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Vol. 75/No. 34      26 de septiembre de 2011

 
Por qué no decimos
‘blanco’ sino ‘caucásico’
(Respuesta a un Lector column)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
En una carta que reproducimos al lado, David Altman pregunta por qué el Militante utiliza el término “impreciso y anticientífico” de caucásico.

La razón tiene que ver con la política y la lucha de clases, y no con la lingüística. Como explica el dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores Jack Barnes en Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, a aquellos que piensan que bajo el capitalismo ser “blanco” o “negro” es una cuestión científica y no una cuestión política, los “caucásicos que están convencidos que son ‘blancos’, el ‘color de Dios’, se encargarán de recordárselo”.

Verse a uno mismo como “blanco” es un obstáculo para el desarrollo de la conciencia de clase y la solidaridad. El término “blanco” está vinculado al legado de la esclavitud, a la segregación Jim Crow y a la discriminación y la brutalidad contra los negros.

A medida que se intensifica la crisis capitalista en los años venideros, los conflictos y la polarización de clases crecerán, poniendo viento en las velas de grupos derechistas que promueven, entre otras cosas, el “poder blanco” y la “nación blanca”. Para mantener su dominio, sectores de la clase capitalista financiarán organizaciones fascistas para aplastar las luchas obreras y sus organizaciones. Al organizarnos para defendernos, se librará en las calles la lucha por el poder proletario y por el socialismo.

La estrategia de la clase gobernante de ‘divide y vencerás’ ha resultado una y otra vez en derrotas del pueblo trabajador o ha impedido que nuestras luchas lograran todo lo que era posible. Un ejemplo fue la derrota de la Reconstrucción Radical, la peor derrota de los trabajadores en Estados Unidos.

El retiro en 1877 de las tropas federales de los estados donde antes gobernaba la clase esclavista por parte del gobierno estadounidense, envalentonó a las pandillas de reaccionarios armados, que intensificaron los linchamientos y todo tipo de agresiones contra los trabajadores que eran negros.

Ya bien entrado el siglo XX, explica Barnes en Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, “organizaciones como los Caballeros de la Camelia Blanca, la Liga Blanca, el Ku Klux Klan, los Consejos de Ciudadanos Blancos y muchos grupos más —con nombre, anónimos o con nombre nuevo— llevaron a cabo un implacable reino de terror contra la población negra en el Sur”.

Otro ejemplo es el fracaso en sindicalizar el sur de Estados Unidos de los colaboracionistas maldirigentes de los sindicatos, una meta que habían anunciado a bombo y platillo después de la Segunda Guerra Mundial. Pero para lograrlo se requería una lucha en contra de la segregación Jim Crow y su principal sostén político en el Sur, el partido demócrata, lo cual la cúpula sindical no estaba dispuesta a hacer.

Es cierto, y de importancia extrema, que la lucha por los derechos de los negros en Estados Unidos le ha propinado golpes históricos al racismo. Como resultado de esos movimientos sociales con poderosas bases proletarias que erigieron los sindicatos industriales en la década de 1930 y derribaron la segregación racial Jim Crow en las décadas de los 50 y los 60, más trabajadores de todos los colores y orígenes nacionales “trabajan juntos en muchos centros de trabajo, a menudo haciendo las mismas labores [y] participan[do] en acciones comunes y confraternizando como clase”, dice Barnes.

“Pero la lucha para combatir las múltiples formas de segregación y racismo, y para superar las divisiones nacionales en la clase obrera —mediante la solidaridad mutua y luchas intransigentes usando cualquier medio necesario— sigue siendo la mayor tarea para forjar la vanguardia proletaria en este país”.

El diccionario Merriam-Webster’s dice que caucásico se usa “especialmente en referencia a personas de ascendencia europea que frecuentemente son de piel con pigmentación clara”. Por razones de conciencia y solidaridad proletaria, asuntos de mayor importancia para el Militante que el origen de la palabra, continuaremos usando caucásico, no “blanco”.


¿Por qué usan el término ‘caucásico’?
 

Al parecer ya se ha hecho una norma oficial del Militante referirse a la gente blanca como “caucásicos”. En un sentido cultural, “caucásico” se refiere a los habitantes que viven en las montañas del Cáucaso (los georgianos, chechenios, azeris, armenios, etc.). Para ser más precisos, describe tres familias de lenguas que no se hablan en ninguna parte fuera del Cáucaso.

“Caucásico”, cuando es usado para referirse a los blancos o a la “raza europea” viene de principios del siglo 19, cuando se decía que la humanidad estaba dividida en las razas “Caucasoide”, “Mongoloide” y “Negroide”. La ciencia moderna ha refutado todo este concepto. El Militante no usa el término “negroide” al referirse a la gente de ascendencia africana ni describe a la gente china o japonesa como “mongoloide”. Así que ¿por qué usar el término impreciso y anticientífico de “caucásico”?

David Altman
Por correo electrónico
 
 
 
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