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Vol. 75/No. 28      1 de agosto de 2011

 
(portada)
‘Cortar jornada laboral
sin reducir los salarios’
Candidato socialista aborda el desempleo
 
Militante/Cindy Jaquith
Chris Hoeppner (derecha), candidato del PST para el Congreso por el Distrito 9 en Nueva York, habla con enfermera Sharon Salmon al hacer campaña en Forest Hills, Queens, el 17 de julio.

POR SARA LOBMAN  
NUEVA YORK, 17 de julio—“Hay que hacer algo acerca del desempleo. No podemos seguir así”, dijo Florentino Colón a Christopher Hoeppner, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores en las elecciones especiales del 13 de septiembre por el Distrito Congresional 9, el cual abarca partes de Queens y de Brooklyn.

La semana pasada Hoeppner y sus partidarios recolectaron más de 7 mil firmas para calificar al Partido Socialista de los Trabajadores (PST) para aparecer en la lista de candidatos en el distrito, lo cual ha sido confirmado por la Junta Electoral. Hoy él y media docena de sus partidarios regresaron al barrio de Forest Hills en Queens para hacer campaña.

Colón ha trabajado como portero de edificios por 20 años. “Alguna gente que conozco trabaja 10 ó 12 horas al día”, le dijo a Hoeppner. “Al mismo tiempo hay otros que no tienen trabajo. El gobierno debe ayudar a que las empresas privadas generen empleos”, sugirió Colón, y agregó, “Hay puentes y caminos en necesidad de reparaciones”.

“La clase capitalista y su gobierno no tienen un programa de empleos”, respondió Hoeppner. “Son los trabajadores quienes tenemos que organizarnos y luchar juntos por lo que necesitamos. El Partido Socialista de los Trabajadores propone que el pueblo trabajador organice una lucha para exigir que el Congreso promulgue una ley de emergencia por una jornada semanal más corta sin reducción de paga.

“Eso pondría a trabajar a millones de personas”, dijo, “y haría que la crisis recaiga sobre los patrones”. Al obligar a los patrones a distribuir los empleos disponibles se recortarían sus ganancias —la riqueza que nosotros producimos con nuestro trabajo— en lugar de destrozar las vidas y el bienestar del pueblo trabajador, Hoeppner agregó.

“Me suena bien” dijo Colón.

La campaña del Partido Socialista de los Trabajadores también reclama un programa de obras públicas para crear empleos para millones de personas en la reconstrucción de caminos, ferrocarriles y otras partes de la desmoronada infraestructura, y en la construcción de escuelas, hospitales, guarderías infantiles y otros proyectos necesarios para el pueblo trabajador.

“El capitalismo sigue creando y recreando los mismos problemas”, Hoeppner le dijo a Colón. “Esa es la razón por la que tenemos que arrebatarles el poder a las familias capitalistas gobernantes”.

El desempleo y las condiciones del trabajo también preocupaban a Sharon Salmon, una enfermera. Salmon explicó que en el primer día de su último trabajo, ella fue la única enfermera en el turno de la tarde para 60 pacientes en un asilo para ancianos.

“No es posible proveer el cuidado necesario bajo estas condiciones”, dijo. “Han recortado las horas de trabajo, de manera que la familia tiene que ayudar con el cuidado. Y nuestros salarios siguen bajando. Gano en tres días lo que solía ganar en la mitad de ese tiempo”. Salmon dijo que no tenía con que pagar su propio seguro médico.

“El cuidado médico debe ser universal para todo el pueblo trabajador”, dijo Hoeppner. “No debe depender de dónde trabajas ni cuánto puedes pagar. Pero la clase capitalista jamás dará prioridad a la salud pública por encima de las ganancias. Por eso siguen cerrando hospitales en los barrios obreros”.

Desde 2009 se han cerrado los hospitales St. John’s y Mary Immaculate en Queens, así como los hospitales St. Vincent’s y North General en Manhattan. Para decenas de millones de trabajadores no hay posibilidades de chequeos preventivos regulares ni de tratamiento de condiciones crónicas.

“Para cambiar esas cosas hace falta una verdadera lucha”, dijo Hoeppner.

“Sí”, respondió Salmon. “Tardará mucho. Pero tenemos que intentarlo”.

John Doyle, un constructor jubilado de Irlanda que visitaba a su hijo en Nueva York, se detuvo para aceptar un volante de la campaña. “Es lo mismo en todo el mundo”, dijo Doyle. “En Irlanda están despidiendo a maestros. Están cerrando fábricas”. Pero también Estados Unidos se encuentra en malas condiciones”, agregó. “Esperaba yo mejor de Obama”.

“Obama representa la clase gobernante en este país”, Hoeppner replicó. “Utilizan la creciente deuda pública del gobierno estadounidense como excusa para atacar a los trabajadores”.

Entre las otras cosas que Hoeppner propuso mientras hacía campaña eran la necesidad de luchar por un alto inmediato e incondicional a las guerras dirigidas por Estados Unidos en Afganistán, Pakistán, Iraq, y Libia, y la defensa del derecho de la mujer a elegir el aborto.

“Mi campaña se sumará a otros en las calles de Germantown, Maryland, para defender la clínica de abortos ahí cuando los opositores del derecho de la mujer a decidir intenten cerrarla”, Hoeppner dijo al hablar en Forest Hills. Los partidarios de los derechos de la mujer se movilizarán en Germantown del 31 de julio al 7 de agosto para defender la clínica.

“Nos unimos a las luchas que se dan hoy que defiendan a la clase trabajadora”, dijo Hoeppner. “Es así como podremos a forjar un movimiento revolucionario de masas del pueblo trabajador que pueda llevar a los trabajadores y agricultores al poder y comenzar la reorganización de la sociedad en nuestros intereses”.  
 
 
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