El Militante (logo)  

Vol. 77/No. 45      16 de diciembre de 2013

 
Acuerdo EUA-Teherán abre
espacio para obreros en Irán
(especial)
 
POR EMMA JOHNSON  
Después de negociaciones extensas, el 24 de noviembre el gobierno iraní llegó a un acuerdo provisional con Washington y los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU además de Berlín. El acuerdo promete proveer a Irán cierto alivio de las sanciones que los imperialistas le han impuesto a cambio de que Teherán desacelere su programa nuclear.

El “Plan de Acción Conjunto” es un acuerdo interino de seis meses con la idea de que éste será seguido de un acuerdo a largo plazo.

El gobierno iraní se comprometió a no aumentar el número de centrífugas para enriquecer uranio por arriba de las 11 mil que actualmente tiene en operación; permitirle a la ONU aumentar las inspecciones de sus instalaciones nucleares; y no enriquecer el uranio por arriba del 5 por ciento de pureza o aumentar sus reservas.

En cambio, Washington se ha comprometido a proporcionar a Irán un alivio de las sanciones de 6 mil a 7 mil millones de dólares. La mayoría de las sanciones más severas permanecerán vigentes.

Desde 2006, las exportaciones de petróleo iraní se han reducido en más de la mitad. La tasa oficial de inflación en el país fue del 45 por ciento a fines de julio, y muchos economistas afirman que la tasa real es de entre 50 y 70 por ciento. El desempleo ha aumentado a un 20 por ciento.

Signos del creciente descontento entre los trabajadores y agricultores y los esfuerzos iniciales para organizarse y luchar se comienzan a vislumbrar en la prensa iraní.

El 2 de noviembre, 700 trabajadores en la fabrica Polyacryl de Isfahan, la cual produce fibras de poliéster y acrílico, tomaron parte en una manifestación por la seguridad en el trabajo como resultado de la división de la empresa, y para exigir que se restaure la shora (consejo) de la fábrica, la cual fue disuelta por las autoridades hace más de un año, según la semioficial agencia de noticias laborales de Irán. Los trabajadores le dijeron a la agencia que han actuado con disciplina para no dar excusas a las fuerzas de seguridad. No han parado la producción, pero han mantenido su protesta por semanas. El 19 de noviembre, 700 trabajadores pasaron la noche dentro de la mezquita de la fábrica y al día siguiente las protestas aumentaron a mil personas.

Después de una lucha sostenida de cuatro meses, 235 trabajadores del acero, que habían sido despedidos de la fábrica de acero Zargos en la ciudad kurda de Qorveh, recibieron sus salarios atrasados el 31 de octubre. Habían viajado a Teherán en dos ocasiones para presentar sus demandas en manifestaciones frente al parlamento.

El presidente Barack Obama usó los poderes ejecutivos de la Casa Blanca para firmar el acuerdo a pesar de las divisiones en el congreso y diversos puntos de vista dentro de la clase dominante en Estados Unidos. Entre los legisladores tanto demócratas como republicanos hay un sector que está presionando para que se impongan nuevas sanciones y se limite el poder del ejecutivo para disminuirlas.

Obama también fue fuertemente criticado por algunos de los aliados principales de Washington por ser demasiado indulgente con Irán. Entre los opositores más abiertos se encuentra la monarquía de Arabia Saudita y el gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu.
 
 
Artículo relacionado:
¡Eliminen sanciones contra Irán!
 
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto