganado y el crédito es más difícil de conseguir.

“Antes el 20 por ciento de la producción de carne era local”, dijo. “Ahora somos el 5 por ciento”.

A pesar de la epidemia del virus Zika transmitida por mosquitos, señala Arcelay, el gobierno municipal ha dejado de fumigar con pesticidas. “Dicen que no hay dinero para fumigar”.

“El gobierno no hizo uso correcto de los préstamos”, dijo Arcelay. “Pero eso no es culpa de las futuras generaciones”.  
 
 
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