El Militante (logo)  

Vol. 75/No. 9      7 de marzo de 2011

 
Egipto: Militares
exigen fin de huelgas
(portada)
 
POR SETH GALINSKY  
Por sexta vez desde que asumió el poder tras la caída de Hosni Mubarak, el Consejo Militar Supremo de Egipto emitió una orden el 18 de febrero para que los trabajadores pongan fin a sus huelgas y ocupaciones de fábricas. Si no lo hacen, “serán enfrentados y se tomarán medidas legales contra ellos para proteger la seguridad de la nación”, amenazaron los generales. Pero continúan dándose nuevas huelgas a diario, así como protestas por parte de los agricultores.

El 21 de febrero el diario Al Masry Al Youm informó que los trabajadores en siete plantas de energía estaban llevando a cabo ocupaciones y manifestaciones. Según el periódico, los trabajadores decidieron hacer una ocupación para que se mantenga la producción a la vez que ejercen presión para exigir aumentos salariales, puestos de trabajo permanentes para los trabajadores temporales, el despido de funcionarios corruptos en el ministerio de electricidad, y la renuncia del jefe de la Compañía Egipcia de Electricidad.

Los bancos reabrieron el 20 de febrero. El Banco Central había cerrado todos los bancos el 14 de febrero después de que los trabajadores bancarios se declararon en huelga. Los huelguistas ahora están eligiendo representantes para negociar con los funcionarios del gobierno. Según el diario Al Ahram, los trabajadores de Banque Misr se rehusaron aceptar la demanda del Banco Central de nombrar administradores del banco como sus representantes.

Los trabajadores de Misr Spinning and Weaving, una fábrica estatal de hilado y tejido en Al Mahalla al-Kubra, 60 millas al norte de El Cairo, regresaron al trabajo el 20 de febrero después de ganar un aumento salarial del 25 por ciento y el despido de un gerente corrupto. Los trabajadores allí también están afirmando su derecho a organizar un sindicato independiente de la Federación de Sindicatos Egipcios, la cual es dirigida por seguidores del depuesto gobernante Mubarak, y están exigiendo nuevas elecciones sindicales.

“Se suponía que todo iba a volver a la normalidad”, después de la expulsión de Mubarak, se quejó el patrón de la industria de la confección Magdi Tolba al Financial Times, “pero nuestro problema hoy en día son los trabajadores y empleados; todo el mundo ha comenzado a solicitar sus beneficios personales, y esto está comenzando realmente a asustarnos”.

“Hemos dejado claro que vamos a discutir los beneficios de los empleados, pero definitivamente no pueden elegir la dirección que quieran, esto no está abierto al debate”, dijo al Times Hisham Ramez, un funcionario del banco central.

El movimiento para expulsar a Mubarak ha impulsado otras protestas. Unos 2 mil familiares de presos políticos demostraron el 16 de febrero en El Cairo para exigir su liberación. Hay miles de presos políticos en Egipto, algunos encarcelados desde el asesinato del presidente Anwar Sadat, el predecesor de Mubarak, en 1981.

En una acción el 18 de febrero en Alejandría para celebrar la expulsión de Mubarak, muchos de los 200 mil manifestantes llevaban pancartas con fotos de familiares encarcelados y exigieron que los pusieran en libertad. El día anterior, 45 presos en Arish, al norte del Sinaí, iniciaron una huelga de hambre para protestar el que se les mantenga detenidos sin juicio.

Al-Ahram informó que cientos de campesinos en la provincia de Qamh están protestando para exigir agua para irrigar sus campos.

Los trabajadores en Egipto no tienen su propio partido. Varios partidos de la burguesía están maniobrando para ponerse en la mejor posición para encabezar, o al menos ser parte de un nuevo gobierno capitalista.
 
 
Artículo relacionado:
Estalla guerra civil en Libia  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto