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Vol. 75/No. 25      11 de julio de 2011

 
Obreros envían ‘dinero
manchado en sangre’
 
POR SETH GALINSKY  
Los bonos de la industria del ferrocarril son una buena muestra de lo que muchos trabajadores con conciencia de clase llaman “dinero manchado en sangre”, pagos diseñados a convencer a los trabajadores a que acepten la aceleración del trabajo, la reducción de salarios, concesiones en contratos y condiciones de trabajo peligrosas, en ves de enfrentar a los patrones.

Los trabajadores comunistas y otros responden contra los patrones contribuyendo ese dinero al Fondo Capital del Partido Socialista de los Trabajadores, el cual ayuda a financiar planes a largo plazo del partido.

Durante los últimos 25 años los patrones ferroviarios han estado reduciendo el tamaño de las cuadrillas de trenes en su campaña por más ganancias. Antes de 1985, la mayoría de las cuadrillas tenían cuatro trabajadores: un ingeniero, un conductor y dos técnicos de frenos. En 1985 los patrones lograron que altos oficiales del sindicato aceptaran contratos que incluían la reducción del tamaño de las cuadrillas. Hoy la mayoría de las cuadrillas tienen solo un ingeniero y un conductor, ¡algunos trenes son operados por una sola persona! Estas reducciones también han sido impuestas en los trenes de pasajeros.

El índice de fatalidad por fallas en los frenos, señales y operadores de agujas, han estado aumentando.
 

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Jim Altenberg, un trabajador de Amtrak de la Bahía de San Francisco, contribuyó su bono de mil dólares al Fondo Capital.

“Esto representa un poco de dinero manchado en sangre que algunos conductores del Amtrak reciben anualmente después de que el sindicato aceptó reducir el número de los conductores en muchos trenes de pasajeros de tres a dos”, dijo Altenberg. “Todos trabajan ahora con equipos de dos personas, uno simplemente espera que no pase nada en el camino”.
 

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Dan Fein en Nueva York contribuyó 118.32 dólares al Fondo. “Después de haber sido despedido el mes pasado por Perrigo, mi empleador, por haber faltado al trabajo para ir a Egipto, ¡me enviaron éste bono!”, dijo Fein.

Fein fue uno de los trabajadores comunistas que participaron en una feria de libros en la Plaza Tahrir, para vender suscripciones al Militante y libros revolucionarios y de política obrera publicados por la Editorial Pathfinder. El equipo también participó en una manifestación de trabajadores en la Plaza Tahrir.
 

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Los trabajadores que quieran contribuir dinero manchado en sangre al Fondo Capital pueden hacerlo llamando o escribiendo a los distribuidores del Militante listados en la página 6.  
 
 
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