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Vol. 75/No. 13      4 de abril de 2011

 
Crece costo humano
para obreros en Japón
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
Los trabajadores y agricultores de Japón están enfrentando una catástrofe de una amplitud enorme tras el terremoto de magnitud 9.0 en la escala de Richter y el inmenso tsunami que golpearon a este país el 11 de marzo. La contaminación nuclear, la pérdida de viviendas, el desempleo y la falta de energía eléctrica se extienden por todos lados mientras el gobierno y los capitalistas se concentran en proteger las ganancias, en lugar de no las vidas.

Los dueños de la planta nuclear Fukushima postergaron deliberadamente el enfriamiento de los reactores afectados por el terremoto y el tsunami porque querían proteger sus inversiones, según el Wall Street Journal del 19 de marzo. Ya para el 22 de marzo el peligro de un derretimiento total estaba amainando, sin embargo los vegetales, la leche y el agua potable en pueblos a muchas millas de distancia de la planta se encuentran contaminados.

La planta de Fukushima tiene seis reactores. El terremoto desconectó a la planta de la red eléctrica, lo que paralizó el enfriamiento de las barras de combustible nuclear. Después, el tsunami destruyó el generador de refuerzo.

Las barras de combustible del reactor en la planta 1 comenzaron a calentarse inmediatamente. Los ejecutivos de la Tokyo Electric Power Co. (Tepco), que opera la planta, rechazaron la idea de enfriarla con una masiva cantidad de agua de mar. Tepco “titubeó porque trataba de proteger sus bienes”, dijo Akira Omoto, miembro de la Comisión de Energía Atómica de Japón.

Mientras que la compañía se retardaba, las barras de combustible se calentaban cada vez más, haciéndolas producir gas hidrógeno, que explotó a las 3:36 p.m. el 12 de marzo. El primer ministro Naoto Kan decidió entonces ordenar que se echara agua de mar.

El sistema de enfriamiento falló en el reactor 3 el 13 de marzo, informó el Journal. Tepco intentó primero enfriarlo con agua fresca, pero eso falló. Esa tarde la compañía comenzó a usar agua de mar. En la mañana del 14 de marzo ocurrió una explosión en el reactor 3 que fracturó el recipiente de contención que permitió que partículas radioactivas se filtraran a la atmósfera.

Ahora se ha encontrado contaminación radioactiva en productos alimenticios en Tokio, a unas 125 millas de la planta de Fukushima. El nivel de iodo radioactivo en las espinacas de la región es 27 veces más alto del nivel permitido. La leche de Fukushima contiene 17 veces la radiación estimada como límite.

El vocero del gobierno, Edano, trató de restar importancia al peligro de contaminación de la leche y los productos. “Aún si los comes y los bebes varias veces no será un peligro para la salud”, dijo.

Sin embargo el vocero de la Organización Mundial de la Salud, Peter Cordingley, no estuvo de acuerdo. “Muy claramente, no es lo que pensamos en las fases iniciales. Es más serio”, dijo.  
 
 
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