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Vol. 75/No. 20      23 de mayo de 2011

 
Casa Blanca refuerza uso
de comandos y ‘drones’
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Después del asesinato de Osama bin Laden en el complejo residencial en el que vivía en Abbottabad, Pakistán, a manos de un grupo militar Seal de la marina norteamericana, Washington continúa reforzando el uso de fuerzas de operativos especiales y ataques asesinos con aviones teledirigidos.

“Desde principios del año pasado la administración de Obama ha perseguido con vigor las misiones de rastreo y exterminio”, declaró el Wall Street Journal.

Tres días después del ataque de los comandos en Pakistán, las fuerzas armadas norteamericanas lanzaron un ataque con misiles teledirigidos en el sur de Yemen con el fin de matar a Anwar al-Awlaki, un ciudadano de Estados Unidos. No lograron matar a este clérigo musulmán, sin embargo otros dos supuestos miembros de al-Qaeda resultaron muertos.

El Comando Conjunto de Operativos Especiales del Pentágono, que también tiene a su cargo a los comandos Seal, está a cargo de los ataques en Yemen, con ayuda de la CIA.

El 6 de mayo la CIA desató otro ataque desde aviones teledirigidos Predator en Waziristan norte en Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, causando la muerte de por lo menos 15 personas. Este fue el ataque con aviones teledirigidos en Pakistán número 195 desde que Obama asumió la presidencia.

La administración actual ha incrementado los asesinatos con aviones teledirigidos Predator cinco veces, matando cuatro veces más posibles “terroristas” en 27 meses que la Casa Blanca de George W. Bush en ocho años, escribió Victor Hanson en el National Review Online.

Días después del asesinato de bin Laden, informes de la prensa y descripciones del ataque de los Seals han dejado claro que los únicos disparos contra el comando salieron de la casa de huéspedes poco después de que aterrizó el pelotón norteamericano. Un hombre y una mujer de ese edificio murieron. Nadie en la casa principal donde residía bin Laden estaba armado.

Las órdenes eran de matar a cualquier hombre adulto y “neutralizar a las mujeres”, escribió William Saletan en la revista Slate del 5 de mayo.

Solo una mujer muerta, una herida y ningún niño muerto o herido, eso es más de lo que se puede decir de la mayoría de los ataques norteamericanos con aviones teledirigidos.

El ataque requirió cruzar de manera secreta la frontera entre Afganistán y Pakistán y volar más de 120 millas en el espacio aéreo pakistaní. Fue llevado a cabo sin informar de antemano a las autoridades pakistaníes, en violación de la soberanía de ese país.

Antes del ataque, Obama había autorizado enfrentar a las fuerzas pakistaníes en una confrontación armada en caso de que interfiriesen en la operación. El presidente redobló el tamaño de la fuerza de ataque que viajó al complejo.  
 
 
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