Vol. 75/No. 20      23 de mayo de 2011

Bajo Comunidades Seguras las huellas digitales de toda persona que sea arrestada —sea encontrada culpable o no— son enviadas al FBI, que posteriormente las envía al Departamento de Seguridad del Suelo Nativo (DHS por sus siglas en inglés) para que sean comparadas con sus bases de datos. El DHS tiene la autoridad de instruir a los policías locales a que detengan a un individuo que dice pueda haber cometido una infracción de la ley de inmigración aun cuando no hayan sido acusados de ningún delito.

La meta de la administración de Obama es de tener el programa en marcha en cada municipalidad de Estados Unidos para 2013. El programa, iniciado por el presidente George W. Bush en 2008, actualmente está funcionando en el 40 por ciento del país.

ICE describe a Comunidades Seguras como un programa que está “trabajando para mejor identificar, detener y finalmente remover a peligrosos extranjeros criminales de su comunidad”.

En realidad, es uno de los métodos utilizados para detener y deportar de forma arbitraria a trabajadores inmigrantes y que sienta las bases para utilizar las mismas herramientas contra cualquiera que el gobierno decida atacar.

En una entrevista el 25 de abril con el San Francisco Chronicle, la secretaria del DHS Janet Napolitano dijo que los gobiernos estatales y locales no pueden “excluirse” de Comunidades Seguras. “Todo esto de optar a participar o optar a no participar fue un mal entendido”, dijo, refiriéndose a declaraciones iniciales de ICE que implicaban que la participación era voluntaria.  
 
 
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