Vol. 75/No. 16      25 de abril de 2011

¿Absuelto de qué? No de los cargos asociados con la muerte de un turista italiano en Cuba y de causar daños a otras 12 personas en esos hoteles. Más bien el cargo del cual Luis Posada Carriles fue declarado no ser culpable fue el de mentir a policías de inmigración de Estados Unidos sobre como entró a Estados Unidos en 2005 y sobre su papel en estos actos criminales.

“El hecho de haber sido enjuiciado por haber mentido en un proceso migratorio y no por terrorista es un insulto al pueblo de Cuba y a las familias enlutadas por sus acciones”, declaró un comunicado del Ministerio del Exterior de Cuba. El veredicto es “una demostración adicional del apoyo y amparo que históricamente le han brindado las autoridades norteamericanas”.

Posada también enfrenta cargos en Cuba y Venezuela por planear y organizar el ataque dinamitero del vuelo 455 de Cubana de Aviación en 1976 que causó la muerte de todos los 73 pasajeros, incluyendo todo el equipo nacional juvenil de esgrima cubano, muchos de los cuales eran adolescentes. Sin embargo, Washington se ha negado a extraditarlo a cualquiera de los dos países.

La jueza federal de distrito Kathleen Cardone le permitió al jurado escuchar solo partes selectas y editadas de las grabaciones de las entrevistas con la periodista del Times Ann Louse Bardach en 1998. “De mil maneras admitió participar en la campaña de atentados”, dijo Bardach durante el juicio. “Estaba orgulloso”.

Posada se convirtió en un agente importante de la CIA y fue contratado directamente por la agencia desde principios de los años 60 hasta mediados de los años 70.

Posada fue detenido en Venezuela el 6 de octubre de 1976 por el atentado contra el vuelo de Cubana de Aviación. Fue absuelto por un tribunal militar, pero permaneció en la cárcel en espera de un juicio civil. En 1985, logró salir de prisión por medio de sobornos y unas semanas más tarde se encontraba trabajando para el gobierno estadounidense en las operaciones encubiertas de apoyo a los contrarrevolucionarios en Nicaragua bajo el mando del aquel entonces asistente de la Casa Blanca, el teniente coronel Oliver North.

En 2000, Posada fue arrestado en Panamá y condenado por tratar de asesinar al presidente cubano Fidel Castro con un coche bomba lleno de explosivos C-4 durante una cumbre latinoamericana. Tras un indulto en 2004, viajó a Estados Unidos en 2005 en busca de asilo político.

Mientras tanto, cinco revolucionarios cubanos permanecen encarcelados en Estados Unidos desde 1998, bajo condenas que van desde 15 años a doble cadena perpetua. Los Cinco Cubanos, como se les conoce, fueron condenados en un caso fabricado por Washington de varios cargos de “conspiración” por haber estado monitoreando las actividades de grupos contrarrevolucionarios en Miami que tienen un largo historial de ataques armados y de sabotaje contra Cuba.
 
 
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