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Vol. 74/No. 15      19 de abril de 2010

 
Al menos 25 mineros
mueren en explosión
Compañía con larga lista de violaciones
(artículo principal)
 
POR CINDY JAQUITH  
7 de abril—El desdén por la vida de los mineros de parte de la compañía Massey Energy y la negativa del gobierno de hacer cumplir las leyes de seguridad en el trabajo, están al centro de la atención pública tras la explosión el 5 de abril que mató a por lo menos 25 mineros del carbón en la mina Upper Big Branch en Montcoal, Virginia del Oeste. Es el peor desastre minero en Estados Unidos en 25 años.

Funcionarios federales de seguridad minera dijeron que la explosión en la mina perteneciente a Performance Coal, una subsidiaria de Massey, 30 millas al sur de Charleston, probablemente fue causada por altos niveles de gas metano. Dos mineros, que pidieron quedarse en el anonimato, dijeron al New York Times que en los pasados 60 días los trabajadores en la mina fueron evacuados de la mina tres veces a causa de niveles peligrosos de metano. Desde 2005 la compañía ha sido multada 86 veces por ventilación inadecuada de la mina.

La explosión asesina fue el punto culminante de más de un año de violaciones de seguridad acumuladas mientras Massey aumentaba la producción de carbón. Los inspectores registraron 515 violaciones de regulaciones en 2009 más del doble de las 197 registradas el año anterior. Las multas se triplicaron. “La producción de carbón también se triplicó en ese periodo, pero las horas trabajadas por los mineros aumentaron solamente un 22 por ciento”, informó el Charleston Gazette.

Don Blankenship, presidente ejecutivo de Massey, dijo a ABC News después del desastre, “Todo lo que haces en la vida tiene riesgos”. Insistió en el Wall Street Journal que la Upper Big Branch no era una mina insegura.

Andrew Tyler, un electricista de 22 años de edad quien trabajó hace dos años en la mina como contratista, disputó esa afirmación. “Ninguna persona que trabaja en esa mina va a decir esto, pero todo el mundo sabe que ha sido peligrosa desde hace años”, dijo al Times. “Yo estoy dispuesto a hablar públicamente porque soy un subcontratista que no depende de Massey para vivir”.

Cables con corriente eran dejados expuestos rutinariamente, dijo, y no limpiaban las acumulaciones de polvo de carbón. Los trabajadores frecuentemente tenían que trabajar turnos de 12 horas.

El sitio web de Massey dice que es la cuarta empresa de carbón más grande en el país. Logró esta posición realizando acciones antisindicales contra el sindicato de mineros UMWA durante décadas.

En 1984 la compañía rehusó firmar un convenio con el sindicato. A continuación tuvo lugar una huelga enconada en la que el sindicato fue derrotado. Un dirigente de la huelga, Donnie Thornsbury, todavía se encuentra en la cárcel en la actualidad. Fue condenado en 1987 bajo cargos amañados de haber matado a un transportista de carbón rompehuelgas.  
 
‘Sobrevivencia de los más productivos’
Tras la derrota del UMWA, Massey comenzó a tomar control de otras minas en Virginia del Oeste y eventualmente pasó a ser la empresa de carbón más grande en Apalachia Central. Es conocida por suprimir implacablemente la actividad sindical e impulsar las ganancias haciendo caso omiso a los niveles de seguridad y de los efectos en el medio ambiente. En 1984 Blankenship resumió su filosofía de esta forma: “Los sindicatos, las comunidades, la gente, todo el mundo tendrá que aprender a aceptar que en Estados Unidos existe una sociedad capitalista. Y que el capitalismo, desde el punto de vista de negocios, es la supervivencia de los más productivos”.

La ira que se ha venido acumulando durante años contra la gigante empresa de carbón estalló cuando Blankenship se presentó a las 2 de la mañana el 6 de abril para informarle a las familias de los mineros sobre las muertes. “Escoltado, según varios testigos, por lo menos por una decena de policías estatales y otros oficiales, el señor Blankenship intentó dirigirse a la multitud, pero la gente le gritaba que a él le importaban más las ganancias que la vida de los mineros”, informó el Times. Se fue con mucha prisa.

Benny Willingham, el padre de Michelle McKinney, murió en la explosión, cinco semanas antes de su fecha de jubilación. Ella estaba enojada que Massey no se comunicó con la familia para informarles de su muerte. McKinney se enteró a través de un funcionario local en una escuela cercana. “Estos hombres se arriesgaron cada día para trabajar y hacer grande [a Massey]. Y ni siquiera pudieron llamarnos”, dijo a Associated Press.

El presidente estadounidense Barack Obama dijo en un comunicado el 6 de abril que “el gobierno federal está dispuesto a brindar cualquier asistencia que se necesite en las labores de rescate”. Pero la Administración de Seguridad y Salud Minera (MSHA) es la que por años se ha hecho de la vista gorda frente a las violaciones de las reglas de seguridad de Massey.

Los archivos de MSHA muestran que tres mineros han muerto en la mina Upper Big Branch durante los últimos 12 años, uno por electrocución, uno en un derrumbe de techo, y otro cuando le cayó una piedra encima. Desde 2002, con la excepción de un año, la mina ha tenido una tasa de accidentes más alta que el promedio nacional. La compañía ignoraba las multas rutinariamente. Massey “estaba disputando las multas más altas o simplemente rehusaba pagarlas”, informó la ABC News.
 
 
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