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Vol. 74/No. 9      8 de marzo de 2010

 
Marjah: asalto parte
de campaña prolongada
(portada)
 
POR DOUG NELSON  
23 de febrero— En el décimo día de la Operación Moshtarak (Juntos), las fuerzas dirigidas por Washington siguen expulsando a las fuerzas de los talibanes de la provincia Helmand en el sur de Afganistán. La ofensiva representa el inicio de una campaña más amplia que busca debilitar permanentemente la influencia talibán en la región.

El objetivo de la ofensiva es sustituir el control talibán sobre la comunidad agrícola de Marjah y el distrito Nad Ali en el área central de Helmand con una nueva administración leal a Washington y al gobierno afgano y luego avanzar hacia la provincia vecina de Kandahar, el centro tradicional de los talibanes. “Esta es solo la operación inicial de lo que será una campaña de 12 a 18 meses”, dijo el general David Petraeus, jefe del Comando Central de Estados Unidos en el programa Meet the Press de la cadena NBC el 21 de febrero.

Actualmente en Afganistán hay 113 mil tropas de Estados Unidos y de la coalición. Con el despliegue de más tropas este año, las fuerzas estadounidenses subirán de 75 mil a 98 mil.

Al mismo tiempo, se anticipa que el gobierno holandés retire todos sus 1 950 soldados antes del fin del año. El Partido Laborista renunció del gobierno de coalición el 20 de febrero por un desacuerdo con el partido dominante por su empeño en continuar el despliegue de tropas holandesas a pedido del OTAN. El colapso del gobierno viene después de meses de tensiones a causa de diferencias sobre cómo enfrentar la crisis económica allí.

Marjah es una importante base de operaciones y de reclutas para los talibanes. Al tomar control del área, las fuerzas dirigidas por Washington también buscan interrumpir la fuente principal de fondos de los talibanes, los impuestos a una parte del comercio lucrativo de heroína en el país. La mayoría de la cosecha de amapola del país se cultiva en Helmand, y casi la mitad de la amapola de Helmand se cultiva en las 80 millas cuadradas de Marjah. Según el Christian Science Monitor, cada una de las 187 fábricas locales que procesan heroína pagaban unos 1 200 dólares al mes a los talibanes.

Haji Zahir, el nuevo gobernador nombrado de Marjah, regaló tarjetas telefónicas en una breve visita al pueblo ayer y intentó convencer a un grupo de 50 hombres a apoyar el esfuerzo encabezado por Washington, informó el Washington Post.

El debate demuestra algunos de los retos que enfrentan Washington y sus aliados para poder ganar el apoyo de la población local. Los talibanes “no nos molestaban… No son corruptos como la policía”, dijo Fakir Mohammed, quien maneja un tractor. “El gobierno de ustedes nos lanza bombas”, dijo otro. “Les damos dos años”, dijo Ali Mohammed, quien se describe como partidario de los talibanes. “Si cumplen sus promesas, les apoyaremos”.

Para el 22 de febrero, 19 civiles habían muerto en la ofensiva, 12 de ellos por morteros el segundo día de la operación.

Por lo menos 27 civiles murieron y 12 fueron heridos a causa de un ataque aéreo estadounidense el 21 de febrero contra tres autobuses que transportaban civiles de la región central de Afganistán a Kandahar para buscar trabajo. El general Stanley McChrystal, jefe de las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN, se disculpó en público dos veces con el presidente afgano Hamid Karzai por los dos incidentes.

Entretanto, artículos de la prensa informan que agentes de inteligencia de Pakistán capturaron en territorio paquistaní a los “gobernadores de sombra” talibanes de Kunduz y Baghlan. También se informó que una operación conjunta estadounidense-pakistaní había capturado al mullah Abdulghani Baradar, considerado el segundo al mando de los talibanes afganos.  
 
 
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