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Vol. 79/No. 16      4 de mayo de 2015

 
(portada)
Cuba habla en cumbre por los
trabajadores del mundo

 
POR SETH GALINSKY  
Cuba revolucionaria estuvo en el centro de la séptima Cumbre de las Américas celebrada en Panamá del 10 al 11 de abril, donde defendió los intereses del pueblo trabajador de todo el mundo y exigió el fin del embargo de Washington contra Cuba y de las sanciones contra Venezuela.

Washington organizó que Cuba fuera excluida de la Organización de Estados Americanos en 1962 como castigo por hacer la revolución popular que en 1959 derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista, la cual contaba con el respaldo de Washington, y por la orgullosa declaración del pueblo trabajador cubano en 1961 de su decisión de construir una sociedad socialista. La OEA, la auspiciadora de la cumbre, incluye a los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe, además de Estados Unidos y Canadá.

En la cumbre de este año, Washington aceptó la participación de Cuba, cediendo ante las crecientes demandas de los gobiernos de la región que ven su exclusión como una afrenta a su propia independencia y soberanía. Con este cambio de posición Washington busca eliminar un obstáculo a la expansión de sus mercados y comercio en la región.

“Agradezco la solidaridad de todos los países de América Latina y el Caribe que hizo posible que Cuba participara en pie de igualdad en este foro hemisférico”, dijo el presidente cubano Raúl Castro.

“Como me deben seis cumbres de las que nos excluyeron, 6 por 8, 48” bromeó Castro provocando risas y aplausos, refiriéndose a los ocho minutos que cada jefe de estado tenía para su discurso. Pidió “que le cedieran unos minutos más”.

Castro relató la historia de la lucha por la independencia de Cuba y contra las intervenciones imperialistas en la región. Explicó que la intervención de Washington en Cuba comenzó en abril de 1898, cuando los soldados norteamericanos desembarcaron en la isla en el momento en que los combatientes independentistas estaban a punto de ganar una guerra de casi 30 años contra el colonialismo español.

Las tropas estadounidenses “entraron como aliados y se apoderaron del país como ocupantes”, dijo Castro. En 1901 los ocupantes estadounidenses obligaron a Cuba a incluir la enmienda Platt en la constitución de la isla, la cual le concedía a Washington el derecho de entrometerse en los asuntos internos de Cuba, y le entregaba lo que es ahora la base naval de Guantánamo.

“Sucesivas intervenciones derrocaron gobiernos democráticos e instalaron terribles dictaduras en 20 países” en América Latina y el Caribe.

“Debo reafirmar todo nuestro apoyo, de manera resuelta y leal, a la hermana República Bolivariana de Venezuela”, dijo Castro, y exigió que se levanten las sanciones de Washington contra Venezuela.

La invasión mercenaria de Cuba en Playa Girón en 1961, dirigida por Washington, fue derrotada cuando el pueblo cubano “cumplió la orden del Jefe de la Revolución de destruirla antes de las 72 horas”, dijo Castro. Desde ese entonces, Cuba ha sido objetivo de decenas de ataques terroristas de contrarrevolucionarios, agregó, causando más de 3 400 muertes y casi 2 100 incapacitados de por vida.

Castro se burló de la inclusión de Cuba por parte Washington en la lista del Departamento de Estado de países que patrocinan el terrorismo y exigió que se le removiera de la lista.

El 14 de abril el presidente Barack Obama anunció planes para eliminar a Cuba de la lista, después de un período de revisión de 45 días, como lo requiere el congreso de Estados Unidos.

Aunque Obama haya entrado en negociaciones con Cuba sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, dijo Castro, “el bloqueo económico, comercial y financiero se aplica en toda su intensidad contra la isla, provoca daños y carencias al pueblo y es el obstáculo esencial al desarrollo de nuestra economía”.

“Pese a carencias y dificultades, seguimos la divisa de compartir lo que tenemos. En la actualidad 65 mil cooperantes cubanos laboran en 89 países, sobre todo en las esferas de medicina y educación”, dijo.

“Si con muy escasos recursos, Cuba ha podido”, preguntó, “¿qué no podría hacer el hemisferio con la voluntad política de aunar esfuerzos para contribuir con los países más necesitados?”

Se debe cambiar el orden mundial

“Nada de lo que existe hoy en el orden económico y político sirve a los intereses de la humanidad”, dijo, citando a Fidel Castro. “No puede sostenerse. Hay que cambiarlo”.

Otros jefes de estado acogieron la participación de Cuba. “Cuba está aquí, porque luchó por más de 60 años con una dignidad sin precedentes”, dijo la presidenta de Argentina Cristina Fernández en el encuentro.

Este es el “comienzo de nuevas relaciones entre el pueblo de Estados Unidos y el pueblo de Cuba”, declaró Obama en su discurso. “La Guerra Fría terminó hace mucho tiempo. Y no me interesa seguir adelante con batallas que, francamente, comenzaron mucho antes de que yo naciera”.

No obstante, Obama dejó claro que aunque las tácticas hacia Cuba han cambiado, los objetivos de Washington siguen siendo los mismos. “Todavía tendremos serios problemas con Cuba”, dijo Obama en una rueda de prensa después de la cumbre.

El 11 de abril, Obama y Castro se reunieron durante una hora para discutir futuros pasos hacia el restablecimiento de relaciones diplomáticas.

Después, Obama dijo a la prensa que “creo que hemos concluido que podemos discrepar en un espíritu de respeto y civilidad, y que con tiempo es posible que pasemos la página e iniciar una nueva relación entre los dos países”.

“Acordamos poder discrepar. Nadie debe hacerse ilusiones”, dijo Castro, y agregó que, “debemos tener mucha paciencia”.

Posteriormente, el ministro de relaciones exteriores de Cuba Bruno Rodríguez dijo en una rueda de prensa que “el levantamiento del bloqueo es esencial para avanzar hacia la normalización de relaciones”.

Batalla de ideas

Los delegados cubanos tomaron la ofensiva en defender la revolución socialista de la isla y en llamar por la acción unificada para defender a los trabajadores de la región del impacto de la crisis económica capitalista mundial, tanto en la cumbre como en otras reuniones paralelas.

El “Foro de la Sociedad Civil y Actores Sociales”, celebrado del 8 al 10 de abril como contraparte oficial a la reunión de los jefes de estado, fue escenario de debates acalorados.

El foro para la juventud —co-patrocinado por Pepsi, Dell y otras corporaciones, junto con el Banco Mundial, Young Americas Business Trust y la Cumbre— también fue parte de la batalla de ideas, con la participación de una delegación de 20 jóvenes cubanos. “Queremos que se discutan los problemas de fondo como la educación gratuita y de calidad y la salud para todos”, dijo Juan Cajar, un estudiante de la Universidad de Panamá, al periódico juvenil cubano Juventud Rebelde.

Al iniciarse el foro de la juventud, la delegada Ariana Guerra, vice presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba, dijo a la agencia de noticias EFE que estaban ahí “para defender las causas justas y mostrar nuestra solidaridad con el pueblo venezolano”.  
 
 
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