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Vol. 74/No. 9      8 de marzo de 2010

 
Trabajadores checos,
blanco de prohibición
 
POR CINDY JAQUITH  
El 17 de febrero, la Corte Administrativa Suprema de la República Checa proscribió al Partido Obrero (DS), un pequeño grupo ultraderechista. El juez dijo que el DS es “populista, homofóbico, chovinista, y manifiesta tendencias racistas”. La prohibición es “una medida preventiva, para mantener el orden constitucional y democrático en el futuro”.

Según Radio Praga muchos policías testificaron ante la corte a favor de la prohibición, describiendo manifestaciones del DS contra los roma, una nacionalidad oprimida llamada desdeñosamente “gitanos”, que ha sido el blanco de grupos derechistas por toda Europa.

El DS no tiene ningún escaño en la República Checa a nivel nacional y solo tres escaños locales, pero se espera que gane alrededor del 1.5 por ciento del voto en la próxima elección. El dirigente del DS Tomas Vandas dijo que si no se anula la prohibición en el proceso de apelación, los miembros del partido simplemente se reorganizaran bajo un nombre diferente.

Aunque los puntos de vista racistas y antiobreros del DS hacen que sea detestado por muchos, la acción de prohibirlo establece un precedente para atacar a organizaciones obreras en el futuro. Según el periódico Prague Daily Monitor, el ministro del interior checo Martin Pecina dijo que los tribunales “deben de tener el coraje para luchar no solo contra derechistas, sino también contra extremistas de izquierda que ‘fomentan el comunismo’”.

El gobierno tomó la iniciativa que llevó a la disolución del DS y todos los demás partidos checos apoyaron la medida, entre ellos el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM). Vojtech Filip, presidente del KSCM, elogió la prohibición del DS y dijo que no le preocupaba que hubiera intentos para prohibir su propio partido. Varios senadores han exigido la prohibición del KSCM, que obtuvo el 14 por ciento de los votos en las elecciones para el Parlamento Europeo en junio pasado, ocupando el tercer lugar.

Con el pretexto de oponerse a las opiniones y acciones violentas de grupos derechistas, otros gobiernos europeos han intentado proscribir grupos derechistas durante los últimos años. En 2004 el gobierno belga ilegalizó el Bloque Vlams, alegando que violaba las leyes en contra del racismo. La Corte Suprema Eslovaca disolvió el Partido Solidaridad-Nacional Eslovaco, que aboga por restricciones al derecho al voto.

En el caso de la República Checa, es el gobierno mismo el que perpetua la opresión del pueblo roma, al mismo tiempo que proscribe al DS supuestamente por sus actividades anti-roma. Un informe emitido por Amnistía Internacional en enero informó que Praga sigue enviando niños roma sanos a escuelas públicas para incapacitados mentales, a pesar de que en 2007 la Corte Europea de Derechos Humanos falló en contra de tal práctica. Según el Centro Europeo de Derechos para los Roma, continúa la esterilización forzada de mujeres roma —una práctica rutinaria de los regimenes estalinistas durante las décadas de 1970 a 1990.
 
 
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