El Militante (logo)  

Vol. 79/No. 44      7 de diciembre de 2015

 
(artículo principal)

Washington, París impulsan pasos bélicos, atacan derechos

 
POR NAOMI CRAINE
 
Washington, París y otros gobiernos imperialistas se han aprovechado de los ataques mortales del reaccionario Estado Islámico que mataron a 130 personas en Francia para ampliar sus esfuerzos militares y diplomáticos con el propósito de fortalecer sus intereses en el Medio Oriente. Conjuntamente con su campaña bélica los gobernantes capitalistas están aumentando sus ataques contra la clase trabajadora y los derechos políticos —comenzando principalmente contra los árabes y musulmanes.

Desde que se dieron los ataques terroristas del Estado Islámico el 13 de noviembre, fuerzas francesas han incrementado sus bombardeos de Raqqa, la capital de facto del Estado Islámico, y otros blancos en Siria. París ha desplegado el portaaviones Charles de Gaulle frente a la costa siria, triplicando su fuerza aérea en la región.

Washington ha incrementado sus bombardeos contra blancos del Estado Islámico y dice que enviando más fuerzas especiales. El primer ministro británico David Cameron se reunió el 23 de noviembre con el presidente francés Francois Hollande, en donde reafirmó su “firme convicción” de que las fuerzas del Reino Unido deben sumarse a los bombardeos.

Moscú también ha intensificado sus bombardeos, atacando a casi 500 blancos durante el fin de semana del 21 al 22 de noviembre. Pero Moscú no solo ha atacado al Estado Islámico, de hecho han bombardeado principalmente a otros oponentes del régimen sirio de Bashar Al-Assad, inclusive a fuerzas apoyadas por Washington.

El desafío para conformar una “gran alianza” de poderes capitalistas que cuentan con intereses diferentes, quedó subrayado el 24 de noviembre cuando un avión de combate turco derribó un avión de guerra de Rusia que según Ankara había entrado al espacio aéreo turco. Turquía —miembro de la OTAN— había estado exigiendo que Moscú dejara de bombardear las fuerzas turkmenas en la frontera norte de siria que se oponen al dominio de Assad.

El presidente ruso Vladimir Putin amenazó con “serias consecuencias”, diciendo que Moscú había recibido una puñalada en la espalda de los “cómplices del terrorismo”.

Hollande se reunió con el presidente Barack Obama el 24 de noviembre, instándolo a que colaborara más estrechamente con Moscú en la lucha contra el Estado Islámico. Viaja a Moscú para reunirse con Putin.

Aún antes de los ataques en París, la Casa Blanca había estado buscando la forma de forjar un bloque con los gobiernos de Rusia e Irán para estabilizar a Siria e Iraq e imponer un nuevo equilibrio de poder en la región.

Obama encara crecientes demandas de ambos partidos a tomar una acción militar más agresiva.

París extiende poderes policiales

Inmediatamente después de los ataques terroristas , Hollande impuso un estado de emergencia, dando amplio poder a las autoridades para registrar domicilios, arrestar y poner bajo arresto domiciliario a individuos, y prohibir organizaciones que considerarán subversivas y bloquear sitios del Internet que según ellos aboguen por el terrorismo.

El 19 de noviembre la Asamblea Nacional Francesa votó 551 a 6 a favor de extender el estado de emergencia durante tres meses. “Creemos que la extensión tiene mérito y es necesaria”, dijo André Chassaigne del Partido Comunista, poniendo al bloque parlamentario del frente de izquierda firmemente en defensa del estado capitalista francés.

Policías fuertemente armados han estado rompiendo puertas en comunidades musulmanas por toda Francia, interrogando personas como se les de la gana.

Los policías registraron miles de casilleros de trabajadores en Air France Cargo, FedEx, y la compañía de alimentos Servair en el aeropuerto Charles de Gaulle en París. L’Express reportó que encontraron “elementos” de proselitismo y algunas señales de radicalización”, tales como tapetes para orar y copias del Corán “anotadas con líneas radicales o fundamentalistas”. Las autoridades revocaron la credencial de seguridad de 58 trabajadores, efectivamente botándolos de sus trabajos.

Musulmanes como chivos expiatorios

El estado de emergencia se usó para prohibir una enorme protesta sobre el medio ambiente auspiciada por los sindicatos planeada para París el 29 de noviembre, en la víspera de la reunión cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en la capital francesa, y un “Encuentro con Musulmanes de Francia por la Paz y la Unidad Nacional”, organizado para oponerse tanto a los ataques del Estado Islámico como al uso de los musulmanes como chivos expiatorios, planeado para el 20 de noviembre cerca de la Gran Mezquita en París. Se permitió realizar un evento similar en Toulouse al día siguiente, en el que participaron unos 10 mil musulmanes y otros.

La mayoría de trabajadores que son musulmanes odian al Estado Islámico y sus métodos terroristas.

El 16 de noviembre el ministro del interior Bernard Cazeneuve se comprometió a aumentar la vigilancia de las mezquitas y centros comunitarios de musulmanes y a clausurar “mezquitas en las que se predique el odio”.

Redadas policiales generalizadas también se están llevando a cabo en el vecino país de Bélgica. Las autoridades cerraron a Bruselas, la capital, cerrando escuelas, tiendas y el sistema de tránsito por varios días, después de que el primer ministro Charles Michel alegó que había una amenaza “seria e inminente” de un ataque.

En Washington la casa de representantes votó por un margen de dos a uno suspender el programa gubernamental que permite a los refugiados de Siria e Iraq solicitar entrada a Estados Unidos. Los gobernadores de 31 estados, tanto demócratas como republicanos, han dicho que quieren prevenir que los sirios entren a sus estados.

Desde los ataque en Francia, el más popular pre-candidato presidencial republicano Donald Trump ha puesto la demagogia anti-musulmana al centro de su campaña —abogando por el registro de musulmanes en una base de datos del gobierno, el cierre de mezquitas y alegando que “miles” de musulmanes en Nueva Jersey aplaudieron el ataque del 11 de septiembre contra las torres gemelas.

Su rival Marco Rubio dijo que el gobierno no solo debe poder cerrar mezquitas, sino “cualquier lugar, ya sea un café, un restaurante, un sitio del Internet, cualquier lugar donde los radicales encuentran inspiración”.

El demócrata David Bowers, alcalde de Roanoke, Virginia, emitió una declaración el 18 de noviembre apoyando la prohibición de refugiados sirios como una medida de seguridad comparable a la decisión de “detener a los ciudadanos extranjeros japoneses” durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando esto recibió amplia publicidad, Bowers se hecho para atrás, pidiendo disculpas.

Mezquitas en Omaha, Nebraska, Florida, y Portland, Oregón, han sido objeto de vandalismo o amenazas.

Los terroristas del Estado Islámico “no son musulmanes; están matando a musulmanes”, dijo al Militante Abdi Ali, un trabajador en el aeropuerto de Minneapolis que es originalmente de Somalia. Unos 200 residentes de todas las nacionalidades se reunieron en solidaridad con el Centro Islámico de Pflugerville, Texas, el 21 de noviembre, después de que feligreses encontraron la puerta con excremento y las páginas rasgadas del Corán.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto