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Vol. 74/No. 38      11 de octubre de 2010

 
Agricultores negros
luchan contra racismo
Permanecen resueltos a cultivar la tierra
(artículo principal)
 
POR SUSAN LAMONT  
WASHINGTON—Unos sesenta agricultores negros y sus partidarios marcharon el 23 de septiembre desde el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) hasta el Capitolio para exigir que se les trate con igualdad y que el gobierno los indemnice para resolver una demanda por discriminación que han entablado por muchos años.

Partidarios del área de Washington se sumaron a agricultores que viajaron desde Alabama, Mississippi, Oklahoma, Texas, Virginia, Kansas, y Carolina del Norte. La acción fue convocada por John Boyd, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Negros, y Robert Binion, un agricultor de duraznos de 61 años de edad de Clanton, Alabama. Lawrence Lucas, presidente de la Coalición de Empleados de Minorías de la USDA, que apoya la lucha de los agricultores negros, también participó en la protesta.

“Mi padre era aparcero”, dijo Lester Bonner, de 63 años de edad, un agricultor de Dinwiddie, Virginia. “En 1987, mi hermano y yo intentamos conseguir una préstamo de 15 mil dólares del USDA para comprar 138 acres de tierra que fueron propiedad de nuestra familia en 1893. El USDA dijo ‘no’ y tuvimos que tomar dinero prestado de un amigo. Así nos tratan”.

“Lo que ellos [el USDA] nos han hecho es muy injusto”, dijo Thomas Franklin, de 71 años de edad, de Marion, Alabama. El cría ganado y cabras, y cultiva legumbres. Como muchos de los participantes en la marcha, es veterano, tanto del movimiento por los derechos civiles como de las protestas de los agricultores.

“Ahora es más difícil que nunca que un agricultor negro obtenga un préstamo del USDA”, dijo Franklin. “Hay que ser abogado para llenar la solicitud, y hay que ser banquero para obtener un préstamo. Hay que tener una calificación crediticia de ‘A1’, y si eres negro, te dicen que ‘no’ automáticamente”. Aunque le negaron préstamos, Franklin se mantuvo firme en su deseo de continuar trabajando en el campo. Durante 23 años trabajó al mismo tiempo como obrero del acero sindicalizado en la planta Empire Coke en Tuscaloosa y en otros empleos.

Junto con otros miles de agricultores negros, Franklin es parte de la demanda colectiva Pigford v. Glickman entablada en 1997. En esa demanda se acusa al USDA de décadas de discriminación racista por haber negado préstamos, y otros servicios agrícolas a los agricultores negros.

Según un acuerdo de 1999 para resolver el caso Pigford v. Glickman se prometió que los agricultores recibirían un pago de 50 mil dólares, además de la condonación de sus deudas, exenciones de impuestos, y prioridad para préstamos futuros, para los agricultores que presentaran “suficientes pruebas” de haber sido discriminados.

Pero el 41 por ciento de las 22 547 solicitudes que fueron presentadas originalmente, fueron negadas. Además, 75 mil solicitudes fueron rechazadas porque fueron presentadas después de la fecha límite de septiembre de 2000. Los agricultores negros no han aceptado esta situación y han continuado su lucha por más de una década.

Por fin, La Ley Agrícola de 2008 otorgó 100 millones de dólares en fondos adicionales para cubrir la demanda. La administración de Barack Obama solicitó 1.15 mil millones de dólares adicionales, lo que llevaría el total a 1.25 mil millones. Esta suma fue aprobada por la Cámara de Representantes en mayo de 2010, sin embargo el Senado ha impedido la entrega del dinero repetidas veces.  
 
‘¡Que se firme una orden ejecutiva!’
El día anterior a la marcha, una delegación de agricultores se reunió con Joe Leonard, jefe de la Oficina de Derechos Civiles del USDA, y otros funcionarios del USDA.

“Fuimos a las oficinas del USDA en Alabama y nos negaron los préstamos”, explicó Binion a los funcionarios del USDA. “No en 1986, sino que el día de hoy… . Todos miran como el USDA nos ahorca, desde el presidente hacia abajo, y no hacen nada. Bien, ahora hay que ir a Obama y decirle que firme una orden ejecutiva”.

“He solicitado préstamos muchas veces y me los han negado”, agregó Willie James Brown, de 79 años de edad, de Marbury, Alabama, que cultiva 365 acres. “¿Y siempre te los han negado?” preguntó Leonard. “Obtuve un préstamo una vez hace 20 años”, respondió Brown.

Frente a la interrogación incesante, Leonard y los otros funcionarios del USDA respondieron que necesitaban datos específicos. “Puede ser que hayan sufrido discriminación toda su vida”, dijo Leonard, “pero necesitamos los documentos”.

El agricultor Thomas Franklin y Jesse Binion, hijo de Robert Binion, hablaron ante una clase de sociología rural en Bowie State University, una universidad que es históricamente negra, por invitación de la profesora Dorothy Fardan. Los estudiantes escuchaban atentamente mientras Franklin describía las condiciones que los aparceros como su padre habían enfrentado durante las décadas de segregación antes del movimiento de masas por los derechos civiles de los años 1950 y 60 —en el cual él y muchos otros agricultores negros participaron— y que derribó el sistema de segregación racial Jim Crow en el Sur de Estados Unidos.  
 
 
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