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Vol. 76/No. 21      28 de mayo de 2012

 
EE.UU.: Protestas del 1 de mayo
defienden derechos de inmigrantes
(portada)
 
POR SETH GALINSKY
Y WILLIE COTTON
 
Miles de trabajadores y jóvenes se sumaron a los actos del Primero de Mayo en Estados Unidos. Como todos los años desde 2006, muchas de las protestas denunciaron los ataques del gobierno contra los trabajadores inmigrantes, una cuestión fundamental para la clase trabajadora. Sin embargo, muchos de los actos fueron diferentes, lo que refleja de maneras diversas la profunda crisis del capitalismo.

Los trabajadores de transbordadores, miembros del sindicato IBU salieron en huelga por un día como parte de su lucha por un contrato. La huelga paralizó las embarcaciones que trasladan pasajeros desde el Condado de Marin hasta San Francisco. Miles de enfermeras del área de San Francisco realizaron una huelga de un día para protestar los recortes que está exigiendo la compañía Sutter Health. Unos 300 trabajadores contratados por las aerolíneas realizaron líneas de piquetes en el Aeropuerto Internacional de Los Angeles, y 780 trabajadores de Caterpillar salieron en huelga en Illinois.

En varias partes las manifestaciones del Primero de Mayo se caracterizaron por la política difusa de los grupos Ocupar bajo el lema del “99 por ciento” y convocatorias exageradas a una “huelga general”. En algunas ciudades, fuerzas anarquistas realizaron actos provocativos que le dieron a la prensa y a los políticos la oportunidad de calumniar el Día de los Trabajadores atacándolo de ser violento.

Más de 3 mil personas marcharon en Chicago, exigiendo la legalización y el cese a las deportaciones, a los despidos de los trabajadores indocumentados y la eliminación del sistema de verificación de documentos por Internet llamado E-verify. Partidarios del movimiento Ocupar también se sumaron a la marcha.

“Estas compañías tratan de presentar a los trabajadores como delincuentes”, dijo Robert Hines al Militante en Chicago. “Usan la investigación de antecedentes para despedir a trabajadores y para que uno acepte condiciones malas”. Hines formó parte de un contingente de Warehouse Workers for Justice compuesto en su mayoría por africano-americanos.

Entre otras acciones por los derechos de los inmigrantes en el Primero de Mayo se encuentran: una marcha de 4 mil en Salem, Oregon; una marcha de 600 en Yakima, Washington, en la que participaron muchos trabajadores agrícolas; marchas de 400 en Boston, Massachussets, 200 en Nueva Orleáns, cientos en Los Angeles, 200 en Houston, 250 en Minneapolis, 100 en Montgomery, Alabama, y 200 en Atlanta.

En una de las protestas del Primero de Mayo más grandes, más de 10 mil personas marcharon en Nueva York. La pancarta principal en el escenario decía “Somos el 99 por ciento” con un subtítulo que decía “legalizar, organizar, sindicalizar”.

Miles de partidarios de los derechos de los inmigrantes marcharon en Oakland, California. Allí hubieron varios contingentes sindicales, incluyendo uno de trabajadores de correos y de trabajadores de panaderos del Local 125 del sindicato BCW.

“Necesitamos sindicalizarnos y estar unidos”, dijo Ana Castaño en el mitin celebrado durante la marcha. “No somos delincuentes. Somos trabajadores”. Castaño es una de los 200 trabajadores que fueron despedidos por la compañía de metales Pacific Steel Casting de Berkeley, California, a finales del año pasado como resultado de una auditoría de inmigración.

Durante el curso del día, algunos grupos relacionados con la alianza Ocupar Oakland bloquearon las calles del centro de la ciudad y 39 fueron arrestados por la policía. A medida que continuaba la marcha por los derechos de los inmigrantes, más gente asociada con Ocupar se unieron a la protesta, incluyendo algunos que portaban caretas antigás y escudos hechos de acero corrugado.

Un grupo de estudiantes inmigrantes de secundaria decidió abandonar la marcha temprano, al igual que hicieron varios contingentes sindicales y otros participantes. Al finalizar la actividad, se había convertido en su mayor parte en un evento de Ocupar.

En Seattle, unas 1 500 personas participaron en una marcha por los derechos de los inmigrantes, respaldada por una amplia variedad de grupos pro derechos de los inmigrantes, de estudiantes y religiosos y más de una decena de sindicatos.

Provocaciones de los anarquistas

Más temprano ese día, anarquistas vestidos de negro usaron palos y bates de béisbol para destruir los vidrios de tiendas y carros.

Trial by Fire, una página web anarquista, celebró estas provocaciones como señal de que “se está comenzando a desafiar a los que están en el poder”.

“De ninguna manera apoyamos la difusión de cualquier tipo de información que inste a nuestros integrantes a participar en actividades imprudentes y mal pensadas”, dijo El Comité pro Reforma Migratoria y Justicia Social, la coalición que organizó la marcha del 29 de abril. “Contrario a lo que se ha difundido en la prensa, la mayoría de los participantes en las actividades del Primero de Mayo no tienen la intención de poner en peligro a los participantes”.  
 
 
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