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Vol. 75/No. 38      24 de octubre de 2011

 
Gobierno en Grecia
prepara más austeridad
(portada)
 
POR GEORGES MEHRABIAN  
ATENAS, Grecia—“Soy una de las de mi generación que han tenido suerte”, le dijo al Militante Marta Pissanou, técnica de laboratorio de 23 años de edad. “Tengo empleo”.

La tasa oficial de desempleo en Grecia sobrepasa el 16 por ciento y sigue subiendo a la vez que el pueblo trabajador aquí enfrenta algunos de los golpes más duros de los gobiernos capitalistas en Europa y de otros países.

“Mi padre ha trabajado en la fabrica estatal de aviones desde que tenía 24 años”, dijo Pissanou. “Recientemente le informaron que es uno de los miles que van a ser despedidos. ¿Y ahora qué? El gobierno y la mentalidad del país tienen la culpa. Pero también estoy empezando a creer que esta ocurriendo algo más grande, y no solo a nosotros en Grecia, pero aún no lo comprendo”.

El gobierno de George Papandreou ya ha impuesto dos rondas de medidas de austeridad severas, que han tenido un impacto devastador sobre el pueblo trabajador y grandes secciones de la clase media. Estas medidas se impusieron bajo presión del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, y la Comisión Europea —la llamada troika— a cambio de préstamos masivos para poder asegurar los pagos a los tenedores de bonos del gobierno griego. Entre aquellos que tienen el mayor riesgo si hay una mora de pagos de intereses son los bancos de Francia y Alemania, las potencias capitalistas más fuertes de Europa.

Ya que el impago de los intereses a los tenedores de bonos por el gobierno griego parece inevitable, el gabinete griego está proponiendo cortes adicionales de 8.8 mil millones de dólares al presupuesto de 2012. El plan incluye pasar 30 mil trabajadores del sector público a una “reserva especial de trabajadores” con sueldos drásticamente reducidos, cortes salariales del 40 por ciento a trabajadores gubernamentales, cortes más profundos en la pensiones y aumentos de los impuestos de los trabajadores.

Las propuestas del gabinete aún no alcanzan la meta que exige la “troika”.

Se han hecho varios paros de 24 y 48 horas en respuesta a las nuevas medidas, una continuación de la táctica de realizar acciones breves que comenzó el año pasado.

“Fui a unas protestas pero ya no voy”, dijo Pissanou. “No parece que logran nada. La gente esta perdiendo sus sueldos y se sienten exhaustos”.

“Se ha reducido el trabajo para nosotros un 70 por ciento”, explicó en una entrevista telefónica Omar Ismail, un trabajador de la construcción sirio que vive en la isla griega de Creta. “Muchos trabajadores sirios se han visto forzados a enviar a su esposa y a sus hijos de regreso a Siria”.

“He participado en algunas actividades huelguísticas en meses recientes, pero la mayoría de nosotros no participamos. El problema es que estamos divididos, griegos contra extranjeros, y en otras formas también. Estas divisiones aumentan el poder de los explotadores”.

“El desempleo real pronto sobrepasará el 20 por ciento y esto le permite a los patrones aplicar presiones enormes”, dijo Nikos Gourlas al Militante. Gourlas trabaja en una de las tiendas en el aeropuerto internacional de Atenas y es el presidente del recientemente formado sindicado de trabajadores del aeropuerto. “Varias compañías no le han pagado a los trabajadores del aeropuerto por varios meses. Estamos en luchas para hacer cumplir leyes laborales básicas”.

“Todo su sistema se está pudriendo, y por eso nos imponen estas medidas”, dijo Michael Aggelopoulos, un trabajador de carga de equipaje de 36 años de edad. “No nos queda otra que salir en huelga y protestar. Pero solo con una respuesta masiva lograremos detenerlos”.  
 
 
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