Vol. 77/No. 17      6 de mayo de 2013

El Partido Socialista de los Trabajadores llama a los trabajadores y otros defensores de los derechos democráticos a que rechacen como los gobernantes capitalistas están utilizando el despreciable ataque dinamitero en Boston para aumentar sus esfuerzos para socavar las protecciones constitucionales y el espacio político que el pueblo trabajador necesita para organizarse y actuar en defensa de nuestros intereses.

La fuente del creciente desorden mundial es la crisis del capitalismo, para la cual la clase capitalista no tiene solución alguna excepto atacar a los trabajadores, en el trabajo y en todos los aspectos de nuestras vidas.

El Wall Street Journal y otros han exigido que se amplíe el uso de “la vigilancia preventiva”, o sea que se incremente el espionaje político y el número de informantes y provocadores infiltrados en cualquier grupo que no le guste al gobierno; que se aumenten las cámaras espías en las calles, las invasiones al derecho a la privacidad y los juicios amañados.

Para muchos trabajadores no es evidente de manera inmediata cómo las restricciones a los derechos en nombre de la “lucha contra el terrorismo” están dirigidas en última instancia contra la clase obrera, o cómo el ataque del gobierno contra los derechos de los trabajadores es esencial para los ataques de los patrones contra nuestros niveles de vida, nuestros sindicatos y condiciones de trabajo. Pero cada vez más trabajadores están aprendiendo que los patrones cuentan con el apoyo de la policía, los tribunales y el gobierno en todos los niveles. Esto hace que sea un poco más fácil hoy, comparado a como fue después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, establecer una conexión entre la guerra contra los trabajadores dentro del país y las guerras contra el “terrorismo” en el extranjero y las restricciones a nuestros derechos que las acompañan.

El espacio político para reunirse, debatir, manifestarse y realizar huelgas sin interferencia del gobierno es crucial para los trabajadores. Es esencial para construir un camino independiente de lucha de clases contra los patrones y sus partidos políticos, los demócratas y los republicanos, y para luchar por un gobierno de los trabajadores y los agricultores.
 
 
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