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Vol. 80/No. 16      25 de abril de 2016

 

Paro de un día contra despidos en bodega de
Los Angeles

 
POR DENNIS RICHTER
Y BERNIE SENTER
LOS ANGELES—Alrededor de 40 trabajadores de almacén organizaron una huelga de un día en la empresa California Cartage el 6 de abril después que la compañía les informó que sus empleos iban a terminar el 30 de abril. La empresa notificó a los más de 200 trabajadores temporales que contrata a través de una agencia de empleo que tendrían que presentar una solicitud de trabajo con una nueva agencia. Muchos saben por experiencia que los patrones tratarán de eliminar a los que consideren como alborotadores.

Los trabajadores de California Cartage cargan y descargan camiones y contenedores para cadenas como la Amazon, Kmart, Sears y Lowe’s. Están obligados a presentarse en la agencia contratista ubicada en el almacén cada día de trabajo y pueden ser enviados a casa sin pago si no hay trabajo.

Los trabajadores han salido en huelga dos veces en los últimos siete meses, cada vez por tres días, para exigir horarios de trabajo basados en la antigüedad, no en la preferencia de los gerentes. Las huelgas y piquetes informativos también denunciaron el impago de salarios, las represalias contra trabajadores involucrados en los esfuerzos de sindicalización y las condiciones peligrosas como la falta de descansos y agua cuando trabajan en los contenedores que son como hornos en el verano.

Con estas acciones, organizadas por el Centro de Recursos para Trabajadores de Bodegas y apoyadas por el sindicato Teamsters, los trabajadores han comenzado a tener pequeñas victorias, tales como que las compañía provea zapatos de seguridad, y han ganado confianza para luchar por mejores condiciones de seguridad.

“La agencia [de empleo] es como un tumor”, dijo el huelguista John Cartwright al Militante en la línea de piquetes. “Tenemos que eliminarla para que podamos lidiar con la empresa”.

“Estoy aquí porque hay muchos otros lugares como éste”, dijo Marvin Quiñonez, de 26 años, en una línea de piquetes que creció a más de 50 personas. “Sino protestamos, nadie va a hacer nada al respecto”. Él fue uno de varios trabajadores que participaron por primera vez.

Alrededor de 20 camioneros del puerto organizados por los Teamsters se unieron a la línea de piquetes por la tarde. Los piquetes distribuyeron volantes informativos sobre su lucha a cientos de trabajadores que entraban y salían del almacén.

Al final del día, los trabajadores marcharon a las oficinas de la empresa y de la agencia de empleo para notificar a los patrones que estaban terminando la huelga y que regresarían a trabajar al día siguiente. Luego fijaron una hora para reunirse la mañana siguiente para regresar juntos y asegurarse de que todos reciban puestos.

Al día siguiente, cuando California Cartage no le dio puestos a tres de los huelguistas, el centro de recursos, la división de puertos de los Teamsters y los tres trabajadores iniciaron de inmediato una línea de piquetes. Adentro, en su hora de almuerzo los trabajadores organizaron una delegación de 15 personas para enfrentar al jefe de la agencia de empleo. Para la tarde los tres estaban trabajando.

“Les cambiamos el juego”, dijo Quiñonez. “Esta vez, en lugar de que ellos nos intimidaran, nosotros los intimidamos a ellos y recuperamos nuestros trabajos”.  
 
 
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