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Vol. 74/No. 27      19 de julio de 2010

 
Partido Socialista de los Trabajadores
celebra 46 congreso constitucional
(especial)
 
POR CINDY JAQUITH  
OBERLIN, Ohio—El Partido Socialista de los Trabajadores celebró su 46 Congreso Nacional aquí del 17 al 19 de junio mientras que la crisis del capitalismo continua afectando el nivel de vida de millones de trabajadores a través de despedidos incesantes, recortes constantes de salarios, ataques contra las pensiones y los servicios de salud y educación, y la guerra en Afganistán y Pakistán que se expande.

El Congreso aprobó la perspectiva de llevar a cabo una reorientación radical del partido para responder al hecho de que los trabajadores están viviendo condiciones de vida y trabajo que están empeorando una manera que no han experimentado en sus vidas, y de que una vanguardia de los trabajadores está dispuesta a considerar una perspectiva obrera sobre cómo responder a la crisis.

El encuentro reunió a 350 personas. Además de venir de Estados Unidos, trabajadores y jóvenes llegaron de Australia, Canadá, Francia, Grecia, Nueva Zelanda, Suecia, y el Reino Unido.

Antes del congreso, miembros del partido en ramas locales del PST discutieron y votaron sobre una plataforma presentada por el Comité Nacional del PST que incluía cuatro resoluciones. Al mismo tiempo, miembros del PST estaban dando los pasos iniciales para conseguir empleo en fábricas más grandes donde hay un número importante de trabajadores negros.  
 
Uniendo los hilos políticos
El primer informe a los delegados —“Siguen uniéndose los hilos políticos: estableciendo los fundamentos para construir el movimiento comunista”— fue presentado por Mary-Alice Waters, miembro del Comité Nacional del partido. Ella había regresado recientemente de la Séptima Conferencia Internacional de Estudios sobre los Chinos en el Extranjero, que se celebró en mayo en Singapur.

Es el trabajo que el PST ha realizado por décadas para defender la Revolución Cubana, lo que ha abierto nuevas oportunidades políticas en Asia, áfrica y otras partes del mundo, dijo Waters,. Se vendieron a los participantes en la conferencia de Singapur 33 ejemplares en inglés y 14 en chino del libro de Pathfinder Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana.

El libro, editado por Waters, contiene entrevistas con tres generales de las fuerzas armadas cubanas de ascendencia china. Desde su publicación hace cuatro años, han tenido lugar más de 90 reuniones para discutir el libro en ocho países en cinco continentes, reportó Waters.

El informe presentado por Waters también discutió los retos que enfrenta la dirigencia revolucionaria en Cuba hoy en día frente a la depresión económica mundial y la falta de avances revolucionarios en cualquier otra parte del mundo.

Cuba se encuentra presionada por la caída de los precios de su azúcar y níquel por un lado y el aumento en el costo de las importaciones por el otro. La zafra azucarera del año pasado fue la más baja desde 1905. Hay una gran falta de mano de obra en las granjas, fábricas, y en los ferrocarriles; mientras que hay un exceso de trabajadores en las capas administrativas del estado.  
 
Dirección ‘forjada en la clase obrera’
El presidente cubano Raúl Castro discutió estos retos cuando habló en el noveno congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas el 4 de abril. “La batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal”, dijo al congreso, “porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social. La dirección futura en Cuba debe de ser “forjada en la clase obrera”, dijo. Señaló la necesidad de combatir la corrupción con firmeza.

Dos de los documentos en la plataforma, escrita por el secretario nacional del PST, Jack Barnes, trataron sobre estas cuestiones de liderazgo. Como explicó uno de los documentos: “La dictadura del proletariado … es un instrumento cuyo carácter de clase continúa poniéndose a prueba cada día … Su sobrevivencia depende de los métodos utilizados por el nuevo gobierno, desde el principio, para consolidar y fortalecer las relaciones proletarias de propiedad estatal establecidas al expropiar a las clases explotadoras y eliminar la dominación del capital… . para restringir la esfera de influencia de las relaciones producidas por las mercancías, reducir la gestión burocrática y el tamaño de las capas administrativas que no están involucradas en la producción, y combatir la tendencia de promover la competencia entre trabajadores de distintas empresas”.

En un estado obrero como Cuba, continua la resolución, “la corrupción es la amenaza más virulenta a los avances en la construcción del socialismo —para mantener los derechos de la clase trabajadora— y debe ser combatida con eso en mente”.

En su informe, Barnes explicó el impacto en los trabajadores norteamericanos de la incesante crisis económica capitalista. Señaló que la próxima caída de la economía no va a empezar con una tasa de desempleo de 4 por ciento como fue en 2007 cuando comenzó la primera recesión, sino de 9 o 10 por ciento. Las tasas de interés estarán alrededor del cero por ciento. El gobierno no va a poder salir de esta crisis permanente gastando dinero.

Barnes dijo que la capa social meritocrática en la Casa Blanca gobierna como los “socialistas” que describió Federico Engels como aquellos “que quisieron eliminar los abusos sociales… . sin dañar en lo más mínimo al capital y a las ganancias”. Engels y Carlos Marx, en cambio, se orientaron al sector de la clase trabajadora “que exigía una reconstrucción radical de la sociedad” y “que se llamaba a si mismo comunista”.

Los comunistas no están a favor de proponer mejores maneras para extraer la plusvalía, dijo Barnes. No luchan para reformar el sistema, pero siempre lucharán contra los recortes a lo que los trabajadores ya hayan ganado. Los trabajadores tienen que derrocar al actual gobierno burgués y reemplazarlo con un gobierno que expropie a los capitalistas y establezca la propiedad proletaria, la propiedad estatal, para que la clase trabajadora ya no tenga que depender de “ayuda social”, en realidad la caridad de los ricos.

En casos como el derrame de petróleo de la BP en el Golfo, la principal reivindicación que promueven los comunistas es la del control obrero de la seguridad, dijo Barnes. No se logra nada si simplemente se nacionaliza la BP sin que los trabajadores tengan el poder. Se pueden evitar la mayoría de los grandes accidentes y sus catastróficos resultados si los trabajadores controlaran todos los aspectos de la seguridad en el trabajo.

Un aspecto central de las campañas electorales del PST este año será el de plantear esta perspectiva, de defender a los trabajadores de los ataques de los gobernantes y promover la solidaridad de la clase obrera, dijo Barnes.

A la par del congreso se organizaron una serie de clases. Una sobre “La crisis capitalista mundial, Israel, y los raíces del odio anti-judío” trató sobre la necesidad de forjar una dirección multinacional proletaria para luchar por una Palestina democrática y secular. Los comunistas lucharían para que Palestina sea un refugio para todos los judíos que sufran persecución. Los participantes discutieron como los llamados para realizar boicots de productos israelíes no son un camino para ganar la autodeterminación de los palestinos, sino una concesión peligrosa al antisemitismo.

También hubo clases sobre el libro Los cosméticos, la moda, y la opresión de la mujer; “¡Corea es una! La división nacional sin resolución impuesta por el imperialismo después de la Segunda Guerra Mundial”; “Irán y sus levantamientos revolucionarios desde la Segunda Guerra Mundial”; y una clase introductoria sobre el PST presentada en inglés y en español.

Muchas exhibiciones en la sala del congreso ilustraban los temas bajo discusión, tales como el uso del libro Malcolm X, la liberación de los negros, y el camino al poder obrero por miembros del partido en las fábricas, el impacto de la crisis económica capitalista sobre los trabajadores, y como se está forjando una clase trabajadora hereditaria en China.

Otras exhibiciones destacaron el trabajo del Proyecto de Impresión, constituido por 260 voluntarios que mantienen disponibles todos los libros de Pathfinder, realizan esfuerzos para promover los libros y el trabajo de los partidarios organizados del partido para ganar a más personas a que hagan una contribución monetaria mensual al movimiento comunista.
 
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