El Militante (logo)  

Vol. 78/No. 31      1 de septiembre de 2014

 
Kurdos recuperan pueblos bajo
control del ‘Estado Islámico’
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Los luchadores kurdos están forzando a los combatientes del Estado Islámico en Iraq a retroceder, retomando terreno del grupo reaccionario en el noreste de Siria.

El 18 de agosto, después de dos días de combates, los combatientes del Pesmerga kurdo y fuerzas especiales iraquíes, recuperaron la Presa de Mosul en el norte de Iraq, ubicada justo fuera del territorio bajo control del gobierno autónomo regional kurdo. Las operaciones terrestres kurdas fueron acompañadas de bombardeos aéreos estadounidenses dirigidos contra vehículos blindados y equipo del Estado Islámico. El Pentágono llevó a cabo 68 bombardeos en Iraq en el transcurso de 10 días a partir del 8 de agosto.

El suministro de municiones a los kurdos ha sido escaso y las armas y otros equipos necesarios provenientes de Estados Unidos y Europa han sido exiguos.

Washington y sus aliados imperialistas realmente quieren ver la derrota del Estado Islámico, el cual controla la tercera parte de Iraq y de Siria. Pero también le temen —y siempre han buscado socavar— la lucha del pueblo kurdo por su propia nación.

Los kurdos son una nacionalidad oprimida de aproximadamente 30 millones de personas que viven en Turquía, Irán, Iraq y Siria. Oprimidos bajo el Imperio Otomano, y habiéndoseles negado tener su propio país cuando Londres y Paris dividieron el Medio Oriente después de la Primera Guerra Mundial.

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) —un grupo armado que luchó por la autonomía kurda en Turquía por tres décadas— se ha unido a la lucha junto a las fuerzas del Peshmerga. El 10 de agosto, juntos expulsaron al Estado Islámico del pueblo de Mahmour en Kurdistán iraquí, donde aproximadamente unos 10 mil kurdos de Turquía viven en campos para refugiados.

“Seguiremos luchando hasta que todo Kurdistán esté seguro”, dijo al Financial Times Sedar Botan, una comandante del PKK que llegó con siete unidades desde la base del grupo en las montañas Qandil de Turquía.

Tres partidos kurdos de Irán también lucharon junto al Peshmerga, según la agencia noticiosa kurda Rudaw.

La administración de Barack Obama ha intentado formar de nuevo al fraccionado gobierno central iraquí en Bagdad para dirigir la lucha contra el Estado Islámico y servir como contrapeso a la creciente confianza y capacidad de los kurdos.

La Casa Blanca respaldó la nominación de Haider al-Abadi, un político chiíta, para remplazar al chiíta Nouri al-Maliki como primer ministro, y el Pentágono está “acelerando los esfuerzos para enviar miles de misiles aire-tierra de tipo Hellfire” a Bagdad.

El gobierno iraní, cuya influencia en Iraq ha crecido bajo un gobierno chiíta, pronto expresó su apoyo para el nuevo régimen iraquí, reflejando los puntos comunes que comparte con Washington con respecto a la lucha contra el Estado Islámico y sobre la cuestión kurda.

Washington ha buscado como obstaculizar el desarrollo del comercio por parte del gobierno regional kurdo. A finales de julio, no se le permitió atracar en el puerto de Galveston, Texas, a un cargamento de un millón de barriles de petróleo kurdo. Otros buques portando petróleo kurdo han sido detenidos frente a las costas de Marruecos y Malasia.

Mientras tanto, el gobierno de Turquía ha respondido al avance de la lucha kurda en años recientes con un acuerdo de alto al fuego con el PKK en 2013 y un relajamiento gradual de las leyes represivas anti-kurdas y de las políticas denominadas “iniciativa kurda” por el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Turquía se ha convertido en el principal socio comercial del Kurdistán iraquí y permite el envío de petróleo kurdo a través del puerto turco de Ceyhan, creando tensiones entre Bagdad y Ankara.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto