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Vol. 77/No. 28      22 de julio de 2013

 
¡Independencia para Puerto Rico.
Libertad para Oscar López y los 5!
(portada)
 
A continuación presentamos extractos de la declaración que Tom Baumann presentó a nombre del Partido Socialista de los Trabajadores ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU el 17 de junio. El comité reafirmó “el derecho inalienable del pueblo de Puerto Rico a la libre determinación e independencia” de Estados Unidos.

Distinguido presidente y honorables miembros del comité:

El Partido Socialista de los Trabajadores se suma a los miles que en semanas recientes han reclamado que el gobierno norteamericano libere al independentista puertorriqueño Oscar López Rivera: desde las personas que se turnaron en celdas simuladas en ciudades por todo Puerto Rico y Estados Unidos, hasta el contingente “Libertad para Oscar López” que marchó en el desfile puertorriqueño aquí en Nueva York.

Oscar ha estado preso bajo cargos amañados de “conspiración sediciosa” durante más de 32 años, incluidos 12 años de confinamiento solitario: más tiempo de lo que el régimen del apartheid mantuvo recluido al luchador libertario sudafricano Nelson Mandela.

También celebramos el hecho de que René González, uno de los cinco revolucionarios a quienes Washington les fabricó un caso, ahora está libre, tras cumplir casi 15 años en el sistema carcelario norteamericano. René pudo aprovechar su libertad participando en una protesta en La Habana, Cuba, para reclamar la excarcelación de Oscar López. Le exigimos a Washington que libere a los otro cuatro cubanos: Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González. Los Cinco son héroes para millones de personas en todo el mundo por su ejemplo de inquebrantable valor, dignidad e integridad.

Mis compañeros independentistas han documentado aquí claramente la realidad devastadora del dominio colonial norteamericano sobre Puerto Rico. Han explicado por qué para esta nación latinoamericana es una necesidad independizarse de Washington, si ha de decidir libremente su propio destino.

Yo quisiera agregar un hecho importante: que una lucha exitosa por la independencia de Puerto Rico también beneficia a la inmensa mayoría del pueblo de Estados Unidos.

El pueblo de Puerto Rico y el pueblo trabajador en Estados Unidos tienen intereses comunes. Tenemos un enemigo común: el gobierno en Washington y la clase gobernante capitalista que este defiende. Y compartimos una lucha común: para librarnos de esos explotadores. Mientras el imperialismo norteamericano controle a Puerto Rico, su mano opresora se verá fortalecida en todas partes, y se verá debilitada aquí también la capacidad del pueblo trabajador de defender nuestros intereses.

Como candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Miami, Florida, yo he estado yendo de puerta en puerta por los barrios obreros, intercambiando sobre los grandes problemas que afectan al pueblo trabajador. Una de las cosas que he observado es una mayor receptividad entre trabajadores a la lucha por la libertad de los presos políticos puertorriqueños y de los Cinco Cubanos.

¿Por qué? Porque millones de trabajadores en este país tienen experiencia directa con la policía, las cortes y las cárceles del sistema capitalista de justicia. Entre los trabajadores, especialmente los africano-americanos y de otras nacionalidades oprimidas, apenas existe una familia que no tenga un familiar o un conocido que haya estado preso o que esté bajo libertad condicional.

En Estados Unidos, el 97 por ciento de los hombres y las mujeres que hoy día están recluidos en prisiones federales jamás fueron juzgados y declarados culpables de algún delito. Sí, el 97 por ciento. Fueron chantajeados con la amenaza de sentencias muy severas para que se declararan culpables de algún delito, frecuentemente diferente de la acusación por la que fueron arrestados. Es el proceso que cínicamente se denomina plea-bargaining (negociación de sentencias).

Al mismo tiempo, los trabajadores y agricultores en Estados Unidos son los que sienten el mayor peso de la crisis económica capitalista: desde niveles persistentemente altos de desempleo a largo plazo, hasta los esfuerzos incesantes de los patrones de reducir nuestros salarios y nuestro nivel de vida.

Los 4 millones de puertorriqueños residentes en este país, objeto de una discriminación sistemática, están entre los más devastados por esta crisis.

La ofensiva patronal está provocando resistencia entre el pueblo trabajador. En respuesta a los ataques de la compañía minera Patriot Coal, miles de mineros se han movilizado para defender su sindicato, sus pensiones y sus beneficios médicos. Hemos visto ejemplos similares de resistencia y solidaridad obrera, desde los choferes de buses escolares en Nueva York hasta los obreros portuarios en Oregon y el estado de Washington.

Es entre estos trabajadores en pie de lucha que se podrá ganar apoyo para la lucha por la libertad de los presos políticos puertorriqueños y la lucha por la independencia de Puerto Rico.

Los gobernantes capitalistas nunca cesan en sus intentos de convencer al pueblo trabajador en este país de que los necesitamos a ellos para dirigir la sociedad. De igual manera, tratan de convencer al pueblo de Puerto Rico de que no puede sobrevivir sin depender de Washington. En ambos casos es una mentira.

La Revolución Cubana da una prueba viva de que cuando los trabajadores y agricultores toman el poder de manos de la minoría capitalista, pueden usar ese poder para conquistar la verdadera independencia y reorganizar la sociedad para beneficio de la inmensa mayoría. Durante más de 54 años, el pueblo cubano ha logrado defender su libertad frente a los implacables ataques de Washington. El ejemplo de la revolución socialista en Cuba ofrece un camino a seguir para el pueblo trabajador en todas partes, incluso aquí mismo en Estados Unidos.  
 
 
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