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Vol. 76/No. 22      4 de juno de 2012

 
Negros, latinos acosados con
‘Detenciones y Registros’
(portada)
 
POR EMMA JOHNSON  
NUEVA YORK—Los operativos de detenciones y registros (stop-and-frisk) de la policía neoyorquina, los cuales se han multiplicado por siete veces en los últimos 10 años, son dirigidos contra los hombres negros jóvenes en un nivel desproporcionado.

Los documentos obtenidos mediante la demanda presentada por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU) contra el Departamento de Policía bajo la ley de Libertad de Información, dan detalles de unos 700 mil casos de detenciones y registros hechos el año pasado. Las cifras fueron recopiladas en un informe de la NYCLU publicado el 9 de mayo.

“Aunque solo representan el 4.7 por ciento de la población de la ciudad, los hombres negros y latinos entre las edades de 14 y 24 años fueron el 41.6 por ciento de las detenciones en 2011”, dice el reporte. Los hombres negros en esas edades fueron detenidos más de una vez por año en promedio: hubo 168 126 detenciones entre las 158 406 personas en ese grupo demográfico.

Los hombres y mujeres negros de todas las edades fueron detenidos a una frecuencia de más de 1 por cada 6 personas; los latinos, menos de 1 por cada 10 personas; y los caucásicos, 1 por cada 44 personas.

Cerca del 55 por ciento de los detenidos también fueron registrados. La policía encontró un arma en menos del 2 por ciento de los casos. Según el informe, mientras que los negros y los latinos son más propensos a ser registrados, son mucho menos probable de portar armas.

El pretexto más común para las detenciones son los “movimientos sospechosos” (51.3 por ciento) y “vigilando una víctima o lugar” (32.5 por ciento). Otras excusas oficiales incluyen, “actuar como vigilante”, “encajar con la descripción dada”, “bulto sospechoso”, y “ropa comúnmente usada en un crimen”.

“Me han detenido y registrado tres veces desde los 16 años”, dijo Tyler Green, un afroamericano de 22 años, en un cancha de básquetbol en el vecindario Hamilton Heights de Harlem. Ocurrió “camino a casa del metro, camino a la tienda y cuando iba a visitar a mi tía. Ha ocurrido en la tarde, siempre igual. Se acerca un carro de policía, tres o cuatro de ellos salen y me agarran. Ponen mis manos sobre el carro y me registran, agarran mi billetera y mi celular”.

Cuando Green les preguntó por qué lo pararon, la primera vez le dijeron que alguien había reportado un disturbio en el edificio donde él vive y que “coincidía con la descripción”. La segunda vez le dijeron que parecía que estaba “vigilando” una casa.

“La tercera vez me devolvieron la billetera y el celular y se fueron sin decir nada”, dijo Green. “Nunca me han acusado de nada. Pero ahora ando alerta. Pienso en cómo me visto y cómo actúo. Yo no estaba en contra de la policía, pero esto tiene que parar”.

En el 90 por ciento de las detenciones no se presentó ningún cargo.

El alcalde Michael Bloomberg defendió el programa en el New York Post el 11 de mayo. “Las detenciones son un elemento disuasivo”, dijo. “Si crees que tú podrías ser detenido en la calle, es mucho menos probable que portes un arma. Es sencillo”.

Los incidentes de stop-and-frisk continúan aumentando. En los primeros tres meses de 2012 más de 200 mil detenciones fueron reportadas, un incremento de 20 mil del mismo período el año pasado.  
 
 
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