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Vol. 75/No. 28      1 de agosto de 2011

 
‘Cubano-chinos abrazaron
la causa de la libertad’
 

A continuación publicamos las palabras que Félix Raúl Rojas, cónsul general de Cuba en Guangzhou, China, pronunció en la conferencia celebrada el 27 de junio, la cual fue auspiciada por la Oficina de Asuntos de los Chinos de Ultramar del gobierno provincial de Guangdong y por el consulado cubano (ver artículo de noticias en la página de enfrente).

POR FÉLIX RAÚL ROJAS  
Estimados amigos:

Constituye un verdadero honor esta oportunidad de rendir homenaje aquí en China, en la provincia de Guangdong, a los miles de ciudadanos de estas tierras que llegaron a nuestro país, Cuba, al otro lado del océano, para mezclar su sangre con la de los cubanos y así, junto a los españoles y africanos, conformar las raíces de la nacionalidad cubana.

Tomo prestadas las palabras de Gonzalo de Quesada, amigo personal de nuestro héroe nacional José Martí y primer secretario del partido que fundó para dirigir la lucha por la independencia de Cuba, el Partido Revolucionario Cubano, quien en 1892, al referirse a los chinos que se incorporaron a la lucha por la independencia de Cuba, expresó:

“Si miles de chinos no hubiesen contribuido a mantener la guerra… Si no hubiesen sido valientes y sufridos soldados, si no hubiesen sabido morir como almas hechas para la gloria; aún sin estos méritos, tendrían derecho a la inmortalidad y a nuestro respeto, por el hecho de que no hubo un chino en Cuba que no abrazara la causa de la libertad.

A esos valientes que dieron su vida por Cuba está dedicado el monumento cuya imagen pueden apreciar en uno de los salones centrales de este magnífico museo dedicado a los chinos de ultramar.

Los chinos continuaron arribando a Cuba. Ellos llegaron a constituir la mas importante comunidad de su tipo de todo el continente americano.

Floreciente comunidad, no dejó de estar ligada a las luchas por la emancipación nacional. Combatieron dictaduras y junto a sus hermanos cubanos, siguieron ofrendando sus vidas por la libertad y la independencia nacional.

La insurrección popular que nació el 26 de julio de 1953, y continuó en la Sierra Maestra, acogió la presencia china en la guerrilla comandada por Fidel Castro que luego del triunfo de 1959 se convirtió en las Fuerzas armadas Revolucionarias, donde se ha mantenido hasta nuestros días.

Los chinos forman parte indisoluble de la nacionalidad cubana, de su espíritu de libertad e igualdad, de la confraternidad universal que nace de la mesticidad de nuestra sociedad. Su aporte ha estado presente en la cultura, el deporte, la culinaria, el comercio, la religión. Los chinos y sus descendientes continúan este proceso de intercambio e influencias mutuas con el resto de la sociedad cubana.

Hoy nuestro país vive un proceso histórico que demanda la atención y el compromiso de todos los cubanos y de los amigos de los cubanos.

El VI congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado el mes de abril pasado, analizó y aprobó importantes transformaciones para el país.

Fue un congreso histórico que en la práctica comenzó el 9 de noviembre del pasado año, cuando fue presentado el proyecto guía de la política económica y social del partido y la revolución, documento que fue discutido por todo el pueblo de Cuba.

El proyecto constituye un proceso cuya puesta en marcha estará determinada por nuestra capacidad de ir creando las condiciones requeridas para su total aplicación. Está llamado a convertirse en un factor impulsor de la construcción del socialismo en Cuba, en la elevación de la eficiencia de los medios fundamentales de producción, propiedad de todo el pueblo.

Todo ello favorecerá que el estado continúe asegurando, a toda la población por igual y de manera gratuita, los servicios de salud y educación, entre otros, así como la defensa de la identidad y la conservación del patrimonio cultural y la riqueza artística, científica e histórica de la nación.

Todo ello llevará también al perfeccionamiento de nuestros nexos con los diversos sectores empresariales extranjeros, en el que los chinos ocupan un lugar tan importante. Sabemos que contamos con la voluntad política de las autoridades chinas de favorecer y acompañar este proceso de actualización económica y social de nuestra sociedad.

Perfeccionaremos nuestro socialismo construyendo nuestra sociedad de acuerdo con nuestras propias necesidades, nuestras propias características y también nuestras propias experiencias.

Antes de terminar, deseo expresar nuestro agradecimiento a la Oficina de Asuntos de los Chinos de Ultramar de la provincia de Guangdong y a la dirección de este museo, que han hecho posible este encuentro. Muy en especial a la señora Mary-Alice Waters y los amigos que la acompañan, no solo por estar hoy aquí e ilustrarnos sobre la historia de los hombres de China y de Cuba, sino por esa lucha incansable por romper el muro de silencio con el que han querido cercar a la Revolución Cubana desde el mismo corazón de quienes lo promueven.

Deseo subrayar que la provincia de Guangdong constituye un excelente referente de lo que han sido capaces de lograr los hombres y mujeres de esta hermosa tierra en los últimos 30 años.

De Guangdong partió la mayoría de los chinos que se establecieron en Cuba y donde hoy sus descendientes trabajan por construir una nueva sociedad.

Estoy convencido que esa raíz común que une a los chinos de Guangdong y a los chinos y sus descendientes que hoy viven en nuestro país, puede y debe constituir un apoyo fundamental para el proceso de perfeccionamiento económico y social que hoy se lleva a cabo en Cuba.

Larga vida a la amistad entre los pueblos de China y Cuba.

Muchas gracias
 
 
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