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Vol. 75/No. 21      30 de mayo de 2011

 
Inundaciones: urgen
fondos del gobierno
‘Millones podrían ser empleados’
(artículo principal)
 
POR BETSY FARLEY  
METROPOLIS, Illinois—El pueblo trabajador en este pueblo de 6 mil personas en el sur de Illinois está luchando para recuperarse después de que la inundación del río Ohio destruyó o produjo serios daños a por lo menos 250 casas. Todavía no han recibido ni un solo centavo de asistencia federal.

Más al sur, a lo largo del río Mississippi lo peor está aún por llegar. Con la apertura del vertedero Morganza en Louisiana el 14 de mayo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, millones de acres de tierras de labranza y miles de viviendas fueron inundadas para aliviar la presión sobre los sistemas de diques de Baton Rouge y Nueva Orleans.

Esto no es un desastre “natural”. Las decenas de miles de personas que han perdido sus viviendas vivían en los terrenos aluviales porque no podían pagar el alquiler o comprar viviendas construidas sobre tierra más elevada. Los desarrolladores inmobiliarios capitalistas construyen sobre los terrenos aluviales para cosechar ganancias en concepto de alquileres.

Ahora, con decenas de miles de personas evacuadas, millones de acres de tierra agrícola inundada, y miles de personas desempleadas, la administración del presidente Barack Obama apenas ha levantado un dedo para brindar asistencia.

“Millones de personas están desempleadas, y podrían estar trabajando en la limpieza de los daños de la inundación o construyendo los muros de contención para prevenir este tipo de desastre”, dijo Calvin Greer, un trabajador de la construcción desempleado en Metropolis. Al otro lado del río Ohio en Metropolis se ubica Paducah, Kentucky. Esta ciudad apenas se vio afectada por la inundación. “La razón es que Paducah tiene un muro de contención”, explicó Jack Hicks, un Teamster retirado cuya casa apenas se escapó de las aguas crecidas aquí. “No hemos visto a nadie de la FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) por acá”.

Entretanto, se les han rechazado a muchos trabajadores las reclamaciones de seguros por sus pérdidas, puesto que la mayor parte de las pólizas de seguro no cubren los daños por inundaciones.

“Dos de mis compañeros de trabajo lo perdieron todo y no pueden recuperar ni un centavo”, dijo Luckie Atkinson. Atkinson es uno de los 230 trabajadores en la planta de la Honeywell de enriquecimiento de uranio aquí que están en lucha contra un cierre patronal desde junio de 2010. Atkinson se unió a otros trabajadores despedidos, miembros del sindicato de los trabajadores del acero USW, para ayudar a colocar sacos de arena y evacuar a la gente de Metropolis. “Todo el mundo ayudaba”, dijo, “incluso los estudiantes de la secundaria, el equipo de basketball, y los porristas”.  
 
 
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