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Vol. 74/No. 15      19 de abril de 2010

 
Casa Blanca promueve
calumnias contra Cuba
 
POR SETH GALINSKY  
La Casa Blanca emitió un comunicado oficial el 24 de marzo sumándose a la más reciente campaña difamatoria contra la Revolución Cubana. El presidente Barack Obama alegó que las “autoridades cubanas siguen respondiendo a los anhelos del pueblo cubano con el puño cerrado”.

Obama se refería a Orlando Zapata Tamayo, quien murió el 23 de febrero tras rehusar injerir alimentos por 80 días, y a las Damas de Blanco, un grupo en Cuba respaldado por Washington que se opone a la revolución.

El diario cubano Granma informó que entre 1993 y 2002 Zapata fue arrestado varias veces por cargos que no tenían nada que ver con la política, incluyendo estafa, asalto y lesiones y violación de domicilio. Una vez fue detenido por agresión con un machete. En 2004 comenzó una condena de tres años de cárcel; ésta se incrementó a 24 años después que agredió físicamente a empleados de la prisión.

En diciembre de 2009, Zapata comenzó una huelga de hambre, ampliamente difundida en los medios capitalistas como una lucha por “derechos humanos” en Cuba. La prensa cubana, sin embargo, informó que las demandas principales de Zapata eran “la instalación de un teléfono, cocina y un televisor en su celda”.  
 
No hay tortura en Cuba
El presidente cubano Raúl Castro señaló que el gobierno había intentado salvarle la vida a Zapata. “Se le llevó a los mejores hospitales nuestros, murió”, dijo Castro. “Lo lamentamos mucho”.

Desde la revolución de 1959 que derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista, “no hemos asesinado a nadie, aquí no se ha torturado a nadie, aquí no se ha producido ninguna ejecución extrajudicial”, explicó Castro. No se puede decir lo mismo acerca de la Base Naval de Guantánamo, controlada por Washington, agregó el dirigente cubano, donde “si se ha torturado”.

El 1 de marzo el noticiero nocturno de la televisión cubana incluyó entrevistas con médicos que habían intentado salvarle la vida a Zapata. El informe señaló que miembros de la familia y del gobierno cubano y personal hospitalario habían tratado de convencer a Zapata que terminara la huelga de hambre, pero ni un solo grupo de “disidentes” que habían adoptado su caso hicieron lo mismo.

Las Damas de Blanco aumentaron sus actividades tras el suicidio de Zapata, incluyendo una serie de manifestaciones provocadoras en La Habana que fueron respondidas con protestas de partidarios de la revolución. El grupo está compuesto por parientes de 75 opositores de la Revolución Cubana que fueron detenidos en marzo de 2003, de los cuales 53 aún están encarcelados. Los 75 fueron acusados de haber recibido fondos de Washington y de colaborar con el personal diplomático estadounidense asignado en La Habana contra la Revolución Cubana.  
 
Washington financió a la oposición
Ellos habían sido alentados por James Cason, quien fue nombrado en 2003 por el entonces presidente George Bush como jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba. Cason públicamente pregonó su plan de “6 mil millas” para cruzar la isla de un lado al otro para apoyar a grupos opuestos a la revolución.

Amnistía Internacional, la cual ha continuado criticando a Cuba por los arrestos y juicios públicos, admitió en un informe de marzo de 2008 que los 75 habían “recibido fondos y/o materiales del gobierno de Estados Unidos para participar en actividades que las autoridades consideraban subversivas y perjudiciales para Cuba”.

Mientras sigue alegando que el gobierno cubano limita la “libertad de expresión y asociación”, Amnistía Internacional concede que el gobierno cubano proporciona “a todos los cubanos los derechos humanos fundamentales, tales como el acceso a la vivienda, la atención médica, y la educación”. Amnistía no acusa a las autoridades cubanas de tortura, desapariciones ni golpizas.

Marchas “de solidaridad” con las Damas de Blanco fueron convocadas en Miami, Nueva York y Los Angeles a finales de marzo. La más grande tuvo lugar en Miami, encabezada por la cantante Gloria Estefan, una opositora de la revolución por mucho tiempo. En una conferencia de prensa, Estefan respaldó la huelga de hambre emprendida por Guillermo Fariñas en Cuba tras la muerte de Zapata. Fariñas dice que rehúsa comer para ganar la libertad de 26 presos.

En una nota autobiográfica publicada en un sitio de web anticubano, Fariñas dice que luchó en Angola en 1980 como integrante de las tropas voluntarias cubanas que ayudaron a derrotar la invasiones del régimen de apartheid sudafricano.

En 1986, dice, él era partidario de la Perestroika y Glasnost en la Unión Soviética. Fariñas además se identifica como alguien quien se opuso a la ejecución de Arnaldo Ochoa en 1989. Después de que fue descubierto que estaba envuelto en el tráfico de drogas, negocios ilegales y hurtos, Ochoa, un general en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, fue enjuiciado, hallado culpable, y sometido a la pena de muerte.

Durante los últimos 50 años, Washington ha empleado todos los medios a su disposición para socavar y atacar a la Revolución Cubana. Esto ha incluido decenas de planes para asesinar a Fidel Castro y a otros dirigentes cubanos, el embargo económico contra Cuba, el respaldo a grupos derechistas que han lanzado ataques violentos y dinamiteros contra Cuba y el financiamiento de grupos pequeños dentro de Cuba que falsamente proclaman estar luchando por derechos democráticos.
 
 
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