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Vol. 77/No. 13      8 de abril de 2013

 
Israel: gobierno decide poner fin a
estatus especial de ultra-ortodoxos
(portada)
 
POR SETH GALINSKY 
El nuevo gobierno de coalición formado por el primer ministro Benjamin Netanyahu en Israel representa un golpe a la influencia política y la situación especial de los judíos ultra ortodoxos conocidos como haredim. Los gobernantes israelíes consideran el estatus especial de los haredim, el cual ha estado en vigor desde la fundación de Israel en 1948, como un obstáculo al desarrollo capitalista y para mantener un fuerte aparato militar.

Likud, el partido de Netanyahu, perdió 12 escaños en las elecciones del 22 de enero. Después de seis semanas de negociaciones, Netanyahu cedió a las demandas de Yair Lapid y Naftali Bennett, dirigentes de los dos partidos que más avanzaron en las elecciones, de excluir a los grupos ultra ortodoxos. Esta es la primera vez desde 2005 que no hay partidos basados en los haredim en la coalición gobernante.

Tanto Yesh Atid [Hay un Futuro], el partido de Lapid, que quedó en segundo lugar, como Habayit Hayehudi [Hogar Judío], el partido de Bennett, que quedó en cuarto lugar, están basados en gran parte en los colonos judíos en la Ribera Occidental y centraron sus campañas en la creciente crisis económica. La edición de marzo de la revista Commentary señala, “Yesh Atid no es menos pro capitalista que Likud. El partido promueve la debilitación de los sindicatos más fuertes de Israel (de estibadores, trabajadores de los aeropuertos, de la compañía de electricidad) y que se reduzcan los impuestos de aduana para aumentar la competencia y reducir los precios al consumidor”.

El acuerdo de la coalición Netanyahu-Lapid-Bennett incluye la introducción de un proyecto de ley para eliminar la exención del servicio militar obligatorio para la mayoría de los hombres haredim, un asunto polémico en Israel desde hace mucho tiempo. La propuesta de ley también instará a los ciudadanos palestinos de Israel, quienes también están exentos del servicio militar obligatorio, a que se registren en el servicio nacional “alternativo”.

La mayoría de los hombres haredim se dedican a estudiar la Torá a tiempo completo en escuelas religiosas financiadas por el gobierno. Los estudiantes de la Torá casados reciben pequeños estipendios que suman cerca de 30 millones de dólares al año, además de los pagos de asistencia pública y subsidios para los niños. Los ingresos de alrededor del 56 por ciento de los haredim están por debajo de la cifra oficial de pobreza .

Los haredim comprenden aproximadamente el 10 por ciento de los 7.8 millones de habitantes de Israel, y son el sector con más rápido crecimiento después de los palestinos que son ciudadanos de Israel, quienes comprenden un 20 por ciento. Según la Oficina Central de Estadística de Israel, las mujeres ultra ortodoxas dan a luz un promedio de 6.5 hijos, mientras que las mujeres musulmanas en ese país tienen un promedio de 3.5 hijos.

El Centro Taub para Estudios de Políticas Sociales en Israel publicó recientemente un informe que afirma que para 2040, el 78 por ciento de los niños en las escuelas primarias en Israel serán ultra ortodoxos o árabes.

Mientras que los líderes haredim han tenido cada vez menos éxito en prolongar su estatus especial, el número de haredim que trabajan sigue aumentando. Alrededor del 45 por ciento de los hombres haredim y el 61 por ciento de las mujeres están trabajando en la actualidad. El Jerusalem Post informó que desde 2007 más de 10 mil hombres haredim han estado buscando empleos como cerrajeros, plomeros, ingenieros, pilotos y asistentes médicos.

A medida que más haredim se incorporan a la fuerza laboral, se enfrentan a la discriminación y están empezando a luchar contra ella. El Haaretz del 10 de enero informó que seis trabajadores haredim de HP Indigo, una empresa de programación, fueron despedidos después de quejarse que se les paga menos y se les dan menos días de vacaciones que a los demás trabajadores. “No nos pueden forzar a que proporcionemos igualdad de remuneración o beneficios”, dijo al periódico Alon Bar-Shani, gerente de HP Indigo. “No somos la Histadrut [la federación sindical más grande] y podemos pagar salarios diferentes en base de diferentes calificaciones”.

En una columna de Haaretz del 12 de marzo, Rachel Avraham, una mujer haredim que opera una guardería infantil en su casa, escribió sobre las mujeres árabes y haredim que se han afiliado a un sindicato que está vinculado con la Koach La Ovdim [Organización de Trabajadores Democráticos], para luchar para que sean reconocidas como empleadas del gobierno en vez de ser consideradas como “trabajadoras a cuenta propia”.

“A ustedes les han dicho que los sectores haredim y árabe son una carga para la clase media”, escribió Avraham. “Permítanme invitarlos a conocer una realidad diferente, familiar para miles de mujeres árabes y haredim como yo, que trabajan 11 horas al día, seis días a la semana y ganan 1 029 dólares al mes sin ningunos beneficios”.

La oposición a algunas de las iniciativas del gobierno, entre ellas la de reducir los pagos de asistencia pública a los haredim, “que pueden afectar los pagos de asistencia pública a otros trabajadores también, podrían proporcionar más oportunidades para crear vínculos entre ultra ortodoxos y no ortodoxos, y entre judíos y árabes”, dijo al Militante Shay Cohen, secretario de organización de Koach La Ovdim, en una entrevista telefónica desde Haifa el 18 de enero. “Podría ser una manera de superar las tácticas de divide y vencerás de la última década”.  
 
 
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