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Vol. 75/No. 8      28 de febrero de 2011

 
Condenan a policía por
mentir sobre tortura
 
POR JOHN HAWKINS  
CHICAGO—Jon Burge, quien fue condenado el pasado junio por cargos federales de perjurio y obstrucción de la justicia por mentir durante una demanda civil sobre la tortura de sospechosos, fue sentenciado a cuatro años y medio de cárcel el 21 de enero. Burge, ex teniente de policía en Chicago, fue ordenado a que se reportara a la cárcel el 16 de marzo para empezar a cumplir su sentencia.

En menos de una semana después de la sentencia, una junta de pensiones para policías decidió que Burge continuará recibiendo su pensión de 3 039 dólares mientras se encuentra en la cárcel. Burge empezó a recibir la pensión en 1997, cuatro años después de su despido por la tortura y abuso de Andrew Wilson.

Burge encabezaba una pandilla de detectives conocidos como la “Pandilla de Medianoche” que por décadas utilizó palizas con pistolas, asfixia con bolsas de papel, choques eléctrico a los genitales y otras partes del cuerpo, y otros métodos de tortura para forzar confesiones de sospechosos. La mayoría de los abusados y condenados por cargos fabricados por Burge y su pandilla fueron hombres negros.

“Este es un paso significativo en el proceso de dar alguna justicia a todas las personas que fue torturadas”, dijo a la prensa Flint Taylor, un abogado que ha representado a muchos de los hombres que fueron tratados brutalmente por Burge.

Según la Coalición de Illinois contra la Tortura, 24 prisioneros que se cree que fueron torturados por la pandilla policial de Burge siguen en la cárcel.

Durante la audiencia días las víctimas de tortura y sus familiares, y muchos luchadores que han sido parte de la lucha de por décadas para condenar y encarcelar a Burge, colmaron la sala de la corte.

Anthony Holmes dio testimonio sobre como Burge le aplicó choques eléctricos tres veces y después le puso una pistola en la cabeza diciéndole, “Te volaré tu cabeza negra”. Bajo esa presión Holmes firmó una confesión de asesinato que condujo a una sentencia de 30 años de cárcel.

Apelando a la juez federal Joan Lefkow, Burge dijo que se arrepentía por causar “desprestigio” al departamento de policía de Chicago. En respuesta a las declaraciones de Burge de estar “profundamente arrepentido” y de ser un “hombre deshecho”, la juez Lefkow le dijo a Burge que no le creía. Lefkow duplicó las guías de sentencias al pronunciar la condena de cárcel de cuatro años y medio.

Mark Clements, uno de los torturados y un líder de la lucha para condenar y encarcelar a Burge, le dijo al Militante que esta es “una victoria en el sentido de que mucho trabajo se dedicó para echar abajo a Jon Burge”.

“Yo creo que el recibir su pensión es un insulto a toda la humanidad”, agregó Clements. “Es un escándalo que haya recibido solo una sentencia de cuatro años, pero una victoria el que por lo menos haya recibido una sentencia”.  
 
 
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