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Vol. 77/No. 9      11 de marzo de 2013

 
(artículo principal)
Crisis golpea a trabajadores al
bajar producción europea
‘Austeridad’ más dura en Grecia y España

Louisa Gouliamaki/AFP/Getty
Marineros en Piraeus, Grecia, el 6 de febrero, día que la policía les obligó a terminar su huelga. Los gobernantes europeos están forzando al pueblo trabajador a pagar por su crisis.

POR BRIAN WILLIAMS 
La producción industrial está disminuyendo en toda Europa, lo que hace poco probable que haya una recuperación económica, o que mejoren allí las condiciones del pueblo trabajador a corto plazo.

En el último trimestre de 2012, el producto interno bruto, una medida de los bienes y servicios, descendió en toda la eurozona al ritmo más rápido en cuatro años, lo cual afectó a todas las 17 naciones en el bloque monetario y comercial.

El comercio mundial se deceleró durante el pasado año, y las economías más dependientes de las exportaciones, como Japón y Alemania, exportaron menos que en el 2011. Las exportaciones de Estados Unidos a muchos países de Europa también cayeron en 2012, una indicación de la reducción de los mercados en el continente.

En los países de Europa menos desarrollados y menos productivos, las ganancias de los capitalistas están bajo una presión enorme y sus gobiernos se encuentran hundidos en deudas. Esto hace que se acelere un ataque multidimensional contra las condiciones de vida del pueblo trabajador, al mismo tiempo que los gobernadores acaudalados luchan para competir con los capitalistas de otras naciones e imponen la austeridad fiscal para posponer el colapso del crédito gubernamental.

Los trabajadores en Grecia están entre los que han sido golpeados más duro.

“Gano menos de 500 euros [667 dólares] al mes como resultado de los recortes gubernamentales en el salario mínimo el año pasado”, dijo al Militante Dimitris Georgiou, de 28 años, un trabajador en la sección de cargo del aeropuerto internacional de Atenas, . “Todavía vivo con mis padres jubilados y ayudo con los gastos, puesto que ellos no pueden ganarse la vida con sus bajas pensiones”.

“Antes salíamos a un restaurante, hacíamos cosas, nos divertíamos de vez en cuando”, dijo Nikos Gkiolias, un trabajador del acero y ex huelguista en la planta Elliniki Halivourgia en Aspropyrgos, en las afueras de Atenas. “Todo eso ya se acabó. Trabajas para comer. Y ya no digamos de la situación de los desempleados”.

Las necesidades básicas, tal como la calefacción y el cuidado sanitario ahora están fuera del alcance de muchas personas.

“La mayoría de nosotros recibe una pensión de 500 a 800 euros por mes, y esto no nos permite pagar la calefacción este invierno, y hay mucha gente que no tiene recursos para comprar los medicamentos que necesitan”, dijo al Militante Giorgos Demiris, de 71 años .

“Una de las cosas que ha sufrido uno de los impactos más grandes ha sido el sistema nacional de salud”, dijo Sofia Roditi, una dirigente del comité sindical de familiares de los trabajadores en Elliniki Halivourgia. “Si uno contrae una enfermedad grave es una sentencia de muerte, a menos que cuente con lo suficiente para los servicios de un hospital privado, lo que, por supuesto, queda fuera del alcance de la mayoría de los trabajadores y jubilados”.

La tasa oficial de desempleo subió al 27 por ciento en noviembre, un 6 por ciento más alta que el año previo. Entre los jóvenes de 15 a 24 años, el 61.7 por ciento están sin trabajo, según la agencia de estadísticas griega.

“En un país de 11 millones de personas, solo 3.7 millones tienen empleo” reporta el Wall Street Journal, y “la actividad económica ha caído en más de un 20 por ciento” en los últimos cuatro años.

“Ahora vemos gente sin techo durmiendo en todas partes en las calles de Atenas. Esto es algo nuevo”, dijo Maria Plessa, una trabajadora de aerolínea. “Se puede notar que son desalojados nuevos por su vestimenta, sus cobijas, y todo el resto. Tenían trabajos como el mío hasta hace poco”.

Se espera que la última ronda de incrementos de impuestos y recortes del gasto del gobierno griego, incluyendo cortes de los salarios y las pensiones, produzcan una caída del 4.5 por ciento en el producto interno bruto en 2013, dijo el Journal. Durante 2012 cayó más de un 6 por ciento. Se han implementado una ronda tras otra de recortes y aumentos de impuestos contra el pueblo trabajador como precondiciones para los préstamos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, y la Comisión Europea. Los préstamos continuos se usan para posponer el incumplimiento de los pagos a los tenedores de bonos del gobierno.

Alemania, la economía dominante del continente y el país más productivo, ha experimentado una contracción de su producción, con una baja de su producto interno bruto de un 2.3 por ciento el último trimestre. Al mismo tiempo, las cifras del desempleo han permanecido mucho más bajas que en los otros países de la eurozona —una tasa oficial del 6.9 por ciento.

La economía alemana depende en gran medida de las exportaciones de bienes y capital al resto de Europa. La adopción del bloque monetario y comercial del euro en 2002 fue apresurada por Berlín para dotar a los capitalistas alemanes con una ventaja más en este respecto. Pero la más reciente contracción de las economías europeas y las consecuencias de los aumentos en el endeudamiento ha conducido a un declive de las exportaciones alemanas en el continente.

Bobbis Misailides y Natasha Terlexis en Atenas, Grecia, contribuyeron a este artículo.

 
 
 
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