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Vol. 75/No. 3      24 de enero de 2011

 
Túnez, Argelia y Marruecos:
protestan precios de alimentos
(portada)
 
POR ANGEL LARISCY  
Los precios de alimentos básicos se han disparado durante el pasado año, golpeando con más fuerza a los países menos desarrollados, donde los trabajadores generalmente gastan la mitad o más de sus ingresos en comestibles.

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de Naciones Unidas anunció en enero que el índice de precios de alimentos subió en un 32 por ciento entre junio y diciembre de 2010. Se espera que los precios aumentarán aún más durante el año entrante. Mil millones de personas en el mundo no reciben alimentos suficientes, según la ONU.

En lo que va del año, el maíz ha subido en un 63 por ciento; el trigo 84 por ciento; la soya 24 por ciento; y el azúcar 55 por ciento.

Ha habido protestas en Marruecos, Túnez, y más recientemente, en Argelia, sobre los aumentos en los precios de leche, azúcar y harina, así como la falta de empleos.

Jóvenes argelinos y otros se volcaron a las calles con la demanda "¡tráiganos azúcar!" En la primera semana de enero, dos manifestantes murieron en protestas de miles de personas en por lo menos cinco ciudades. La tasa oficial de desempleo en el país es 11 por ciento, pero se considera que la tasa real es el doble.

Argelia, con grandes depósitos de gas y petróleo, es uno de los primeros diez exportadores de trigo del mundo. El Medio Oriente y Africa del Norte son los más grandes importadores de cereales. La situación en estos países hace resaltar el atraso en el desarrollo de la agricultura y la industria impuesto por el imperialismo. La falta de electricidad y equipos agrícolas modernos, combinado con las décadas de subdesarrollo bajo los poderes coloniales, limitan la capacidad de estos países ricos en recursos naturales de poder alcanzar la autosuficiencia alimenticia.

El sistema capitalista mundial, en el cual los alimentos son una mercancía, deja a millones de personas sin la posibilidad de incrementar la producción, aún cuando su país tiene una riqueza de otros recursos.

Jóvenes y trabajadores también han protestado por varias semanas en el país vecino de Túnez. Los enfrentamientos irrumpieron a mediados de diciembre tras la muerte de Mohamed Bouazizi, quien se prendió en llamas después que la policía decomisó las frutas y legumbres que vendía sin licencia. Han muerto decenas de manifestantes.

En India, un país que según las estadísticas está experimentando un “crecimiento robusto”, los precios de los alimentos suben a un ritmo anual de 18 por ciento. Los incrementos más altos han sido en los precios de las papas y cebollas, que se han duplicado.

La malnutrición es desenfrenada en India. En 11 de los 19 estados, más del 80 por ciento de la población padece de anemia, y más de la mitad de los niños menores de cinco años sufren de desarrollo físico inadecuado debido a la falta de nutrición.

En Mozambique, trabajadores realizaron protestas cuando el gobierno anunció un incremento de 30 por ciento en el costo del pan. El gobierno de Bolivia también enfrentó protestas cuando eliminó subsidios a los alimentos.  
 
 
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