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Vol. 79/No. 38      26 de octubre de 2015

 
(portada)
Policía de la migra de EUA encauzado
por matar a joven en México

 
POR SETH GALINSKY  
El policía de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que mató a José Antonio Elena Rodríguez, un joven de 16 años, fue acusado de asesinato en segundo grado por un gran jurado federal el 23 de septiembre, casi tres años después de que le disparara al adolescente diez veces —todas menos una en la espalda — mientras caminaba en una carretera cerca de la frontera en Nogales, México.

Agentes de la Patrulla Fronteriza y oficiales de aduanas han matado por lo menos a 52 personas desde 2005. Pero esta es solo la tercera vez que un policía ha sido acusado por alguna de estas muertes, y el primero en enfrentar cargos federales.

La Patrulla Fronteriza afirma que los disparos del 10 de octubre de 2012 fueron justificados y alegan que Elena estaba tirando piedras desde el otro lado de la frontera. Pero testigos dicen que él simplemente estaba caminando a casa después de un juego de basquetbol. La madre y la abuela del joven se han rehusado a permanecer calladas y han participado en numerosas protestas para exigir los nombres de los policías involucrados, que sean acusados y que se haga público un video de la Patrulla Fronteriza.

No fue sino hasta noviembre de 2013 que se hizo público el nombre del oficial, Lonnie Swartz.

Swartz estaba parado en el lado estadounidense de la cerca de 20 pies de altura, que también se encuentra en un terraplén de 25 pies. “Sería casi imposible que una piedra lanzada desde México pudiera golpear a alguien cerca de la valla en el lado estadounidense”, señaló el Arizona Republic.

La Unión Americana de Libertades Civiles presentó una demanda federal de derechos civiles a nombre de Araceli Rodríguez, la madre de José Antonio, en julio de 2014.

En julio de este año, el tribunal federal de distrito en Arizona rechazó la solicitud de Swartz de desestimar la demanda civil. El policía sostuvo que dado a que la muerte ocurrió en México, las protecciones constitucionales no se aplican y que los agentes de la Patrulla Fronteriza están inmunes a ser juzgados por actos realizados en el desempeño de sus funciones. El juez Raner Collins dictaminó que el caso puede continuar bajo las garantías de la Cuarta Enmienda, que prohíbe las incautaciones y cateos sin causa razonable.

El juez señaló que “los agentes de la Patrulla Fronteriza no solo controlan el lado estadounidense de la cerca, sino que con el uso de la fuerza y afirmación de autoridad, también ejercen control del área inmediata del lado mexicano”.

“Sabemos que todavía nos queda un largo camino por recorrer, pero este es un paso muy grande”, dijo Taide Elena, la abuela de José Antonio, al Republic.  
 
 
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